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Me di cuenta que estabas sentado a mi lado. ¿Como? No lo se.  Aun faltaban 10 minutos para que comenzara la clase, tu entrabas y salias del salón, supongo que la razón de tus sonrisas se encontraba afuera. Pasaron lista y seguías afuera mientras yo miraba hacia la nueva profesora que era un desastre pasando asistencia. Se equivocaba al decir los apellidos de mis compañeras y su voz no podía escucharse debido a tanto ruido dentro del aula. Cabe destacar que la clase aun no había comenzado, lo cual se me hacia incorrecto que pasara asistencia cuando todos mis compañeros no estaban presentes.

Cuando sonó la campana, la clase empezó. El llego con 5 minutos de tardanza, pero no llego con la razón de sus sonrisas. Lo cual estuvo divagando mi mente como por 10 minutos. Era algo inusual. Usual era que entraran juntos, pero esta vez no fue así. Se sentó a mi lado y volteo a hablarle a mi amiga que se encontraba detrás mio. Yo solo trataba de no prestar atención a sus movimientos. El le hablaba a tres chicas que estaban a su alrededor y estando yo a su lado, no me dirigía ni una palabra.

La profesora empezó a dictar. La cosa era que dictaba muy rápido. Hubo momentos en que a el se le pasaba el dictado y preguntaba, nadie contestaba, excepto yo. Durante toda la clase fui sus segundos oídos para cuando se le pasara el escrito. De la nada puso su teléfono sobre mi brazo que estaba apoyado sobre la mesa de la butaca y me di cuenta que estaba muy caliente. Y enseguida paso a ponérselo a los brazos de mis compañeras, fue algo muy extraño considerando el hecho de que no me dijo nada, solo lo hizo sin pedir permiso alguno.

La profesora dio salida antes de lo normal y en cuanto guardaba mis útiles, se giro en dirección mía, como si me quisiera decir algo, pero no lo hizo. Quizá estaba esperando a que el aula se vaciara. 

De camino a la parada de autobuses, estuve una hora esperando. Eran las 7:10 pm, y para esa hora no muchos autobuses pasaban y lo peor era que no solo yo esperaba el autobús, también el lo esperaba, mi amiga y aproximadamente 17 personas. 20 minutos después, Dios había escuchado mis plegarias y un camión se había detenido en la parada. Me fui realmente apretada, mi amiga pudo sujetarse al tubo pero yo tuve que sujetarme de ella. El se encontraba a solo una persona lejos de mi, y empezó a molestarme a mi y a mi amiga durante todo el viaje. Se la pasaba dándonos pequeños golpes de compañerismo en nuestras cabezas. La mejor parte era que yo también lo molestaba. Podíamos molestarnos por el hecho de que ella no estaba presente, y estaba consiente de eso.

Mi amiga se bajo antes que yo y la chica que nos separaba a el de mi, también se bajo. Ahora el se encontraba al lado mio, y había un mayor espacio dentro del autobús. Me aferre del tubo durante el camino. Pretendí no verlo, sabia que me veía, lo observaba por el rabillo de mi ojo. De pronto empece a sentir un toque sobre mi cadera, una oleada de sensaciones circularon por todo mi cuerpo. Me voltee y el se encontraba detrás de mi, sonriéndome. Claramente se encontraba pícaro con la situación. El sabe exactamente como me pongo cuando me toca. Le gustaba provocarme. Estaba oscuro por lo tanto nadie podía observar nada. Quise vengarme de la situación y lo hice. Primero me asegure de que nadie estuviera viendo y extendí mi mano para tocar su miembro, el no hizo mas que ocultar la expresión de asombro. Habían cerca de 15 personas alrededor nuestro y nos encontrábamos en esa situación. Después de eso se la paso haciéndome cosquillas durante el resto del camino ¿quien no se resiste a eso? Hubo tres o cuatro toques mas entre nosotros. Nos gustaba y ambos lo sabíamos.

Cuando llegue a casa había olvidado tender la ropa que había lavado la noche anterior, se que era de noche pero necesita ropa limpia para el día siguiente. Cuando cheque mi teléfono vi que tenia 9 llamadas perdidas de el. Mi corazón se acelero a mil por hora y en un abrir y cerrar de ojos le envié un mensaje aclarando la razón de no haber contestado. Apenas vio mi mensaje y enseguida aparece su nombre en la pantalla de mi celular indicando que me estaba marcando. Conteste.

Eso apenas era el principio de lo que seria una larga noche.






Enamorada con derecho a roce.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora