valiente

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-cuidado- el grito de mi lady resonó por todo el lugar. Me tensé ante el sonido de la secuencia de explosiones que hubo. Tarde dos minutos en llegar al sitio, solo dos minutos que fueron una eternidad. Cuando llegue lo que encontré me dejo petrificado por unos instantes en el tejado más cercano a la torre Eiffel.

La dueña de mi corazón peleaba como una leona contra un hombre encapuchado. Un sofisticado arco y un carcaj llenó de flechas como su arma principal. Ella con nada más que su yoyo y su valor, su coraje por defender a aquellos que consideraba vulnerables.

Saltó para proteger a una pareja que había tropezado, posiblemente en la carrera por protegerse de aquel ser.

-no tan rápido- la voz de aquella persona era profunda y extremadamente imponente. Pero mi ladybug no dio ni un solo paso atrás, nunca lo haría.

Tres flechas salieron disparadas hacia su dirección. Esquivo dos con su yoyo, pero la tercera paso rosando su mejilla derecha, tan cerca que corto algunos cabellos de su coleta, cayendo directamente en la pierna de la chica que estaba detrás. Sin embargo no hubo ningún grito de dolor o alguna herida. La flecha se difuminó en el lugar de impacto.

Y poco a poco el cuerpo de la chica comenzó a adoptar una postura, como si se tratara de una persona posando para ser el modelo de una escultura. Sus músculos, articulaciones y facciones se pusieron cada vez más rígidas. Ante los ojos cada vez más aterrados del chico a su lado, la mujer paso a convertirse en una estatua viviente. Solo respirando tan quedamente que era difícil de verlo. Lo único que aún podía moverse eran sus ojos, los cuales miraban hacia todas direcciones, desesperados.

Hasta ese momento observe que había más personas en la misma situación, sus cuerpos estaban estáticos, posando de una determinada manera, movimientos congelados. Todos miraban hacia donde el cazador y mi lady luchaban, aguardando el momento en que todo terminaría, con la esperanza de volver a la normalidad.

-tu turno, preciosa- dijo con tres nuevas flechas en el arco, tensado completamente para un nuevo disparo- serás la más hermosa de mis adquisiciones.

Me enfurecí, una ira me cegó. ¿Quién se creía para amenzarla? No pensé, no quise hacerlo en ese instante. Él no me había visto aún, el elemento sorpresa estando de mi lado. Justo cuando soltó las flechas con dirección a Marinette, lance mi bastón, bloqueando el lanzamiento y desviando su dirección. Retrocedí unos centímetros, solo para lanzarme hasta el suelo.

Ambos contrincantes me observaron al andar, Ladybug con un rostro que me decía que estaba feliz de verme ahí, junto a ella. El otro personaje con una mirada que era una sentencia. Yo acababa de convertirme en su presa. "sigue creyendo eso, tu miserable" pensé para mí. Este juego de cazador y presa podíamos jugarlos los dos, y estaba convencido de que nadie superaba mis instintos. Ninguno podría salir vivo si amenazaban a la persona que más me importaba, la razón de mi existencia.

-miren quien llegó- su confianza exagerada estaba comenzando a convertirse en un dolor de culo- quedarás perfecto al lado de mi chimenea.- su sonrisa arrogante me sacaba de quicio. Ni en tus mejores sueños. Mis garras estaban hormigueando, listas para arañar y dañar lo que quisiera.

Mientras mi bastón regresaba a mi mano, el hombre disparó tres flechas directo a mí, giré mi bastón para protegerme. Iba listo si creía que sería una presa fácil. Era un depredador, uno muy molesto por tratar de atacar a quien yo amaba.

Volvió a atacar, pero en esta ocasión arremetió contra mí e inmediatamente se volteó para lanzar flechas hacia mi lady. Ambos saltamos hacia los árboles, apoyándonos de las tupidas ramas como un camuflaje temporal. Me moví sigilosamente y con destreza entre las ramas hasta que llegue al lado de ladybug. Mientras tanto, el hombre comenzaba su inspección entre los árboles, solo nos daría unos minutos cuando mucho antes de que diera con nuestro escondite.

todos los gatos ronroneanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora