19 1 0
                                    

Hace cuatro días escribía acerca de como me sentía respecto a ti. No me hablabas y yo tampoco lo hacia. Nuestra comunicación era nula. 

Hace dos días, domingo 6 de Marzo para ser exacta, la pantalla se encendió y tu nombre apareció en ella.

Tu necesidad para saber nuestros trabajos de clase era el motivo de tu llamada. No me prive del placer de escuchar tu voz y conteste el teléfono. 

Estaba tan mal, pero se sentía jodidamente bien. Quien iba a predecir que a los minutos de contestar tu llamada estaría muriendo a carcajadas por todos esos chistes que me contabas. Que al hacerme reír todos esos sentimientos volverían. Solo me basto volver a escuchar tu voz para volver a enamorarme. Ese hombre que se había robado toda mi atención, que me hacia la persona mas feliz del mundo que incluso mis padres se hartaban de escucharme reír sin parar debido a sus bromas, ese hombre que en lo mas profundo de su corazón sentía algo, algo que el aun no podía notar. Ese hombre se encontraba al otro lado del teléfono.

La música que hiciste sonar para mi desde tu habitación solo me hizo frágil. Me debilito el corazón encontrarme en esa situación, ambos en silencio mientras yo escribía unos textos en mi cuaderno. ¿Quien no sentiría nada en una posición como esa cuando te encuentras con el chico que literalmente acelera tu corazón a mil por hora? 

La música no hizo mas que su trabajo, pues tiempo después nos encontrábamos hablando sobre nuestros sentimientos el uno al otro, aunque el pertenecía a alguien mas, en el momento no importo, pues ambos nos encontrábamos en una zona de comodidad hablando sobre nosotros.

Secretos salieron al aire y muchos te odio disfrazados de te quiero cerraron la gala de 4 horas al teléfono que había tenido con el. 

Me propuse a olvidarte, ¿pero como lo lograre si cada que te apareces en mi vida me premias con estas cosas? Si durante tus platicas me dejas en claro que aun sientes algo por mi. Cuando el chico(a) regresa, es porque su novia(o) no esta haciendo las cosas bien. Pero tampoco puedo permitirme ilusiones, esperanzas o confianzas respecto a ti. Ambos no nos merecemos en lo absoluto, pero si sentimos algo, entonces ¿que merecemos? Eso de sentir algo y no poder estar juntos es una tortura, una injusticia, una locura que me consume día a día. Cuando se trata de ti, todo me derrumba. 

Ruego a Dios que esta no sea la ultima vez que tengamos este tipo de conversaciones. Sin duda después de 3 meses sin vinculo alguno, ha sido de las mejores formas de volver a conectar nuestra comunicación y quedara marcada en mi memoria como una de mis favoritas.

Si algún día desaparecemos de nuestras vistas y nos volvemos a encontrar, puedo decir plenamente que te elegiría sin pensarlo. Incluso si fuera en contra de mi sano juicio, no dudaría que me volvería a enamorar de ti, justo de la manera en que lo hago.


Enamorada con derecho a roce.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora