Hoy ya es jueves y me tocó trabajar por la mañana, por lo que ahora estoy plácidamente acostada en mi reposera tomando sol junto a Amanda. Básicamente salí de trabajar hace dos horas y de camino a casa busqué a mi querida amiga, lo cual no fue mucho esfuerzo porque vive al frente. Comí con ella, y nos dispusimos a pasar una linda tarde de pileta. Estos días tengo que disfrutarlos porque no se da muy seguido el hecho de tener la tarde libre.
+ Por fin mi piel empieza a tomar un poco de color, ¡ya parecía un vampiro! –exclamo exagerando, ella ríe.
+ Es verdad, comenzaban a crecerte los colmillos y ya me estabas asustando–sigue el chiste.
+ ¡Oh dios mío! –digo tocándome los colmillos y reímos- Ahora en serio –digo ya más calmada- ¿Has hablado con Travs?
+ Sí y no. –frunzo las cejas en un gesto de confusión, ella me mira y aclara- Sí hablé con él, pero no de lo que realmente quería que habláramos
+ Ahh, y por cierto, ¿De qué querías hablar con él? –elevo y bajo mis cejas al mismo tiempo que la codeo, ella se sonroja-
+ De... ya sabes. –pongo cara de nena inocente y niego con la cabeza- ¡Lea! Ya sabes... ¡Bah! –exclama resignada- Travis me gusta. –sentencia y sonrío triunfante. Amanda siempre quiso negar su amor por él, porque sabía que nuestro querido amigo estaba negado al amor. Aunque siempre se notó que su amistad era un tanto... especial.-
+ Me alegra oírlo Mandy –finalizo y ella se tapa su cara avergonzada.
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+ ¿Vamos a ir a la fiesta esta noche, verdad? –miro a Travis en busca de su respuesta.-
+ Oh, eso. No sé si tengo muchas ganas de –lo interrumpo
+ Vamos con Amanda –por primera vez en la conversación me mira atento- y mañana nos dieron el día libre, así que...
+ Voy con ustedes. –Afirma y sonrío satisfecha.-
+ Lo sabía. Igual –me pongo a lavar las cucharas- me duele que no quisieras acompañar a tu mejor amiga –pongo una mano en mi pecho y dramatizo la escena, el carcajea-
+ Sabes que de todos modos terminaría aceptando, me manipulas muy bien Lea.
+ Lo sé –río- por eso te amo tonto –lo beso en la mejilla y sigo limpiando, el niega con su cabeza sonriendo.-
La tarde se pasa volando, y como habíamos entrado más temprano que de costumbre, nos retiramos a las 20hs, justo para ir a cambiarnos. Travis me acompaña hasta mi casa, como siempre, y quedamos en vernos en dos horas. Me despido de él y entro a mi dulce hogar.
No soy de esas chicas que está tres horas eligiendo que ponerse, pero siempre me demoro porque me quedo haciendo alguna otra cosa que me distrae cuando tengo que prepararme. Es por eso, que casi siempre, Travis viene veinte minutos antes de lo acordado para asegurarse que estoy cambiándome. –Dejo las cosas en mi cama y me dirijo al baño para ducharme; en 20 minutos ya estoy envuelta en mi toalla escuchando música, tirada en mi cama.
+ ¡Hey! –Me gritan en mi oído al momento que me sacan el auricular e instintivamente pego un salto- Te quedaste dormida. –Travis me mira con el ceño fruncido-
+ Oh, oh –Lo miro y le dedico mi mejor sonrisa- lo siento...
+ Tienes suerte porque vine 40 minutos antes. Alístate, ya.
+ Sí señor. –Imito el saludo militar.- Ahora mismo.
Me levanto de mi cama y comienzo a buscar la ropa que me pondría.
+ Por cierto, ¿Por qué viniste tan temprano? –lo miro de reojos-
+ Necesito una camisa que me dejé hace un par de fiestas en tu casa.
+ Bueno, búscala por ahí –le señalo un cajón de mi ropero.
Después de rebuscar en el desorden que tengo en mi ropero –que por cierto, debo ordenar- encontré lo que buscaba. Un vestido negro ajustado, con un poco de escote, que rodeando al mismo tiene brillos. –Miro a Travs.
+ ¿Piensas salir de mi habitación o me quieres ver desnuda? –Alzo una ceja.-
+ Ya te he visto desnuda –dice en tono de obviedad.- No te miro, pero ya estoy cómodo acá. -Dice señalando mi cama, en la cual estaba acostado.
+ Pero yo no estaba consciente de que lo hacías. –Lo miro- Eres todo un pervertido Travis Jasckson. –sentencio y el ríe. Voy a aclarar que él es como mi hermano, y en más de una ocasión, en las cuales yo estaba completamente borracha, él tuvo que traerme y cambiar mi ropa por mi pijama. Nos conocemos desde hace años y nunca sentimos ningún tipo de atracción el uno por el otro, él es un chico atractivo pero de solo pensar en... ¡Diu! Es mi mejor amigo.
Así que ignorando su presencia me quito la toalla y me coloco mi vestido. Me seco el pelo y cuando ya estaba alisándolo recibo una llamada de Sara, mi prima.
+ Pásame el celular –Travis me lo alcanza y contesto- ¿Si?
+ Corte con Daniel.
+ Oh, Sara... ¿Cómo te encuentras?
+ Necesito ir a una fiesta. ¿Van a la de Tony?
+ Sí, con Travs y Amanda.
+ Bueno, allá nos vemos. Te quiero
+ Y yo a ti.
Una vez finalizada la llamada, termino de alisarme el cabello, me maquillo un poco –no soy de ponerme kilos de maquillaje, soy más tranquila- y me coloco los zapatos.
+ Estoy lista. –Travs me mira de arriba abajo-
+ ¿Piensas ir así? –Me reclama elevado su ceja.-
+ Sí, no está nada mal el vestido –Me encojo de hombros.-
+ Lo sé, es sólo que así todos querrán acostarse contigo Lea. –Dice frunciendo el ceño.
+ Tranquilo macho, volveré con ustedes esta noche –Él suspira. Como mi hermano mayor ya no vive con nosotros y él no tiene hermana menor, él ocupa su lugar. A veces me hace volver loca, pero es tierno.
Cinco minutos después suena el timbre. Amanda nos espera abajo. –Me perfumo, agarro mis cosas y bajamos. En 15 minutos ya estamos en la fiesta y debo decir que esta casa es un completo descontrol.
+ Será una buena noche –Miro a mis amigos y ellos asienten.- ¡A divertirse! –Grito y en cinco segundos ya estábamos en el medio de la pista improvisada bailando como locos.
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Se dice amor
Romance+ Volveré a casa -dije un tanto apenada, pero segura de lo que decía. + Bien -se limitó a decir y sonó frío. Sin ningún rastro de tristeza en su rostro, ¿me dolió? Claro que sí, pero así debía ser. Así fue como terminamos con Noah, esta historia que...