Eliott se entrevistó con su nueva representante el día siguiente a su separación con Kyros, el almuerzo que compartieron se alargó mientras discutían los pormenores de su carrera, hacia dónde se quería enfocar, qué planes tenía, cosas que podían hacer, sobre su imagen y muchas cosas más. Eliott descubrió con creces la diferencia entre un profesional y el que apenas y se las arreglaba con los asuntos legales de su contrato.
Eliott no pensó durante su charla, ni por un segundo, que esa misma noche aquella mujer estaría en la casa de la que él había salido huyendo apenas el día anterior, y mucho menos que le daría un informe completo de su plática al hombre del que precisamente había escapado.
—¿Por que este interés tan extremo? ¿Me crees incapaz de hacer el trabajo? – Czar le tendió una copa de vino que la mujer con gusto aceptó.
—Digamos que tengo un interés especial, quiero que me consultes todas las actividades que tengas para él y omite los "caminos fáciles"— gruñó y la mujer levantó una ceja.
—¿No me digas que aún no te acuestas con él? – La mujer frunció el ceño— Ya me parecía extraño que estuvieras tan interesado— sonrió y bufó con algo de burla. Czar llevó su propia copa a los labios antes de responder.
—¿Qué se supone que intentas decir con eso?— preguntó, se le notaba bastante serio, los eventos del día anterior aún afectaban su ánimo. Sin embargo la mujer no se vio afectada y rodó los ojos.
—Por favor, ambos sabemos que pierdes interés en tus conquistas después de acostarte con ellos— explicó a la ligera.
—Te equivocas en eso, solo es que ya ha pasado el momento, de la forma en que lo dices me haces ver como alguien que conquista y desecha y no es el caso— se sentó en el sillón frente a la mujer y negó.
—Ah ¿no?— ella rió.
—Siempre le dejo perfectamente claro a mis amantes que solo será sexo antes de que suceda-, asintió sin ofenderse en lo más mínimo- . No soy tan bastardo como para llevarme a la cama a alguien que pueda enamorarse de mí para después dejarlo – tomó un trago más— menos aún en este mundo en el que el sexo es una moneda de cambio usual.
La mujer parecía estar de acuerdo con lo que decía pues no renegó ni se sorprendió por la afirmación.
—Entonces ¿qué es? ¿Es que este diamante en bruto no está de acuerdo con tus términos?— Czar movió el líquido en la copa.
—Digamos que se resiste a aceptar lo que ya es un hecho inminente— afirmó con la mirada en el líquido de su copa.
—¿Y cuál es ese?— se mostró intrigada.
Él se llevó nuevamente la copa a los labios y después, nuevamente hizo girar el contenido, observó a la hermosa mujer a través del vidrio.
—Que ya es mío— sentenció y ella notó la seriedad del asunto.
La mujer entendió entonces por que la había llamado a ella, quería que su pequeño diamante brillara tal cual merecía su talento pero no iba a arriesgarse a que alguien más pusiera sus manos sobre él. Un novato como Eliott, sin conexiones, con un talento nato al descubierto era una presa indefensa para aquellos que sabían cuánto podían obtener de él y como esos había muchos.
—Me aseguraré de no tomar "caminos fáciles", tu nombre en su espalda será suficiente para ahuyentar a los lobos— levantó la copa— Propongo un brindis.
—¿Por qué?— Czar ladeó el rostro.
—Porque tu cachorro sea pronto amaestrado— ella le sonrió y el le devolvió el gesto acercando su copa.
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El toque de Czar
RomanceEliott es un actor que busca la gloria y Czar Kyros puede dársela, pero ¿cuál será el precio que tendrá que pagar? Historia relacionada con 'No te enamores de Ángel'