Después de haberse presentado, Lucía y Frida salieron caminando de la escuela por el salón derrumbado, mientras Lucía solo pensaba en que era lo que estaba pasando y de donde venían esas criaturas y que querían hacer aquí, Frida, seguía avanzando como si nada, tal como si estuviera dando un paseo en el parque, se veía muy tranquila, mientras su cabello, su gran espada y su falda se movían al compás de sus pasos.
Conforme seguían avanzando, Lucía sólo podía aguantar la tristeza y las ganas de llorar que sentía al ver el gran desastre, la calle, ya no era como la había visto en la mañana, hace apenas dos horas, parecía haber sido destrozada por un tornado, las casas, estaban con los tejados derribados, varios autos regados por el pavimento, al parecer habían sido abandonados en el caos, otros de los autos, simplemente estaban volteados y despedían humo, varios seguían en llamas, lo peor, fue cuando estaban frente al centro comercial.
-oye linda -, dijo Frida girando su rostro sobre su hombro, -eres sensible al ver cuerpos de gente muerta? -. Se detuvo en seco haciendo que Lucía casi chocara con ella.
-si... supongo que sí, digo, a quien le gusta ver cuerpos de gen...-.
-oye linda, es solo una pregunta de si o no, no era para que que hicieras un libro con tu respuesta -, contesto Frida de manera sarcástica, -oye linda, has me un favor y cierra los ojos los próximos diez metros, si?.
Esta biiieeeennn, no entiendo por qué pero ya que tú lo...-.
-deja de hablar y sólo haz lo si?, deja de hablar tanto.
-esta bien -, contestó Lucía mientras cerraba los ojos.
Cuando comenzó a caminar, iba un tanto despacio, tratando de no tropezar con nada.
Cuando estaban justo frente de la puerta del centro comercial, Frida le tomó la mano a Lucía para jalarla y hacerla caminar más rápido, no quería que viera la gran montaña de partes de cuerpos humanos como brazos, torsos y piernas que se podían ver desde afuera del centro comercial, al parecer, habían sido atacados por más de esas criaturas, al igual que en la paredes se podía apreciar manchas enormes de sangre, y garras que rasgaban el yeso de la pared, tal vez no esta lista para esto, pensó Frida.
-oye, porque me pediste que hiciera eso? -, dijo Lucía por fin cuando Frida le soltó la mano.
-despues te lo digo -, contesto Frida en un tono dudoso, sobre si debía decirle o no lo que había ahí dentro.
-y..., hacia a donde te diriges ahora?-, pregunto Frida mientras seguían avanzando.
Lucía, se detuvo en seco, una pequeña pero poderosa chispa de memoria le hizo recordar a su mamá, despues de todo por lo que había pasado, se le olvidó que su madre seguía en su casa, tenía que ver si se encontraba bien.
-hee..., recordé que tengo algo que hacer -, le dijo Lucía a Frida, quien se dio vuelta para verla a la cara.
-enserio?, entonces..., que te vaya bien, ojalá no mueras, nos vemos luego -,dijo Frida en tono burlista mientras levantaba su mano en señal de despedida y seguía caminando por la acera.
-oye Frida -, dijo Lucía un tanto nerviosa, haciendo que Frida se detuviera, -me podrías hacer el favor de acompañarme a mi casa?, es que..., parece que sabes defenderte, sola pero yo no, y no se si vaya a haber más de esas criaturas en mi camino -, mientras esperaba la respuesta de Frida, Lucía jugaba con su playera blanca enrrollando su dedo en el extremo, que tenía manchas de sangre, la espera de su respuesta la estaba matando.
-vives lejos? -, contesto Frida un poco desesperada.
-no muy lejos -, respondió rápidamente con una pequeña sonrisa en su rostro.
...
Justo cuando dieron vuelta en la calle del vecindario de Lucía, se les borro la sonrisa, bueno, sólo a Lucía, aquel vecindario tan hermoso, sus vecinos, todo había sido destrozado, tal como si hubiera haber ocurrido una guerra, por donde se viera, había gente muerta, tirada en la acera, la mayoría de ellos estaban destrozados, o sin sus extremidades.
-que es lo que esta ocurriendo!!!!! -, gritó Lucía con todas sus fuerzas en un acto de furia contenida por todo lo que había visto, -porque esta pasando esto ahora -, comenzó a llorar mientras se dejaba caer de rodillas al pavimento.
-tranquila linda, verás que todo se pondrá mejor -, dijo Frida, tratando de hacer su voz un poco más dulce, ella sabía lo que se sentía perderlo todo, sin poder hacer nada para cambiarlo.
-mira -, continuo Frida mientras se inclinaba a un lado de Lucía para pasar su brazo por su hombro, -porque no vamos mejor a tu casa y descansas un poco, si? -.
Cuando Lucía se puso en pie y se seco las lágrimas con la parte plana de su mano, asintió.
-es por aquí -, dijo mientras apuntaba a una pequeña casa, que parecía no haber sufrido daño alguno por alguna razón, a excepción de los fragmentos de escombro que habían caído ahí desde la casa del vecino de al lado.
Cuando Lucía estuvo afuera de la puerta y Frida detrás de ella, detuvo su mano antes de tocar el picaporte al oír ruidos de objetos rompiéndose, tal como si estuvieran pasando encima de fragmentos de vidrio con pisadas fuertes.
-espera -, dijo Frida mientras agarraba a Lucía por el hombro, -yo entro primero, por si hay algo dentro -.
-yo voy contigo, tengo que ver si mi madre se encuentra bien -.
-no te lo estoy preguntando linda, yo soy la que tiene una espada y soy la que sabe usarla -.
Lucía se quedo callada, y después de unos segundos dijo,
-esta bien, yo espero -.
Cuando Frida entró, cerró la puerta tras de sí, mientras caminaba, pudo ver cómo los muebles de la sala estaban rasgados, la mesa estaba rota, como si algo hubiera caído sobre ella. Cuando entró a una habitación, escucho al otro lado del muro, un ruido en particular, como cuando los ratones roen algo, pero mucho más fuerte.
Sin pensarlo dos veces, empuño su espada y se dirigió a la habitación de al lado, mientras sostenía su gran espada con su mano derecha, con la izquierda abrió la puerta lo más silenciosamente posible, cuando por fin la abrió por completo, entró, con su espada apuntando hacia el frente.
Los ruidos que había oído antes volvieron a escucharse, al voltear, vio en una esquina oscura, a un lado de un ropero, como una criatura estaba inclinada, se llevaba pedazos de carne al hocico, al parecer comía algo. Sin miedo, Frida corrió hacia a ella, y justo cuando la criatura se percató de su presencia y volteó a verla, Frida, levanto su espada por encima de su cabeza, y en un rápido movimiento, cortó la cabeza de la criatura, justo por el cuello, la cual salio volando mientras el cuerpo de la criatura caía de rodillas.
Cuando Frida pudo distinguir con claridad lo que estaba comiendo esa criatura, se le hizo un nudo en el estomago, vio en el suelo a una señora ya de edad en un humilde vestido rosa con blanco, y grandes manchas de sangre, su pierna derecha estaba arrancada de su cuerpo mostrando aun los pequeños nervios que sobresalian, al igual que todo su brazo izquierdo, y en su estomago estaba hecho un gran agujero, en el que se podía ver como los intestinos salían de su lugar por su estomago, los ojos de la señora seguían abiertos, como si no hubiera haber podido reaccionar a la hora de su muerte.
Frida, colocó de nuevo su espada en su espalda, ajustando la cinta de cuero en la que se atoraba dicha espada, se inclino hacia la señora, y con un leve toque con sus dedos, cerró sus ojos.
...
-que estará pasando?, mi madre estará bien?, ya quiero entrar -.
Afuera de la casa, Lucía se hacía miles de preguntas, estaba ansiosa por entrar, aunque, estaba poniéndose muy triste, Frida ya se había tardado mucho, así que asumió lo peor.
Justo cuando Frida salio de la casa, Lucía la atacó con la pregunta que no quería escuchar.
-Frida, mi mamá esta bien? -.
Frida, sin mucho entusiasmo, se acercó a ella, puso sus manos sobre los hombros de Lucía, y dijo,
-linda, lo siento, pero tu madre, esta muerta -.
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En La Niebla
Ciencia FicciónLucía, una joven que sólo deseaba ser la mejor de su clase de preparatoria, tendrá que pasar por una increíble aventura en la que se dará cuenta de que nuestro mundo no es el único que existe, si no que está ligado al mundo de los demonios, un joven...