<por una guayaba>

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- Carlos, así se llamaba ese maldito infeliz, vivía al lado de mi casa y eso me hizo la vida añicos.

Durante los años mi vida empeoraba, mi madre llegaba poco a la casa, y el se volvió un "amigo" por interés. Todos los días iba a mi casa ya que mi hermana y yo estábamos solas.

Detrás de mi casa había una pared de piedra que pertenecía a las personas que vivían al otro lado, los cuales tenían diferentes tipos de plantas pero la que más me gustaba era la de guayaba, y desde ahí empezó la caza del lobo.

Como vio que me gustaba decidió atacar y acercarse a mi, desde ese ángulo. Apareció detrás de la casa subido en el árbol, me paso una guayaba la acepte era el vecino, porque no.

- toma es un regalo. - dijo ofreciendo me la la fruta de la perdición.

- gracias. - dije como la niña inocente que era y comencé a comerme mi guayaba.

Día tras día iba y me buscaba una guayaba, luego de que se canso de dar decidió cobrar.

- quiero que me des un beso, sino me lo das tendré que cobrarte mus guayabas.

- pero me las estas regalando tu, no te las estoy pidiendo.

- pero tampoco las estas rechazando.

Cuando iba a correr me tomo del brazo y me beso. Me quede Estática sin saber que hacer, solo tenia siete años. Cuando me soltó salí corriendo, me acosté en mi cama y después de un tiempo decidí ir a ducharme.

Me dirijo al baño que esta fuera de mi casa, cuando entro que sierro la puerta, me quito la toalla.

- siempre he querido verte desnuda

Mi corazón salto en mi pecho y pensé que ya no lo tenia, porque dejo de latir en el momento en que el se acerco a mi y me toco. No dije ni una sola palabra tenia un nudo en la garganta que no me dejaba hablar.

- ven no te voy hacer daño.

&lt;Como Era Mi Vida Antes De Ti&gt;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora