¡Corre, maldita sea, corre!

28 2 2
                                    

El estremezco era increíble. Era realmente aterrador esto y es que no lo podía creer, ese ser vivo que no lo podía describir. En todo mi trabajo de periodista nunca había visto algo así.
Esos ojos blanquizcos apuntaban hacia a mi, y entonces empezó a dar unos primeros pasos y poco a poco fue acelerando su paso, hasta que comenzó a trotar y después a correr. Ese palo de quizá madera o quizá fierro que llevaba en su brazo derecho que aproximadamente media medio metro de altura. Era como una arma y no dudé en que esa arma la utilizaría hacia a mi.

–Dios mio...–Dije mientras el corría con más fuerza hacía a mi. Estaba completamente paralítico

Entonces mi vista se empezó a oscurecer y me sostuve con mi mano en alguna pared, pero no sirvió de nada. Caí al suelo. 

Quizá pasó como medio minuto, no sé. Sentí una bofetada tan fuerte, y eso hizo que despertará. El tipo seguía corriendo hacia mi dirección, y seguía gritando. Voltee hacia atras y había una tipa, pelirroja y de aproximadamente treinta años. Recogí mi camara en un momento fugaz y esa tipa me tomo del brazo tan fuerte y fuimos descendiendo las escaleras rapidamente. Escuchaba palabras que ella decía, eran dos o quiza cuatro, no las entendía. Al caer al suelo me aturdió el golpe, y ahora tenía un fuerte dolor.

Lo aturdido hacía que no entendiera lo que decía, pero, también gritaba desesperada. Bajamos las escaleras como pudimos y llegamos hasta la parte de la recepción. Ella me soltó y corrió.
Yo la seguí, y ella seguía gritando esas palabras que no lograba entender. Ella me volteaba a ver y seguía gritando.
Voltee hacia atrás y aún se escuchaba los gritos de ese ser desconocido.
Entonces llegamos a una como habitación. La abrió con un fuerte golpe con ayuda de sus pies y entonces entramos y era una habitación que al parecer ahí dormían las personas que les brindaban hospedaje. Empece a reconocer mejor los sonidos y entonces escuche que la tipa pelirroja se oculto debajo de una cama, entonces yo corrí a hacer lo mismo.

Las respiraciones eran bastante aceleradas, y puse mi mano sobre mi pecho, mi corazón latía muy fuerte. Demasiado rápido. Le pedía a Dios que me ayudará, que tenía que volver con vida, que tenía que volver. Volver con mi hija.
Estaba debajo de la cama, mirando hacia arriba y entonces sentí su pesor, el pesor de su mano. Una mano pesada para ser una mujer. La colocó sobre mi boca y la voltee a ver, e hizo una seña de silencio. Entonces trate de controlar mi respiración.

Los gritos se escuchaban muy cerca, seguramente ya estaba ese tipo en la recepción. Y entonces, todo se quedo callado. Todo se apago. Todo se tomo en silencio.

–Mierda–Dijo la pelirroja.

El tipo se acercaba más y más. Se escuchaban sus paso y el cómo crujía la madera que ya estaba gastada. Entonces sentí esa sensación de miedo, una sensación de muerte y creo que no sólo a mi me ha pasado, cuando estas en peligro empiezas a sentir mucho miedo, o cuando estás en lo alto de cualquier edificio, o cuando los payasos se te acercan, o cuando ves algo por la noche y empiezas a imaginar que se te acerca. Esa sensación que hace que pienses en toda tu vida y en lo que pudiste haber evitado y en lo que pudiste haber hecho. 

Saqué la cámara y empece a grabar, y entonces prendí el flash de cámara nocturna. Entonces los pasos estaban aún más cerca, y entonces se asomo el primer pie y la respiración de ese ser era muy fuerte.

¡¡¡PRAASSS!!!

Golpeo con lo que realmente era un tubo de fierro hacia la pared. Eso hizo que me asustara

Padre nuestro que estás en el cielo

Se asomo el segundo pie. Y entonces mis latidos eran más fuerte

Santificado sea tu nombre

¡¡¡¡¡AHHHHHHHHHH!!!!

Gritó y entonces ya estaba adentro de la habitación. Santo Dios.
Lo analice, sus ojos totalmente blanquizcos, no  tenia cabello, su rostro estaba completamente destruido, no tenía cejas, su nariz la tenia hacia adentro como si se la sumieran siendo una plastilina, tenía una cortada que empezaba desde la sien izquierda hacia su clavícula, como si le hubieran unido su rostro con aguja e hilo especial. Totalmente flaco, que se le alcanzaban a ver sus costillas, tenía una cabeza gigante como un globo.
¡Oh dios!
¡No!

Venga a nosotros tu reino

Tenia solo 3 dedos en cada pie.

Hagase su voluntad en la tierra, como en el cielo

Se alcanzaba a notar el hueso salido de su rodilla.

Danos hoy nuestro pan de cada día

Y entonces se puso de perfil, y trataba de buscar algún hedor. Un hedor fuerte, como cuando huele a algo muerto. Nosotros creo eramos los muertos.

 Perdona nuestras ofensas como también 

¡¡¡WERRRRRRRR!!!

Volvió a gritar. Y la pelirroja comenzó a llorar. 

Nosotros perdonamos a los que nos ofenden 

Entonces comenzó a vomitar. Era un liquido.
Ese liquido llego hasta donde estábamos nosotros, como si la casa estuviera inclinada. Ese liquido llego a mi brazo, y mis piernas.

No nos dejes caer en la tentación 

Cuando termino. Se dio la vuelta, y paso por paso se fue marchando.
La pelirroja soltó sin querer un suspiro. El lo había escuchado.

Y libranos del mal.

Soltó un alarido. Como si algo le molestará y volteo hacia la cama.
Veía fijamente la cámara. Y entonces empece a respirar más fuerte.

¡¡¡¡¡TRAAAASSSS!!!!!

Golpeo nuevamente hacia la pared y grito. Era el fin

Amén.

HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora