FRIENDZONE (Shawn & tú) - Terminada

Veintiséis

Cecilia había preparado todo en su jardín.

- Extendí esta alfombra enorme en esta parte del jardín para que cada uno ponga su bolsa de dormir - señaló una parte de su extenso jardín - En esta sección estaremos las chicas, y en esta otra los chicos; para evitar problemas en mi casa - sonrió dulcemente - Bueno, vayan a cambiarse y se acomodan aquí. No habrá piscina porque Nash se resfrió. -

- Ohhhhhhhhhhhh - dijimos a coro desilusionados.

- ¡Chicos! - exclamó, Cecilia, seria.

- Sorry - dijimos todos.

Entré con Cecilia y me guió por toda su enorme y bella casa.

- Me caes tan bien que quiero mostrarte mi habitación. De paso te cambias en mi baño -

- Bueno... -

- En serio, te va a encantar. Tengo una Romario enorme, si quieres puedo prestarte algunas prendas para que te las lleves y me las devuelves cuando te aburras -

- ¡Wow! ¡en serio? -

- Super en serio -

- ¡Genial! ¡Gracias! -

Ingresamos, me llevó hasta su armario y empecé a escoger algunos suéteres, faldas, shorts, blusas, camisetas y poleras. Cuando terminé las guardé y ella me prestó una maleta porque... era mucha ropa.
Me cambié en el baño, me desmaquillé las pestañas y me enjuagué el rostro, saldría natural.

Bajamos, ella llevaba una ropa similar a la mía, con la diferencia de que tenía un polo pegado, y yo holgado.

Al entrar no había observado con detenimiento ente "jardín". Tenía un techo de cristal, y la temperatura era ambiente.

- Como podrán ver este es un invernadero, el techo está hecho con vidrios de cristal, y se puede regular la temperatura. Yo escogí ambiente, porque en la sección de allá - señaló una puerta corrediza que daba a otra parte del jardín donde habían plantas tropicales - está el área de temperatura cálida. Es un pequeño mundo algo artificial -

- Woooooooow - exclamamos todos. Menos Matt, quien se acercó a abrazarla.

Nos sentamos todos alrededor de la fogata artificial. Nos miramos y sonreímos.

- Bueno... ¿Contamos historias? - pregunté.

- ¡Sí! - dijo, Aaron, sonriente.

- Quiero oír tu historia, Cecilia. ¿Cómo tienes todo esto? - Nash sonrió.

- ¿En serio, Nash? ¿Mi historia? -

- Sí - puso rostro de cachorro.

- Bueno... Todo inició hace 25 años atrás... Mi mamá tenía 20 años y había ingresado a Harvard, al igual que mi papá, quien tenía 22 años - miró las estrellas que se veían a través de las lunas de cristal - ella estaba en la facultad de Arquitectura, y él igual. Se conocieron el primer año porque llevaron Física I con el mismo profesor. Me contaron que ese día, papá llegó 6 segundos antes de ser tarde e ingresó corriendo. Se sentó rápidamente en la primera fila, al lado de mi mamá...

**FlashBack**

- Disculpa si me senté de manera brusca sobre tu mochila - sonrió, Albert.

- No te preocupes, a cualquiera le pasa. Más con este profesor, que cierra la puerta a las 8:00am - rió divertida.

- Sí, por segundos me salvé - resopló aliviado.

- Jajajajajaja ¡Suertudo! - sonrió.

- La próxima me levantaré media hora más temprano - gesticuló con seriedad.