Capítulo 9

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El pelinegro tocó la puerta del departamento de su vecino mientras arreglaba la bufanda enredada en su cuello. Unos ruiditos se escucharon dentro del departamento antes de que esta se abriera y mostrara a aquél guapo profesor frente a sí. Este ladeó la cabeza levemente esperando que el contrario hablara pero se percató de un particular aroma rozar su nariz, por lo cual sonrió feliz.

—No te esperaba hoy...—dijo simpático.

—Pues, esperaba verte y llevarte conmigo a caminar y tomar un helado ¿Qué dices?

—¿Helado? ¿En invierno?— preguntó divertido y lanzando una pequeña risita en el proceso.

—Bueno... A algunos les gusta ir contra la corriente.—respondió divertido también.

Ji Min volvió a ladear el rostro y sonrió abiertamente, sus ojos achicándose en el proceso. Una sonrisa que llenaba de luz  y aceleraba el corazón a Ho Seok. Éste alargó el brazo y tomó su mano en un acto de valentía, tirando de él levemente. Ji Min rió y aceptó. Sin antes decirle a Ho Seok que iría por abrigo. No mucho minutos después, se encontraban saliendo del edificio a por un helado como había planeado el pelinegro para él. Caminaron junto al otro, rozando sus brazos y de vez en cuando, sus manos. Haciendo sonrojar de un color rosa suave en las mejillas de ambos.

Ambos entraron a la casa de helado y pidieron los gustos que a cada uno se le antojaba y comieron tranquilos dentro de la heladería mientras reían y conversaban. El castaño le hablaba de sus clases, emocionado pues nunca podía comentar estas cosas con Tae Hyung ya que ese niño siempre vivía en su mundo y sólo escuchaba la primera oración antes de su mente volar y perseguir la mosca que se paseara por el lugar. Y era peor aún si era un mosquito.  

—¿Siempre te gustó la música?— preguntó tranquilo y curioso luego de que Ji Min se quedara unos segundos en silencio acabando con su helado de chocolate.

Éste hizo una leve mueca con los labios pensando en la respuesta. Y sonrió un poco.

—A decir verdad si, luego de mi accidente comencé a dedicarme más llenamente en la música. Años atrás estudiaba música pero no era tanta la pasión por ella como lo tengo ahora.

Ho Seok asintió curioso y atento. Pero su curiosidad iba aumentando por lo que no sabía si preguntar lo que tenía en mente. Miró hacia su vaso de agua y tocó los bordes de esta.— Yo... ¿Puedo preguntar qué te ocurrió?

Ji Min sonrió levemente y asintió despacio. E intentó recordar un poco de lo ocurrido.

—No recuerdo mucho a decir verdad... Recuerdo volver en el auto con mis padres luego de mi graduación. Habíamos ido a cenar para festejar... Cuando volvíamos, un auto golpeó con nosotros. Recuerdo que intenté salir del auto, cuando pude hacerlo, simplemente el auto explotó. —Sonrió amargo y triste.

—Tus padres...

—Ellos no salieron. —contestó duramente, desviando el rostro hasta donde sabía que era la ventana.

—Lo siento muchísimo, Ji Min...— dijo, tomando el valor para estirar su mano y rozar con la del otro que se encontraba sobre la mesa, en un puño.

— Está bien— dijo con una pequeña sonrisa curvando sus labios. — Ahora puedo sonreír ¿No?— Elevó el rostro dirigiéndolo hacia Ho Seok y sonrió.

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