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Ayer un amigo me llevo a casa porque se lo pedí. Estabas con ella. Y no quería que nos tocara subirnos a los tres en el mismo camión. Claramente ibas a estar hablando con ella durante el camino y lo menos que quería era observarlos. Mucho he hecho para evitar toparmelos desde hace meses.

No se si la razón por la que te sentaste con ella fue porque minutos antes le había agarrado la mano a uno de mis amigos (no es el mismo que me llevo a casa) y estuve la ultima clase conversando con el. El sabia perfectamente que el y yo somos amigos. Hasta el le hablaba. Lo que no sabia, era que mi amigo estaba pretendiendo a una chica. No lo hice con intensión de malinterpretar. Lo hice por broma. Era solo un juego. Los amigos juegan, bromean. ¿Cierto? 

En fin. Llegue a mi casa gracias a mi amigo, el cual le agradezco infinitamente y se quedo un rato para charlar. Estuvimos dentro del carro conversando. El tiempo paso y dijo que tenia que irse. 

Era usual besarnos como despedida. Y no me malinterpreten. Estoy soltera. Por lo tanto podía hacer lo que quiera. Con limites y estableciendo consciencia, claro. Sin embargo esta vez no lo hice. No lo bese. Estuve pensando en la situación con el y no lo hice. Apareciste en mi mente. Pense tu nombre mientras hablaba conversaba. Así que salí del auto sin hacer nada mas.

Me di cuenta que mi amor hacia ti es tan fuerte que puedo rechazar a cualquier persona aunque te acuerdes de mi debes en cuando.

Enamorada con derecho a roce.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora