Capitulo 2

5.6K 561 81
                                    







Al día siguiente tenía a un niño encima mío, enseñándome sus partes nobles.

—¡Joder! Tápate.

Lo vi a los ojos. Tenía unos ojos preciosos de color verde musgo. Sus mejillas muy sonrojadas.

—¿Quién eres?

Me pregunto y seguía encima mío, su cola se movía como sí fuera un perro.

—Hola, soy Lucy, ayer te encontré y te traje conmigo.

—Hola... Soy Natsu, gracias por cuidar de mi.

Asentí. Me pare y el se movió sentándose.

Se que es un niño pero esto es incomodo. Fui por su ropa y ya estaba seca. Regrese,  estaba sentado en la orilla de mi cama.

—Ten, vístete, cuando acabes, vamos a desayunar.

Salí del cuarto dejándolo solo. Me fui al baño. Hoy no tenía que ir al trabajo. Me lave los dientes. Solo iba a estar en la casa así que me deje la pijama. Fui a la cocina a prepara el desayuno, cereal, hot cakes y café.

Mientras se cocían los hot cakes, vi que el pequeño ya estaba a mi lado. Con su pantalón blanco bombacho. Un chaleco y su bufanda amarrada a la cintura.



—Muy bien pequeño ¿Natsu?, que hacías en la basura.

Baje la mirada y sus mejillas estaban rojas, Rojas. Sus puños cerrados hacían que sus nudillos se pusieran blancos.

—Mi protegida me abandono.

—¿Como que tu protegida te abandono?

—Mi protegida era una chica mala. Me decía que no servia para nada. Y hace dos días enferme, y lo único que hizo fue tirarme al basurero. Estuve ahí por dos días. Hasta que tu me salvaste.

—¿Quién es tu protegida? ¿Y que es una protegida?

—Una chica albina. Se llama Lissana. Cuando yo nací me asignaron a una chica a la cual se le debe de proteger. Pero a ella le dieron a escoger a 4 crías de dragón. Me eligió a mi. Se supone que conforme el cuidado que te dan vas creciendo pero yo ya llevaba dos meses no ella y no crecía. Ella no era mi protegida legítima. Si no crezco, soy presa fácil para los demás DS.

—¿DS?

—Dragon Slayer. Cuando crecemos nos convertimos en Dragon Slayer. Pero yo no he crecido.

—¿Y que puedo hacer para ayudarte a crecer? No soy tu chica a proteger, pero tal vez pueda echarte una mano.

—Solo déjame quedar contigo. Si no tomo mi tamaño original en lo que queda esta semana. Me iré.

—Así, ¿ sin más?

—Así es.

Serví el desayuno, puse los platos en la pequeña mesa que tenía. Si que tenía hambre pues hasta acabo gordito de tanto hot cakes que comió.

Enseguida comenzó a bostezar.

—Lucy, tengo sueño. ¿Podrías llevarme a tu cama?

Lo vi y me alzaba sus pequeños brazos.

—Claro, vamos pequeñín.

Lo cargue pero antes de todo lo arrulle, como si de un bebe se tratara, sus ojitos verdes comenzaron a cerrarse. Dando paso a una siesta.

Vi al rededor, y no tenía nada que hacer, no estaría mal adelantar el libro.

Me acerque a mi cama y poniendo almohadas a los lados para evitar que se cayera. Lo recosté y su carita se veía mejor que ayer.

Me senté en el piso, saque la Ipad, y reanude mi libro.



Después de 3 horas trabajando decidí terminar por ese día, ya eran las 5 de la tarde, me pare estirando mis piernas y brazos. Cuando voltee casi me voy de espaldas.

Natsu había crecido más.

¿Cómo no me di cuenta?

Ib a necesitar un control para que el notara como crecía. Me acerque y seguía dormido, a un lado de su boca un hilo de saliva.

Con mi brazo lo medí.

Ahora media de mi codo hasta la punta de mis dedos.

Saque un plumón rojo y me fui al filo de una pared. Y lo marque.

—Pequeñín, creo que si vas a crecer.

Mi guardián.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora