LA CHICA DEL PELO ROJO {En proceso de corrección/actualización}

CAPÍTULO 2 FIN DE CURSO

Son las nueve de la mañana. Me despierto me mi habitación. Hace calor es el veinticuatro de junio. Día de fin de curso. Me visto. Hoy toca unos vaqueros cortos, con una camiseta  rosa que enseñe el ombligo. ¡ Jo, me encantaría tener un piercing en el ombligo! Después de protestar me pongo las zapatillas y voy al baño, me peino mi larga melena roja y me la aliso haciéndome bucles al final de ella. Me maquillo un poco y me dispongo a desayunar. Hecho los cereales en la taza y luego la leche, me los como y me bebo la leche. Me lavo los dientes y me dirijo al instituto. En la panadería de al lado de mi casa me esperaba Blanca. Una chica morena de pelo largo, a mitad de espalda de ojos azules , delgada.
-¡Hola Julia! Vamos a buscar a las demás.
-¡Hola! Vale, vamos.
Nos dirigimos por el camino que es largo y con curvas. En una de las esquinas nos esperaba Lucía. Una rubia de bote que antes tenía el pelo castaño. Muy alta.
-En la esquina como las putas ¡eh!
-¡Serás perra!
Me gritó Lucía, riéndose y dándome un puñetazo en el hombro.
Seguimos andando y en la tienda de chucherías  nos esperaban María. Una chica de pelo castaño largo con californianas Rojas y Sofía. Una chica de pelo negro rizado, de ojos marrones y que media un metro cincuenta y tres.
Así nos dirigimos todas hacia la fiesta de fin de curso que se celebra en el instituto.
Al llegar Blanca se encontró con su novio Jorge, se besaron y les dejamos intimidad. Lucía se fue con su novio David y también nos dejó solas. María se fue sola y dijo que nos veríamos luego, asentimos las que quedábamos y la dejamos ir. A lo que nos dimos cuenta solo quedábamos Sofía y yo pero ella también se fue con su novio. Me quede sola. Estaba harta siempre lo mismo. Siempre sola. ¿Por qué no encuentro novio? Por que estoy gorda, he hay la respuesta.
Me senté en un rincón del baño de chicas y me puse a llorar. Empecé a pensar en cómo adelgazar, no quiero irme por esos métodos así que di la cara y me sumí en la masa de gente y me dejé comer por la fiesta. Todo el mundo cantaba y vociferaba. Vi que había gente que hacía novillos por una ventana de una planta suelo , que daba a un parking abierto. Me sumé a la manada salté y comencé a correr. Me caí pero alguien me sujetó la mano y me levantó. Fui a alzar la vista y le vi por primera vez.