Después de ese tan extraño e incomodo día. Regresamos.Natsu actuó normal, mientras que yo por dentro me comía la uñas.
"Por que te conocí"
¡Carajo!
Siento como me comienzo a sonrojar.
A la mañana siguiente, tenía a Natsu frente a mi, lo tenía abrazado de la cintura. Mi cabeza se escondía en su cuello. Me separe un poco de el.
¿Qué demonios estoy haciendo? ¡Es un chico de 25 que se ve de 13 o 15 años!
¡Estoy mal! ¡Muy mal!
Siento que comienza a moverse y enseguida me acomodo y actuó que duermo.
—¿Hoy dormirás mas Luce?
Suspire como si estuviera soñando. Me moví y mi cabeza quedo de lado.
—Aunque estés en pijama. Dormida. Te ves preciosa. Me gustas, ¿sabes?
Ojalá pudiera quedarme contigo y protegerte.
Se va a ir.
Con cuidado empece a buscar pausadamente. Toque su brazo y lo jale hacia mi.
Abrazándolo.
—Haz de soñar que abrazas un oso, ¿verdad pequeña Luce?
Es hora.
—No, estoy buscando a Natsu, el pequeño D.S que cuide y ahora se va a ir de mi. Sabes, me voy a sentir sola, a pesar de que llevas pocos días conmigo. Me he acostumbrado a tu presencia.
Enterré mi cabeza en su pecho.
—No estarás sola. Ya no.
—Te vas. Y buscaras a tu protegida legítima.
—Si, primero tengo que regresar y deshacerme de Lissana. Después buscar a mi protegida.
Sentí un beso en mi frente.
—Vendré a visitarte.
—Eso no basta.
Sentí un nudo en mi garganta, obligándome a separarme de el. Me levante y me fui directa al baño.
Solté un par de lagrimas y me duche.
Cuando salí Natsu estaba en la cocina. Haciendo el desayuno. No me había fijado del todo bien.
Ahora me llegaba a la barbilla.
—Iré a la editorial, veré como va la publicación de mi libro. ¿Podrías quedarte? Será muy tardado. Puedes tomar mi Ipad, jugar o ver alguna película. Si cocinas ten cuidado.
Asintió serio.
Tome mis pocas pertenencias y me fui.
Me dirigía a la editorial. Veía a la gente pasar. Corrían de un lado a otro. Y yo los veía tan lentos. Como en cámara lenta. Pare en una cafetería. Había pastel de chocolate. Compre uno completo. Seria los últimos días de Natsu conmigo. Al menos que se lleve un bonito recuerdo de mi.
Todo fue como siempre. Era tardado el proceso de publicación. El arte de la portada. Todo estaba listo.
En menos de un mes saldría a la venta mi primer libro.
Cuando vi eran las 8 de la noche.
¡Joder! Me fui desde las 10 de la mañana.
Me despedí y me fui a casa.
Tenía una extraña sensación.
Subí lo más rápido que pude, abrí la puerta velozmente. En mis manos estaba el pastel.
—¿Natsu?
Las luces estaban apagadas.
—¿Natsu, donde estas?
Nadie contesto.
—¡Traje pastel de chocolate! ¿Donde estas Natsu?
Me acerque a la mesa a dejar el pastel pero vi una nota.
"Lucy, perdóname por no despedirme como es debido, gracias por todo, tengo que seguir mi camino yo solo, gracias por darme una segunda oportunidad de vivir, espero y volverte a ver algún día, cuídate.
Te quiero.
Natsu Dragneel."
Ni siquiera sentí cuando el pastel se me había caído de las manos.