What the hell is wrong with me?

Capítulo 10: Intentar otra vez

¿Qué mierda quiso decir? ¿Una cita? Eso era sólo una expresión, ¿verdad? Ella en realidad no se refería a una cita real. ¿O si?

"Dixon! Vas a hacer algo o sólo estarás perdiendo el tiempo?, maldito soñador"

Daryl hizo una seña al contratista y usó el martillo para trabajar en el resto de la pared. Esta maldita situación era confusa. Ella era confusa. ¿Realmente quería que esto fuera una fecha? ¿Con él? Deseó por un momento que Merle estuviera ahí para poder preguntarle sobre ello, pero después recordó que era Merle. Su hermano no tenía "citas" con las mujeres, y menos con mujeres como Carol. Recogía zorras en los bares, se drogaban juntos, cogían, y luego las botaba.

Daryl se avergonzó de sí mismo, pero tenía que admitir que estaba feliz de que Merle estuviera en la cárcel en este momento, se habría burlado de él sin piedad de haber estado allí. '¿A dónde vas hermanito? ¿A la casa de esa mujer? ¿Cuando vas a aprender que ella no te quiere... sólo eres un paleto estúpido que sabe cómo arreglar cosas'.

Se pasó el resto del día pensando si esta era en realidad una cita, al final decidió que probablemente no. Pero limpió su camión y compró una camisa nueva, por si acaso.

Daryl se detuvo en su casa a las siete, la hora que le había dicho que llegara. Iba a hacer esto bien, estaría ahí a tiempo, incluso planeó abrirle la puerta, pero antes de que pudiera salir de la camioneta Carol ya estaba corriendo hacia él. Estaba agitada y sonriente, y estaba casi seguro de que trataba de matarlo. Carol siempre se veía bien pero esta noche llevaba un top negro ajustado con un escote bajo, ofreciendo una vista generosa.

Carol entró de un salto en la vieja camioneta con una sonrisa, "¡Hey!"

Daryl saludó con la cabeza, "Hola ... que ... eh, te ves muy bien", estaba nervioso y se notaba, pero quería felicitarla.

Su pequeño elogio entre dientes había sido suficiente para que Carol dejara escapar una gran sonrisa y un ligero rubor en su rostro, "Gracias".

Daryl se aclaró la garganta con torpeza, y fue en dirección a un bar cercano. El vehículo estaba en silencio, los nudillos de Daryl permanecían apretados en el volante mientras Carol miraba por la ventana, sonriendo a los edificios que se veían. Había esperado que su blusa llamara su atención, pero nunca esperó que le dijera algo en realidad, se mordió el labio inferior, luchando contra el impulso de sonreír demasiado. Sus ojos se habían abierto y su mandíbula bajado un poco antes de tragar duro y decir el cumplido. Después de las primeras visitas a su casa, Carol tenía la ligera sospecha de que Daryl se sentía atraído por ella, sólo quería una confirmación, quería saber que no era su imaginación.

Al segundo que entraron por la puerta del bar, Carol recordó por qué había elegido este agujero en un principio. A pesar de ser un viernes por la noche, el lugar tenía pocos clientes, varias personas estaban esparcidas a lo largo de la barra y sólo unas pocas mesas estaban ocupadas. A menor cantidad de gente, más a gusto se encontraba. Y estaba contenta de que él se estuviera esforzando.

Se sentaron en una mesa alta hacia la parte posterior de la barra, cerca de la mesa de billar. Se deslizó en su asiento con una sonrisa mientras Daryl se quedó mirándola con expectación, "¿Cerveza?"

Carol lo miró, otra vez, llevaba una camisa de botón a la que había logrado dejarle las mangas, era de un tono verde claro que complementaba su color de piel, "Sí, por favor."

Carol aprovechó la oportunidad para echar un vistazo en el bar mientras Daryl ordenó las cervezas. En su mayoría eran solo hombres de edad avanzada que que parecían llevar un tiempo bebiendo ahí, pero en un rincón había una mesa de jóvenes que probablemente habían venido con identificaciones falsas, y luego en el otro extremo se sentó una tipo que simplemente parecía tener problemas.