Capítulo 7

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Suspiró levemente, apretando la taza de té que tenía entre sus manos. Las agujas del reloj de pared sonaban en un "tik tak" constante en su departamento. El calor de la taza de té calentó un poco sus manos. Hacía frío. Estaba seguro que ese día había nevado, lo sintió al salir de su casa e ir directamente a su trabajo, en el que ahora se encontraba. Su clase de media tarde había terminado y aún le quedaban dos horas más, pero tenía un tiempo para tomarse un té y... pensar.


No había ido a la cafetería desde hacía cuatro días. No era porque ya no le gustaba el café de allí... a decir verdad nunca había probado un café tan rico pero... Estaba Ho Seok allí. Sentía que no podía verle, no después de su primer sueño húmedo con él, y los siguientes que vinieron en esos cuatro días que se había rehusado a ir al café. Joder, todas las noches tenía sueños húmedos con el pelinegro. No podía verle la cara sin recordar esas caricias y sus gemidos en sueños.


Volvió a suspirar y mirar a su derecha, donde sabía que estaba la ventana, aún si no podía verla. Estiró su mano y la tocó, tocó el cristal frío que impregnaron en sus dedos, haciendo contraste de lo cálido que se habían sentido sus manos hacía unos segundos gracias a su taza de té. Acarició el cristal unos segundos y dejó que su mano bajara lentamente hasta quedar al lado de su cuerpo. Se preguntaba cómo estaba Ho Seok. A decir verdad, no hacía mucho que le conocía y pocas veces intercambiaban palabras pero... le extrañaba. Extrañaba su presencia y voz cada mañana y cada vuelta del trabajo, cuando le encontraba en el mismo semáforo de siempre o en su ascensor. Tenía que dejar de lado todo lo que le pasaba, tenía que hablar con Ho Seok de nuevo.


Hizo un puchero con sus labios cuando el sonido de la campana anunciaba de nuevo la vuelta de jornada. Dejó la taza sobre la mesa en el cuarto de profesores y tomó su bastón, y maletín junto a sus lentes de sol. Sonriendo a los alumnos que pasaban junto a él y le saludaban.











Yoon Gi parpadeó varias veces para así poder despertar, se estaba durmiendo sobre el mostrador del café. Bostezó y cubrió su boca con la mano, mientras desviaba su vista y se encontraba con Ho Seok, quien estaba del otro lado del mostrador, sentado y cabeceando, ya que al igual que él, se estaba durmiendo. Hoy no había venido casi nadie al café, estaban a punto de cerrar de todos modos. Ho Seok bostezó largamente, parpadeando muy lentamente. De verdad parecía que el pelinegro se caería de la banqueta para quedar desmayado en el suelo del sueño que se cargaba.


Yoon Gi sonrió.


--¡Ho Seok!


El nombrado dio un gran respingo, el cual hizo que se agarrara al mostrador con fuerza ya que estuvo a punto de caer de espaldas al suelo, y las banquetas no eran muy bajas que digamos. El pelinegro miró con el ceño fruncido a su rosita amigo y le sacó el dedo medio en respuesta. Yoon Gi rió sonoramente y se estiró, haciendo ruiditos.


--Ven, vamos a cerrar, este lugar está muerto. Cerraremos una hora antes pero está bien, no creo que nadie venga.


Ho Seok asintió sonriendo y dando un pequeño salto para bajarse de la banqueta e ir a cambiarse. Yoon Gi le observó unos segundos hasta que desapareció de la puerta y suspiró largamente. Desvió su mirada hasta el gran ventanal, estaba nevando fuertemente. El sonido de sus celular le llamó la atención y lo tomó para observar quién era el que le llamaba.


Volvió a suspirar, tragando fuerte. Hizo una mueca con sus labios.


Debía contestar, ya no podía ignorar sus llamadas, no con lo ocurrido hacía un par de días. Suspiró nuevamente y atendió.

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