Capítulo 7

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Mucho love.



Jake me miró y relamió sus magníficos labios. Un cosquilleo acompañado de calor se instaló en mi vientre, haciéndome sentir deseada.

Él tenía las mismas ganas que yo. 

Dejé la baraja sobre la mesa y fui a por cuatro vasos de chupito del armario y una botella de Whisky. Me dejé caer en el sillón de varias plazas junto a Jake, justo frente a Carla y mi hermano, cuyas manos estaban entrelazadas.


Tres horas después habíamos gastado dos botellas de Whisky y Carla y yo éramos las mayores perdedoras del mundo. 

Ella tenía un pedo increíble, y no había dudado en quitarse la camiseta cuando Ed se lo pidió bromeando. Al haberlo hecho, Ed se la puso corriendo ya que Carla no lleva sujetador, y disculpándose, la cogió por los muslos pegándola a él y subió a su habitación, vaya, tendrían diversión esta noche.


Cuando Jake y yo estuvimos solos, me levanté, dejando los vasos en el fregadero y las botellas en la basura, ya lo limpiaría mañana. Sí, seguro, con nuestra resaca.

Me giré y volví al salón, Jake estaba ahí, sentado, mirándome como me miró anoche. Como un atacante a su presa.

- ¿Te acuerdas de lo que pasó ayer? - Dijo él, mirándome con las pupilas dilatadas.

- No – mentí – aunque, ¿por qué no me refrescas la memoria?


A estas alturas estaba lo suficiente borracha como para insinuarle sin sentirme una auténtica zorra. Quería volver a tener el mejor sexo de mi vida. Todo gracias a este Adonis que por alguna extraña razón, había acabado en mi camino.


Se acercó a mi y agarró mi cadera, levantándome. Abrí mis piernas y él se situó entre ellas, se acercó para besarme, pero se detuvo a varios milímetros de mis labios y me miró.

- Vic, esta mañana dijiste que seríamos amigos - Su respiración era irregular, como la mía.


Él tenía razón. Parecía una guarra, maldita sea.

¿Qué me pasaba con Jake? Joder. Lo de anoche no tendría que haber pasado y ahora encima quería que se repitiese. Putas hormonas, puto alcohol y puto Jake por atraerme tantísimo físicamente.

Pero sería mentira si admitía que mi cuerpo no anhelaba su contacto.

- Lo siento - Lo empujé y me bajé de la encimera.


Me senté en el sofá. Joder, ¿por qué me estaba comportando así? ¿Es qué quería ser como Adriana? Maldita sea. No quería ser una zorra. 

Tienes que alejarte de Jake. Eso haré.  

Él está con Adriana, y joder, yo no puedo meterme. No me gustaban los triángulos amorosos, menos si incluían a esa imbécil.

Le miré sentarse en el sofá de al lado, recogiendo las cartas.

- Tenemos cosas de las que hablar - Dije y me miró, dejando el montón de cartas sobre la mesa.


Cuando escuchamos a mi mejor amiga gritar ambos nos miramos y reímos.  Jake metió la mano en el bolsillo derecho de su pantalón y sacó unas llaves. Alzó una ceja y asentí, respondiendo sin palabras su pregunta de una escapada.

No me quedaría aquí escuchando como lo hacían mi hermano y mi mejor amiga.


Antes de salir cogí una chaqueta, por que a así podría tapar un poco el top del pijama que llevaba. Jake sacudió las llaves en dirección a una moto. Era la típica como la de los personajes literarios, o inclusive como la de Mario Casas.

Se veía imponente ahí parada, tan oscura como la noche que la rodeada. Sólo la parte en la cual recaía el pecho del conductor al inclinarse para llegar al manillar era plateada,

Él subió y cuando me senté tras él arrancó.


Él era un conductor prudente pero rápido. Paraba en semáforos y señales de Stop.

O era prudente o quería alargar el trayecto. Aunque por la autovía íbamos al menos a 200km/h.

Cuando abrí los ojos por que Jake me tocó la pierna casi grito de alegría. Estábamos en la playa. Bajé corriendo de la moto y corrí a la orilla en cuanto aparcó. Jake llegó segundos después. 

Me senté en la arena y él se sentó a mi lado, mirándome. Le miré, preguntándome por que me había traído aquí, y más en el estado de embriaguez que me encontraba.

- ¿De qué tenemos que hablar? - Dijo él.


Estábamos solos en la playa. Y el alcohol seguía en mi sistema, por lo que hice un esfuerzo enorme por no sentarme sobre él y besarlo. Aunque precisamente las ganas no me faltaron.

- Lo que pasó anoche...

- Creía que lo habías olvidado - Me miró y sonrió, claramente aguantando la risa. Me había pillado con las manos en la masa.

- No se puede repetir - Dije, mirando de nuevo las olas.

- Por que somos amigos - Dijo él.

- Por eso mismo.

- Vic, si te soy sincero, me gustó lo que pasó anoche - Escuché su voz ronca - Aunque mucho sería poco para describirlo.


No lo miré. Seguro que trataba así a todas las chicas, así que me limité a apoyar los brazos sobre mis rodillas. 

Si quería seguir yendo a España sin estar comprometida, sin tener que darle explicaciones a nada, no podía dejar que eso se repitiera, por que tarde o temprano me surgirían sentimientos por Jake, y él no quería nada serio con nadie, ni siquiera consideraba a Adriana su novia.

- A mi no - Mentí - Así que no quiero que se vuelva a repetir Jake.

- No lo hará - Su rostro se tornó serio y se levantó - ¿Eso era todo lo que querías hablar?

- Sí, Jake - Me levanté - Pero quedamos en ser amigos, ¿no?


Él asintió, aunque sabía que estaba cabreado. ¿Por qué?. 

Se giró para irse, pero le detuve. Me quité la chaqueta y los pantalones, llevaba un culotte, lo cual agradecí, por que no quería enseñarle mi culo al completo a Jake, ya que éramos amigos. Amigos

¿Por qué sonaba tan mal? Por que lo de ayer te gustó y no quieres ser sólo amigos. Maldita sea. Jake me miró incrédulo y me quité el top.

- Vamos al agua - Dije, tirando el top en la arena, junto con los pantalones y la chaqueta.


Él sólo me miró y se desvistió, sin dejar de mirarme. Maldita sea, era tan excitante verle desvistiéndose tal como lo había hecho anoche.

Deja de pensar en eso. Ya lo sé, joder. Me metí corriendo en el agua, estaba fría, pero era soportable.

- ¡No me hagas una ahogadilla!


Grité cuando Jake me cogió, aunque fue inútil, por que recibí una tras otra. Ambos estuvimos hasta tarde en la playa haciendo el imbécil, jugando como críos. ¿Y si al final nos llevábamos bien y entablábamos una buena amistad?


Pero claramente yo sabía, en el fondo, que no quería que fuese así.

ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora