Capítulo 6

5.7K 537 192
                                    




A pasado un mes desde que Natsu se fue, he tratado de buscarlo pero me es imposible.

Jamás lo encontrare. Ahora menos pues me voy lejos de mi hogar a las firmas de autógrafos que daré.

Veo mi pequeña maleta y levantó la vista a mi departamento. Que comienza a llenarse pues, mi trabajo dio frutos.

Me voy.

Por mas que quiera esperar, ya no puedo.

Tomo el tren para irme. Observo en la ventana como vamos cambiando de la ciudad a naturaleza.

¿Dónde estará Natsu?

Ha pasado por lo menos unas tres horas desde que tengo el trasero plano.

¡Joder!

Al fin he llegado a Crocus. Mientras acomodo mis cosas en mi habitación del hotel, la gente comienza a formarse para el autógrafo. El tiempo se reduce hasta que al fin me muestro ante mis fans. Al menos unas 200 personas hay. Nada mal para que hace poco me diera a conocer.

Saludos, besos, regalos. Todo me llega.

—Solo queda una chica señorita Lucy.

Asentí. La firma estaba por culminar.

—Hola, ¿como te llamas?

—Soy Lissana. ¿Te podrías tomar una foto conmigo?

—Claro.

Firme su libro y nos tomamos una foto.

—Bien, señorita Lucy, ¿quiere ir a comer o prefiere que la llevemos al hotel?

Me pregunto uno de los trabajadores de la editorial.

—Sabes que, daré una vuelta por la ciudad, por favor, ustedes vayan a divertirse, fue un día agitado. Gracias.

Tome mi bolsa y salí, camine aproximadamente una hora hasta llegar a los lugares no tan transitados de Crocus.

—Señorita Lucy, ¿a dónde va?

Voltea y estaba esa chica de cabello blanco. Lissana.

—Pues es la primera vez que vengo, así que vine a explorar.

—Le haré compañía si no le molesta.

Asentí.

—¿hace mucho que vives aquí?

—En realidad no, tiene unos 2 meses que vine, aquí vine por nuevos aires. Nada de cosas molestas y fastidiosas.

—¡oh ya veo! Bueno Lissana, regresare al hotel, fue un gusto. Cuídate.



Sentí que se acercó a mi.

—Cuídate tu, perra.



Sentí que algo pinchaba mi cuello y me hacia perder la fuerza, dejándome caer de golpe.

—Nene, ya la tengo, será un buen negocio. Apuesto que tiene dinero su familia.

Vi que se acercaban un grupo de chicos.

¿qué demonios está ocurriendo?

—¡Oye la chica esta buena!

Se acercaron a mi y comenzaron a toquetearme.

—¡No me toques hijo de puta!

Un buena bofetada hizo que me  fuera de lado.

Mi guardián.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora