Prohibido

Capítulo 29 (Jake's POV)

Jake

Número 1: Siempre se dirigirá al jefe como usted. No se le tuteará.

Número 2: Al mínimo incumplimiento de alguna norma o por faltar el respeto al jefe, será despedido y notificado.

Número 3: Cumplimiento de las tareas encargadas sin excusas.

Número 4: Si debe ausentarse, deberá notificarse la ausencia con anterioridad.

Número 5: Queda prohibido su intervención en reuniones, entrevistas, etcétera.

Número 6: Cualquier opinión personal o punto de vista sobre algún tema que trate el jefe, sin estar argumentado, es inválido.

Continué leyendo los folios que me habían llegado hace un par de días mientras esperaba que el avión aterrizase en Nueva York.

Austin me había citado en la gran manzana por que él alegaba que ya requería de mis servicios. Sabía que se tenía que reunir con su equipo para grabar su nuevo vídeo y que por lo tanto en dos días iba a irse a Toronto, donde sí contaba con los servicios de su otro guardaespaldas.

Me había exigido el uso de un traje, debido a que la situación lo pedía expresamente, y a la vez me había dicho que llevase algo cómodo para cambiarme y acompañarlo mientras transitaba las calles de Nueva York.

Miré mi teléfono y vi un mensaje de Matt, que era, junto a mi padre y Thiago, el único que tenía mi número nuevo.

"Procura no perder los huevos antes de que ese estúpido te haga perder la cabeza" decía el mensaje de Matt. Reí con ganas, sólo él podía ser chistoso cuando lo había dejado a la suerte con su único apoyo estando a más de dos mil kilómetros de él.

El único número que me importaba haber perdido era el de Victoria, y me reproché una y otra vez mi falta de memoria ya que no había podido contactar con ella, y realmente la extrañaba. Pero estaba de vuelta en los Estados Unidos, y tras esa maldita reunión de Austin, la cual sería mañana en la mañana, trataría de hacer una escapada a Miami, ya que según había leído en las redes sociales, Vic estaba de vacaciones ahora. Por lo que supuse que estaría allí.

En el trayecto hacia el hotel, que estaba situado en Manhattan, me llegó un mensaje al Instagram: "Jake, soy Ed. No sé cómo, te he hablado y no te llegan mis mensajes, ¿te has cambiado el número?"

Respondí: "Debido a mi nuevo trabajo he tenido que cambiar el teléfono. ¿Sabes que puede que vaya a visitaros a Miami? Pero ni una palabra a Victoria".

Su mensaje tardó segundos en llegar: "No vayas, ambos estamos en Nueva York, ven directamente aquí". Que jodida casualidad. Respondí: "¿Dónde os estáis quedando? No me puedo creer que esto esté pasando. Yo también estoy aquí, hermano".

Solté una carcajada y el taxista me miró como si estuviera loco. Normal, realmente parecería un lunático. En el poco trayecto que quedaba, maquiné un plan: Dejaría una nota en la suite donde Victoria se alojase y mañana, tras la reunión, quedaría con ella. Ed me ayudaría y podríamos ir a ver el Empire State o la estatua de la Libertad.

Nueva York era la ciudad donde los sueños se cumplen y la que nunca duerme, siempre había algo que hacer. Y en nuestro caso no iba a ser diferente, por fin conseguiría estar con ella costase lo que costase.

La había cagado, pero ya no más. Ella volvería a ser mi novia, por que realmente, ¿cuándo no la había visto como mi novia?. Aquella época en la que la conocí se veía tan lejana pero a la vez tenía la sensación de que había sido simplemente hace dos días.