Gusanos ensangrentados

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ANA

Estaba en algún bosque o lo que fuese, pero era un corredor al parecer y a cada lado del corredor había árboles con hojas muy verdes. Estaba con papá y me tomaba de la mano, estábamos muy felices y el dinero que le habían prometido en su trabajo ya se lo habían pagado. Recuerdo que en ese corredor no había absolutamente nada de gente, sólo el y yo. Comíamos un helado y los pájaros emitían sonidos muy lindo, el viento soplaba de una forma leve y suave, y reíamos mucho. 

Y entonces desde lejos vimos a una dama, con un vestido blanco y muy brillante, se agachaba de repente a acariciar las flores y desde lejos se veía tan feliz. Volteo hacia nuestra dirección y alcance a percibir que sonreía pero no reconocía su rostro. Voltee a ver a papá y también él sonreía, entonces regrese la mirada a aquélla dama para nuevamente reconocerla, pero seguía sin ninguna respuesta.

 –Es tu mamá—papá susurró.    

Ella se acercaba, poco a poco y calculo que aproximadamente eran unos 60 o 70 metros de distancia. Nosotros caminamos hacía esa dirección donde estaba ella. Me encontraba emocionada y es que no lo creía, mis manos empezaron a sudar y mi corazón empezó a palpitar muy rápido. La mire nuevamente y si, era ella.
Mamá...
Solté a papá y corrí hacia esa dirección, corrí como si no hubiera un mañana. Y entonces empece a llorar de la emoción y me iba limpiando las lágrimas. Quería abrazarla muy fuerte, ver sus hermosos ojos color miel y su cabello tan lindo. Ya estaba muy cerca pero de pronto y asi como si nada venía detrás de ella un hombre, con una chamarra de piel color negra, y en su mano izquierda se podía identificar algo, era algo estorboso, algo que llevaba debajo de la manga. Lo deslizo y ya lo tenía en su mano.
Me detuve. Alce mi mano apuntando hacia el tipo. Mi mamá desconcertada me miro.
El tipo estaba ya detras de ella 

¡¡MAMÁAAAAAAAAAAAA!!

Y con aquél cuchillo filoso, con aquél que podría cortar una pierna de un puerco con todo y hueso, aquél cuchillo con bastante sangre. Con bastante dolor. 

La tomó del cuello y jalo su cabeza hacia atrás como si apuntara al cielo y aquél cuchillo lo puso sobre su cuello.
Mire a mi papá y ya no estaba, se había desaparecido. Escuche un fuerte grito.
Voltee y le había cortado el cuello, enseguida salia desparramada tanta sangre como si muchas mangueras delgadas hubieran sido desconectadas de una fuente de agua.
Su cuerpo inmediatamente callo al suelo y todo la sangre que aún escurría de su cabeza caía en su vestido, en su hermoso vestido blanco. Ese tipo la tomaba del cabello, colgaba como un yoyo. Y la aventó hacia mi dirección, y la aventó muy fuerte. Y callo a unos metros de mi.
El tipo se acercaba

–Ahora le toca a la pequeña—dijo

Y cada vez se acercaba más y más.

–Morirás como tu madre...

Estaba paralítica, no podía moverme en absoluto. Y empece a gritar.

–Quizá te valla mejor. Serás violada.

–¡¡¡Papáaaaaaa!!

–Sólo deja llego

–¡¡¡PAPÁAAAAA!!!

Y empezó a quitarse el cinturón y poco a poco se fue bajando su pantalón. Estaba aproximadamente a unos 20 metros de mi y seguía sin poder moverme, como si algo me estuviera agarrando los pies. Su mirada profunda, su sonrisa de oreja a oreja y era espantosa, terrible y definitivamente no era agradable. Era flaco y encorvado, tenía cabello largo que llegaba hasta sus ojos y granos y lunares grandes por todas partes. Se quitó la camisa y se aprecio varias marcas, marcas negras y con tanto vello, y aprecie un signo. *Era un signo de un triangulo como si fuera un espiral, pero, en triangulo.*

–Te violaré y te violaré, hasta que me canse. 

Bip... Bip... Bip...

Empezó a correr y finalmente llego. Estaba frente a mi, cansado y le salía la saliva sin si quiera poder controlarlo. Enseguida se quitó el bóxer.
El media aproximadamente 1 metro y medio. Yo estaba muy chica a su lado,  y le llegaba por el estomago, no entendía porque... Era como si tuviera tan solo 5 años.

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