El panquecito que casi dominó al mundo

Capitulo 10 - Una visita inesperada...

Panqui no lo podía creer, ¡era un rey! nunca se lo hubiera imaginado, ¿quién hubiera dicho que existía un mundo paralelo en el que él fuera un rey? Impresionante, simplemente increíble. Pero lo peor de todo era la parte del enemigo. ¿Su tio? ¿no se suponía que una familia simpre permanecia unida y se ayudaban unos a otros? ¿por qué habrían querido sus padres ocultarlo de él? Sus padres... ¿qué había pasado con ellos?

- Disculpe panquesabio, pero ¿dónde están mis verdaderos padres? ¿los puedo ver? - dijo Panqui curioso.

- Nadie sabe exactamente dónde están joven Panqui, ni siquiera si siguen con vida - dijo el panquesabio bajando la vista - pero dicen que cada día está lleno de torturas por esconderte, y pues ahora que te encontraron me temo que tu tío no necesita más a tus padres y... podrían estar en peligro.

- ¿Mi tío fue el rey en algún momento?

- Sólo mientras usted no estaba; con la desaparición de los reyes el aprovechó y se presentó como el único heredero al trono.

- Pero ¿no que él tenía a mis padres?

- Nadie sabe, aunque... es lo más seguro.

- Entonces el quiere... ¡¿DESHACERSE DE MI?! - gritó Panqui tratando de asimilar toda la información.

- Precisamente señor, por eso es necesario que usted tenga mucho cuidado. El no se detendrá ante nada para conseguir el trono... ni siquiera ante su propio y único sobrino.

Panqui estaba boquiabierto, no podía creer que hubiera alguien tan malo como para hacer daño a su familia sólo por poder - gracias panquesabio, pero creo que ya es hora de irme -dijo Panqui alertado por la advertencia de anciano.

- Adios señor Panqui - dijo moviendo un brazo en señal de despedida - vuelva cuando quiera  y buena suerte.

Panqui estaba a punto de salir del cuando se acordó de que no sabía dónde estaban sus amigos - ¿le puedo preguntar una cosa más?

- Claro.

- ¿Sabe, por casualidad, dónde están mis amigos?

- En el calabozo, por debajo del castillo - dijo el panquesabio - si va a ir a buscarlos le recomiendo que les lleve comida, que no han probado bocado desde que están aquí.

- Muchas gracias de nuevo Albus. Un placer conocerte.

- El placer es todo mío joven Panqui - y nuestro valiente panquecito salió disparado de la habitación para dirijirse a los calabozos.

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En el calabozo, Cheto fue hacia la mesa en donde habían puesto todos los objetos que encontraron y agarró el pesado martillo, se acercó a la puerta de la celda y empezó a golpear el candado lo más fuerte que podía.

- ¿Esa es tu brillante idea? - se rió Pato.

- Por lo menos es más efectiva que la tuya -dijo Cheto mientras el candado cedía golpe por golpe - ¡YA! ¡LO LOGRÉ!

- No lo grites ¿quieres?

- Claro señor "se me prende el foco más seguido que a ti" - dijo Cheto

- Ya dejame y salgamos de aquí para buscar a Panqui.

- Sale vale

- No me llamo "Vale"

- Ay que maya eres.

- Tampoco soy maya, si no ya estaría muerto...

- ¡Oh que la canción, contigo!

- ¿Qué canción?

- Ay madre mía ¡DAME PACIENCIA CON ÉSTE! - dijo Cheto moviendo las manos hacia arriba - mejor olvida todo lo que dije ahorita.

- Olvidado - y salieron correindo del lugar para buscar a Panqui.

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Panqui no tenía idea de adonde ir, pero aún así se puso a buscar una puerta que lo llevara al calabozo de su refristillo. Necesitaba encontrar a sus amigos y ver que estaban bien, después de todo él los había llevado a ése lugar y era responsable de lo que les pasara, sobretodo ahora que era el rey.

- ¿Dónde estaré? - se preguntó Panqui en voz alta.

- Junto a la entrada principal - respondió una voz desde la gigante puerta del castillo.

Al escuchar eso Panqui se volvió rápidamente hacia donde venía la voz  - ¿Quién eres?

- ¿Ya no me reconoces sobrino? Hacía tanto tiempo que no te veía, vaya que has crecido - respondió el panquecito desde la entrada.

Panqui no lo podía creer, estaba frente a la persona que había maltratado a sus padres y había intentado matarlo años atrás - Vete, no quiero que estés aquí - respondió Panqui con evidente enojo.

- Pero ¿por qué tanto odio hacia mi? yo no te he hecho nada.

- Aún, y gracias a mis padres, porque se que querías.

En ése momento aparecieron dos figuras corriendo por el corredor, que al verlos pararon de golpe.

- ¡Panqui! ¡Estás bien! - dijeron Pato y Cheto a coro.

- ¡Pato! ¡Cheto! - dijo Panqui corriendo a abrazar a sus amigos - ¿cómo salieron del calabozo?

- Tenemos nuestros trucos - dijo Cheto haciéndose el misterioso.

- Hhhhhhmmmm - se oyó a sus espaldas.

Pato al ver a la figura que tenían delante quedó paralizado. No podía moverse ni hablar. Y al parecer la figura también quedó paralizada al ver a Pato. Panqui no pudo evitar preguntarse que estaría pasando, porque era más que obvio que esos dos se conocían.

- ¿Pa... papá? - dijo Pato con sorpresa - ¿qué haces aquí?

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Uhh revelación O.O

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Que tengan un buen día y suerte ;)