LA CHICA DEL PELO ROJO {En proceso de corrección/actualización}

CAPÍTULO 9 EL OTRO CHICO DE MIS OJOS

Seguía avanzando el día y aún me encontraba en casa de Sergio, otro príncipe que me había rescatado de las garras del bordillo.
Después de un largo rato hablando con él me pidió mi número de móvil.
-Oye Julia... ¿Te importaría darme tu número?
Me. Lo pensé unos instantes... Y acepté.
-Bueno vale, porque no.
-¡Genial! Te escribiré siempre que pueda.
Estábamos pasando un buen rato hasta que me di cuenta de que tenía otras siete llamadas perdidas de mi madre, así que me tuve que ir.
-Bueno Sergio, encantada de conocerte.
-Igualmente, recuerda que te escribiré.
-Si, si. Adiós.
Salí de su casa pensando en Él. Me gustaba mucho... También es verdad que lo acababa de conocer... ¿Y Rubén? Ya sé que le quiero pero le acaba de salir un competidor.
Llegué a casa y mi madre comenzó a gritarme como si no hubiese un mañana, cada grito era un rayo más de mi tormenta mental.
-¡Cuándo venga tu padre te vas a enterar niñata!
Me encerré en mi cuarto y comencé a llorar.
-Piii
La luz de notificación de mi móvil se encendió haciéndome sentir curiosidad por ver quién me escribía. Para mí sorpresa era Sergio, creí que lo de escribirme era una broma y nunca lo haría pero no.
-Hola, ¿Eres Julia?
-Si soy yo.
-Soy Sergio, quería asegurarme de que era tu número.
-Jajaja, que majico.
Puse un emoticono de carita feliz.
-¿Haces algo esta tarde?
Me preguntó.
-No no hago nada ¿Por qué?
-Por qué me gustaría volver a verte.
Me sonrojé al leer el mensaje.
-Pues si quieres quedamos.
-Por supuesto, ¿A las 16:30 te viene bien?
-Tendré que escapar de las garras de mi odiosa madre pero allí estaré.
-¡Genial! Nos vemos, adiós.
-Adiós
La alegría me inundó el alma, hasta que pensé en Rubén. Hoy tampoco me había dicho nada. Que le den, cuando quiera saber algo de mí ya me llamará... De momento esperaré, yo ya le he insistido bastante...
Esa misma tarde en la entrada de la Ribera...
-Joder como tarda Mérida.
Dije para mis adentros.
A lo lejos pude divisar a una chica que me saludaba. Era la estudiante de intercambio.
-Bueno ya estoy aquí... Perdón por el retraso. Tengo algo que decirte.
Me pasó los brazos por detrás del cuello y empezó a acercarse a mis labios.
-¡No Mérida, yo estoy enamorado de otra persona!
Le grite apartándola.
-Pero... ¡Yo creía que te gustaba!
-Yo ya tengo novia, lo siento.
Le dije más calmado.
-No me rendiré hasta conseguirte, que lo sepas.
Se fue muy indignada y me volví a quedar solo.
-Piii
Saltó la luz de notificaciones de mi móvil y me dispuse a leer el mensaje, cuando ví de quién era me quedé atónito.