FRIENDZONE (Shawn & tú) - Terminada

Treinta y Uno

No pude dormir en toda la noche... No salía de mi memoria el beso de Shawn. No porque me importara, sino porque me sentía mal al haber engañado a Dylan. Aunque yo no lo había hecho, Shawn me besó, yo no pude defenderme ¡Ugh!

**Martes**

A la mañana siguiente, asistí a clases muy emocionada,tenía la esperanza de que Shawn ya no se comportara así, pero en vez de eso... Me pasó todo lo contrario.

- ¿Ya te enteraste? -

- ¿De qué, Madi? -

- Shawn posteó una canción en su Facebook y puso como descripción: "Esta va para ti. PD. No es para Maggie." -

- Wtf? -

- Sí y adivina qué canción es -

- No se me ocurre... -

- Trouble de Coldplay -

- OMG! -

(Si alguna no la ha escuchado, se la dejo aquí)

- Sí, y lo peor es que Maggie quiere saber quién es la chica a la que se la dedica -

- ¿Por qué Shawn haría algo así? -

- Ni idea... Quizá trata de recuperar una amistad especial - sonrió y se fue. Me dejó pensativa.

Caminé por los pasillos rápidamente porque me sentía observada, pero en realidad no era así... Era mi consciencia. Esa canción iba dirigida para mí, era obvio; la letra lo decía todo. Ahora tendría que evadir a Maggie, porque de seguro ella sospechaba de mí.
No presté atención a las clases, estaba ideando cómo salir sin ser vista. Supuse que así Shawn no se me acercaría y Maggie no pensaría en mí.

Horas más tarde... Lo conseguí. Nadie me vio, a excepción de mi amado enamorado Dylan, quien me esperaba en el paradero del bus.

- ¿Qué tal tu mañana? -

- Extraña -

- ¿Por qué? -

- Porque... - Estuve a punto de decirle lo de Shawn, pero la razón me iluminó - porque aún no termino la canción, y es extraño como antes me era más fácil inspirarme -

- Ohhhh... Pues salgamos. Eso te ayudará -

- Ok - sonreí, en serio me encantaba. Era el mejor de todos.

Almorzamos en un restaurant muy lindo, lleno de plantas que lo hacían lucir bello. Él se veía tan tierno con su sonrisa de niño bueno.

- Espero que esta salida te ayude -

- Me está ayudando mucho... Gracias -

- Siempre es bueno despejar la mente -

- Creó que sí - le sonreí y él me tomó una foto desprevenida. Cuando éramos pequeños todo el tiempo tomaba fotos de mí y yo odiaba que lo hiciera porque no era tan linda, pero a él parecía no importarle.