Capítulo 12.-

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Fue difícil para mí llegar al día siguiente al cuarto, una vez que llegue a Beacon, me quede dando unas vueltas por el pasillo que daba a la habitación de nuestro equipo, no podía siquiera entrar, me temblaba el brazo derecho y mis manos sudaban tanto que tenía que frotármelas en mis shorts negros cada tanto para secarlas.

Mi corazón no había reaccionado al instante, parecía estar relajado, pero cuando tuve que aceptar el hecho que tarde o temprano ellas saldrían y me verían aquí parada como tonta, empezó a andar a toda marcha y me apareció un nudo en la garganta. Junto a un miedo bastante profundo.

Tome la manija de la puerta y suspire profundamente antes de bajarla con sumo cuidado y lentitud para no hacer ruido.

Apenas abrí un poco la puerta me asomé en ella para encontrar a todas durmiendo, Ruby en su cama acostada boca abajo, sus pies descubiertos y a la vista, su brazo derecho colgando de la litera. Weiss por su parte estaba arropada hasta arriba y apenas si veía su rostro, estaba mirando hacia la pared y parecía estar hecha bolita. Cuando llego el turno de ver a Blake, se le veía con las sabanas hasta el cuello, su cuerpo mirando más para un lado que para el otro y sus ojos relajados con su boca cerrada.

Entre al lugar en puntillas y sentía como el ruido que hacia la tabla de la puerta rechinaba como si lo reprodujera un parlante.

Por favor que no despierten, eso era lo único que me decía en la cabeza mientras les daba la espalda y miraba con cuidado como iba cerrando la puerta, una mano en la manilla, girándola cosa que el pestillo estuviera adentro, y la otra, en la tabla, empujando con mucho cuidado para que el choque no afectara el sueño de las chicas.

Una vez logre cerrar la puerta, exhale despacio, llena de alivio por lograrlo. Poco a poco me fui sacando la ropa y dejándola en el suelo, justo en la esquina, bajando el cierre de mis botas con una lentitud eterna y dejándome solo las calcetas para subir a la cama.

Iba tan preocupada porque nadie despertara que al llegar a la cama de Blake -y a la mía arriba- y dar unos cuantos pasos me pegue en el meñique del pie. Instintivamente me lleve una mano al rostro y la otra la agite por todo el aire, moviendo la muñeca con fuerza y rapidez.

-Por la.... –dije quejándome más o menos fuerte. Llevándome la mano que movía por el lugar a la boca y mordiéndome la piel de esta un rato.

Weiss haciendo un ruido mientras se movía.

Entre en pánico y me escondí a los pies de la cama de Blake, agachándome lo más que pude y tratando de que no me viera Weiss, me quede ahí sin mover un solo musculo por varios minutos hasta que finalmente decidí fijarme si había moros en la costa.

Weiss durmiendo esta vez para el otro lado, sin ninguna pista de que estuviera despierta.

Levante mi mano derecha con molestia. Dejando la palma arriba.

¿y para eso tanto leseo? ¿En serio?

Negué con la cabeza mientras me volvía a poner de pie, esta vez fijándome perfectamente en el suelo y la madera de la cama de Blake. Estaba de lo más tranquila empezando a prepararme para saltar y subir a mi cama cuando de la nada, mis ojos se fueron hacia donde Blake dormía. Las sabanas algo arrugadas detrás de mi brazo, los moví un poco y me quedé congelada.

Al encontrarme con unos ojos ámbar mirando en mi dirección, su mirada pasiva y somnolienta.

-Yang... -Dijo Blake con un sueño notable en la voz mientras parpadeaba y volvía a cerrar los ojos.

Fue sin querer que baje mis manos de mi cama y me acerque a ella, arrodillándome un momento mientras llevaba mi mano derecha a su rostro y le acariciaba la mejilla con el pulgar. Era un milagro que tuviera las manos cálidas y no frías.

Wabi-Sabi || La belleza de avanzar - AU Bumbleby (T1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora