07 - PRISIÓN DE ORO

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Ropa interior muy atrevida se encontraba tirada a un lado de la cama. El vapor del agua caliente empañaba hasta el más grande de los espejos. Gemidos de inocencia sobresalían del baño.


Los sonidos de un misterioso metal rozando las paredes se escuchaban por los solitarios pasillos de la Mansión Noroeste.


Al salir la joven desnuda decidió mirar por la ventana y detrás de las cortinas logró ver una inmensa luna llena, cuya luz iluminaba Gravity Falls.


"Pacifica ¿Desea algo antes de dormir, leche, agua...?" - Le pregunto tocando la puerta un mayordomo de avanzada edad.


"Estoy bien Alfred, ya puedes irte a casa" - Le respondió sin dejar de ver a la luna.


"Humm... De acuerdo" - Se dio media vuelta para irse pero fue detenido.


"¡¡Espera!!" - Le gritó Pacifica.


"Si, que deseas pequeña" - Volvió y se quedo parado frente a la puerta.


"Solo espera un segundo" - Le dijo mientras tomaba su ropa interior y se dirigía al closet - "¿Qué debería ponerme?, no es que sea una fiesta muy importante pero..." - Pacifica miró hacia la puerta y vio por debajo la sombra de los pies, luego comenzó a revolver todas sus prendas mientras recordaba - "Alfred siempre a sido mi mayordomo y desde que era pequeña él siempre a cumplido con mis caprichos, recuerdo como a veces me daba dulces después de comer sin que mis padres se enteraran, creó que incluso he comenzado a tenerle algo de afecto" -


Después de 10 minutos Alfred seguía parado frente a la puerta sin moverse y sin producir ruido, solo esperando alguna orden. Una vez cambiada le abrió la puerta dejándolo pasar.


"¿Sucede algo?" - Le pregunto al entrar.


"Alfred tengo algo que pedirte" - Le dijo temerosa de su reacción.


"Lo que ordene" -


"¡¡Quiero ir a una fiesta!! y sé que mis padres no me dejaran ir porque..." -


"¿Porqué?" - Alfred repitió como pregunta.


"¡¡Porque es la fiesta de alguien normal...!! De alguien del pueblo" - El grito de Pacifica hizo que por unos segundos solo hubiera silenció.


Una lagrima corrió por la mejilla de Alfred - "Mi princesa quiere volar del nido" - Se acercó y le dio un abrazo.


Pacifica se sonrojo un poco - "Solo... Solo quiero que me ayudes a escaparme" - Le dijo con la mejilla en su pecho.


"Con gusto lo hare" - La tomó de los hombros y ella le secó la lagrima.


La noche tomaba poder a cada segundo y el resplandor de la luna brillaba cada vez más fuerte. Cámaras de seguridad, guardias y perros guardianes se encontraban por todos lados, dentro y fuera de la casa de Pacifica. La Mansión Noroeste estaba muy bien resguardada, para que nadie entrara o saliera.


"¿Qué plan tiene?" - Le pregunto Alfred.


"Solo me esconderé en la limo y tu le dices al guardia que ya te vas a casa" - Pacifica miró nuevamente por la ventana pero esta vez observo a un sujeto que vigilaba la puerta principal.


"Si me permite opinar, ¿Cómo haremos para que las cámaras no la detecten?" -


"Humm..." - Se quedó pensando con los brazos cruzados.


Alfred también pensaba mientras acariciaba su enorme mostacho.


"¡¡Lo tengo!!" - Dijo Pacifica levantando el dedo con emoción - "Conozco un lugar donde no hay cámaras" -


"Un pasadizo secreto" -


"¡¡Exacto!!" -


"Humm..." - Alfred siguió acariciando su bigote mientras caminaba en círculos - "En todos mis años de mayordomo he aprendido que la Mansión Noroeste contiene muchos lugares escondidos pero, ¿Cómo saber cuál nos llevara afuera?" -


"Yo sé de uno que tiene una ventana hacia el patio" -


"Si contiene una ventana al patio tal vez no sea tan secreta" - Le dijo con dudas.


"Pocos saben de él porque hay un árbol que lo tapa" - Pacifica se volvió a cruzar de brazos - "El problema será llegar hasta allí" -

Gravity Falls - SatanicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora