Capitulo 7, los amigos se cuentan con los dedos de las manos

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La mañana ya había dado paso al hermoso cielo abierto con sólo unas cuantas nubes, que vagaban como almas perdidas en un basto cosmos sin fin. Los rayos de luz entraban por las ventanas de los hogares, que se situaban en el pequeño vecindario, las flores seguían creciendo mientras que las abejas volaban alegres a sus alrededores, y los desastres que las criaturas habían causado horas antes, seguían como se los habían dejado. Por alguna extraña razón,había cuerpos secos en las calles, las criaturas que el desconocido había matado hace apenas unos minutos, seguían inertes en el piso en el que habían caído y, a excepción de la señora Morrison, que yacía dentro de su casa, Lucía no sabía nada de los cadáveres sin sangre o de los supervivientes que pudiera que aun quedarán por algún lugar, ocultándose, preguntándose que es lo que pasa en su amada ciudad y eso la inquietaba de una manera que no habia sentido en un largo, largo tiempo.
Era extraño. Habían pasado apenas quince minutos después de las dos de la tarde, y para Lucía, todo aquel asunto de las criaturas que asesinan gente o que, existe una chica que no les tenga miedo a ellas, y un chico, que se divierta al momento de combatirlas. Era algo, horriblemente increíble, cómo era, que a pesar de que los policías tuvieran la mejor de las tecnologías y armamento sofisticado, no les hayan podido hacer frente a las criaturas. Lo que mas la intrigaba, era eso, las personas no les podían hacer frente a esas criaturas, entonces, como estaba ese asunto de que existían dos jóvenes que si pudieran y no mostrar miedo alguno al hacerlo?.
Lucía, seguía detrás de ese auto cubriéndose, estaba totalmente decepcionada de su comportamiento anterior con Frida, estuvo presionada por la muerte tan repentina de su madre que, en un arrebato de su razón, actuó y le gritó a Frida mientras era poseída por la ira y la tristeza más cruel y despiadada que se pudiera sentir,la que ocasiona la muerte de una madre, después de unos momentos de razonamiento, se sintió como una despiadada, que sólo golpea por golpear, así que, decidió que después de que pasara el peligro, trataría de compensar su actuación maleducada con un "Perdóname", lo mas sincera y arrepentida posible, ya que no se le ocurrió una forma mejor de compensar su error, sabia que no era suficiente, pero no sabia que mas podía hacer para compensarlo.
Cuando agudizó la vista, pudo distinguir, que él chico de gabardina azul que había salvado a Frida momentos atrás, le era familiar.
-ese es, Cárter? -, pensó. Luego de que él chico se diera vuelta y Frida se levantara del suelo, pudo comprobar su pregunta.
-si es Cárter ! -, se dijo a ella misma diciendo en voz un poco elevada lo que pensaba, pero no lo suficientemente alto para que alguien la oyera.
-cómo hizo eso?¡,¡fue increi....¡. bueno sea como se sea, me alegro de que haya salvado a Frida, aunque...-.
Mientras se acomodaba detrás de aquel auto para observar con mayor detenimiento lo que estuviera pasando en aquel lugar donde Frida mato ELLA SOLA a cuatro criaturas momentos antes, en un momento pensó en salir, pero no sabia si Cárter estaba con ellas, o en contra de ellas.
-" de todas formas, fue ella quien me dijo que me quedara aquí hasta que pasara él peligro, y no se si Cárter sea o no peligroso  "-, musitó Lucía, a quien le pasaron por la cabeza cientos de ideas, sobre que es lo que estaba pasando entre Cárter y Frida en esos precisos momentos. Presa de la curiosidad, se asomo sólo un poco mas para ver como Frida se sacudía el polvo, y Cárter enfundada sus pistolas y se dirigía a un auto cercano.

*****
Justo después de que las criaturas que habían salido de sus escondites fueran eliminadas, Frida, barrio con la vista el panorama, dándole mas importancia a encontrar su espada que en saber que quería Cárter o sí Lucía se encontraba a salvo, cuando la detectó, fue hacia una de esas criaturas sin vida ya que su objetivo estaba debajo de ella, quito ágilmente el cuerpo de una patada, y recogió su espada. Todavía con manchas frescas de sangre de un tono carmesí combinado con purpura oscuro, entonces, sin pensar en nada mas, comenzó a girar su espada como si no pesara absolutamente nada, la lanzaba hacia arriba y por detrás de su cabeza, tal como si fuera un anunciante de un auto lavado con un letrero de cartón, por último, la lanzó al aire, a unos cinco metros sobre su cabeza, haciendo que esta diera un sin fin de vueltas, acto seguido, levanto su mano derecha, y como por acto de magia o simplemente brujería, la espada cayo en su mano, y la espada, estaba perfectamente limpia.
-Nunca dejas de sorprenderme -, dijo Cárter sin volver la vista atrás,con su tono de voz un poco grave pero fingida.
-y tú..., me sorprende que hayas venido a buscarme -, contestó rápidamente mientras enfundada de nuevo su espada en su espaldera de cuero y detalles de metal.
-no te buscaba... simplemente pasé por aquí, y te vi perdiendo contra esos debiluchos.
-no estaba perdiendo¡, lo tenía bajo control.
-Si como no -, respondió Cárter tajantemente mientras se enfilaba hacia un auto que estaba en el jardín de la casa que quedaba frente a la casa de Lucía.
Frida, comenzó a acercarse a Cárter con pasos lentos, pero el ya estaba sentado dentro de la parte trasera del auto rojo descapotable (convertible) abandonado.
-para empezar, nadie pidió tu ayuda -, dijo Frida, en una forma en la que solo lo haria una diva que siempre obtiene lo que quiere.
-oye, deberías ser mas considerada conmigo, te salve la vida ahí atrás hace un rato -, contestó Cárter de forma burlona mientras se llevaba ambas manos a la nuca y subía los pies al asiento del piloto.
Cuando Frida se acercó aun más a él, se puso por un lado de aquel automóvil mientras ponía una cara de desaprobación y atravesaba a Cárter con una mirada fulminadora.
-oye, yo realmente tenia todo bajo control, tú fuiste él que llego como idiota a una fiesta a la que no estaba invitado!! -, le espeto Frida mientras tomaba los pies de Cárter y los bajaba de forma brusca del asiento.
-hey¡¡, con un simple "gracias hermano, te admiro y te adoro" hubiera bastado hermanita -, contestó rápidamente mientras se volvía a acomodar en él asiento. A Frida, esa palabra la hizo salir de sus casillas por unos instantes, incluso hizo que cambiara de expresión, no porque no le gustara la palabra, si no que le recordaba a su difunta madre, la cual usaba palabras en diminutivo para llamarla, cómo, "Fridita", y eso lo detestaba, amaba a su madre, y cada vez que se lo recordaban, cambiaba la tristeza por la ira.
-no me vuelvas a llamar de esa forma!!, ya no tengo ocho años -. Frida, se estaba hartando de esto, pero estaba acostumbrada, siempre peleaba con su hermano, solo que los últimos años, la intensidad y la cantidad de peleas había aumentado considerablemente, al grado de qué usaban las armas que poseían en lugar de su puños.
-de cual forma?, hermanita -, contesto Cárter en forma desafiante con una sonrisa en su cara mientras colocaba de nuevo sus manos detrás de la nuca.
Por unos instantes, Frida le sostuvo una mirada penetrante, mientras que Cárter, pasando unos segundos más, esbozó una sonrisa burlona típica de él, y para Frida, esa sonrisa hecha con fines burlisticos, fue la gota que derramo el vaso.

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2016 ⏰

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