Sólo Un Mensaje

Primer Chat

—Oye... —Llamó casi en un susurro como si tratara de ocultar algo, como si estuviera dispuesta a hablar de algo que no debía ser hablado, de un tabú. —¿Ya has escuchado de eso? —Farfulló torciendo los labios, ocultando parte de sus cabellos castaños tras sus orejas.

—¿Escuchar qué? —Y, a tono de irritación él respondió con otra pregunta, sin despegar en ningún momento su vista de la pantalla ni los dedos del teclado.

—Sobre ese chico de internet, Dipper deberías tener más cuidado en las redes sociales. —Su voz salió con angustia, con miedo y cierta preocupación que le entumía la lengua.

—Mabel... —Girando los ojos se dio la vuelta en su silla, apoyando el codo en el respaldo de la misma, mirando a su hermana; —Sé cuidarme y mucho, no tienes de qué preocuparte.

Desde aquel día en el cual el castaño se creó una cuenta bajo el nombre de "Pino_Pines" su vida cambió no muy radicalmente, había comenzado a tener gente con quien charlar, de diversos lugares con diversas creencias, costumbres, vestimentas e idiomas, soñaba y anhelaba conocer a más de una sin embargo, el sermón de su tío y hermana siempre resultaba ser el mismo;

"—Ten cuidado, tú no sabes si esa gente puede ser alguien depravado o enfermo con máscara de buena persona."

Y aunque tuvieran razón, no le quitaba el hecho de que podía ser muy entretenido y divertido conocer gente de todos los lugares en el mundo.

(...)

Wirt_Pines

Hola

Hola mucho gusto

Oh por Dios ¡Haz contestado mi mensaje!

Sí, supongo ¿Wirt_Pines?

¡Sí! En serio te admiro demasiado, como lo habrás notado en mi nickname, de verdad que estoy honrado de que hayas contestado ah, ¿Podrías decirme tu nombre?

Puedes decirme Dipper

Oh gracias, en estos momentos me siento como una chica enamorada, qué penoso.

Jajaja supongo que eso es bueno.

¿Podemos volver a hablar mañana?

Por supuesto que sí

Genial... Si tienes y quieres, podrías pasarme tu número y esto sería más cómodo ¡Sólo si quieres! No es necesario sentirse presionado.

De acuerdo no acostumbro a dar mi número telefónico muy seguido así que déjame conocerte un poco más y con gusto lo haré.

Bien, suena bien ¡Hablamos mañana! Hasta luego

La primera conversación con un extraño había finalizado, parecía no ser tan peligroso como sus familiares insistían en decirle, recitarle y rogarle: Quizá no era tan malo.