MANUELA
Todo está saliendo tan perfecto el día de hoy, que tengo miedo de que alguna mala sorpresa se tropiece conmigo.
Hablando de tropezar...
Aún tengo grabada en mi memoria la sonrisa de David el obtuso y como de relajado y sincero se veía doblándose de la risa. También me atormenta la forma en la que me miró después, como si hubiera descubierto un manantial de agua o algo así.
Bueno... regresemos al presente Manu.
Hoy es sábado, el sábado en el cual me reúno con la organizadora y la decoradora para mi evento, además estamos visitando el lugar que deseo, sea hecha la fiesta. Es impresionando ya puedo imaginarme la ubicación de todo, el mobiliario, los velos la luces, las alas de angel y cerezas, todo.
—Podríamos ubicar el nombre y las cerezas aquí —Randy, la decoradora después de escuchar mis ideas y lo que tenía pensado, quedó fascinada y ha estado de acuerdo en casi todo y yo igual.
—Me encanta, será lo primero que todos vean al entrar.
—Exacto. Y los velos cubrirían cada columna y llegarían hasta el techo.
—Las luces podrían ir ahí. De esa manera podrían distribuirse en todo el lugar.
—Correcto Manu. Esto me encanta. Los colores que has escogido son increíbles.
Suspiro encantada con todo, llevamos dos horas haciendo planos, diseño y organizado la distribución. Eduardo ya habló con el administrador del lugar y lo hemos tomado por un valor alto, muy alto. Pero sé que vale totalmente la pena. Los colores que primarán serán el purpura, fucsia, negro y blanco. Afortunadamente Heidi la organizadora, tiene un excelente mobiliario ya hecho de una fiesta pasada que se canceló por falta de ventas de boletería. En mi caso, las clientas y sus amigas no hacen sino preguntar todos los días cuando pueden comparar la boleta. Sí, no he guardado el secreto sobre la fiesta. Todos lo saben.
—El jueves haré la entrevista a los camareros. Para así tomar medidas de los seleccionados y mandar a confeccionar el uniforme.
—Recuerda que el antifaz de los chicos es negro y de las chicas es fucsia. No quiero modelos delgadas. Quiero mujeres de cuerpos reales como mis clientas. Los chicos si por favor que esté bien constituidos, esa noche quiero que todas mis chicas recreen su vista.
—Muero porque llegue esa noche, Dios tengo tantas ganas de usa ese conjunto de la última línea que exhibiste el miércoles.
—¿Usas mis diseños? Nunca te he visto en la tienda Heidi.
—Por supuesto, vivo sobre la que queda en el sur. Todos los días tengo el privilegio de ver lo nuevo que llega. Susana es una buena asesora, siempre ofrece lo mejor.
—Ah me alegro, a veces se me olvida que tengo otras tres tiendas jeje.
Terminamos y procedemos a compartir un almuerzo, en mi tienda. Necesito urgente contarles a las chicas y enseñarles todo lo que he decidido hacer. Rosi se siente un poco mal por dejarme todo a mí, pero teniendo en cuenta que ella trabaja, tiene una hija adolescente con problemas de chicos y un esposo al que atender. No es justo que le agregue más carga.
Hablamos mucho tiempo después del almuerzo, Heidi y Randy quedan emocionadísimas cuando les ofrecemos un descuento en nuestra última colección. Ambas chicas son una talla L en nuestras pijamas. Llevan cuatro diseños cada una. Cerramos la tienda a las cuatro y camino hasta mi casa un poco somnolienta. Llegue a casa a las dos de la madrugada y me levante a las seis para cumplir la cita de las ocho.
ESTÁS LEYENDO
Cuidado Con Las Curvas (Manuela y David)
ChickLitMANUELA: Nunca imaginé que conocería al amor de mi vida al arrojarle un café. Se lo arrojé después de que el imbécil me llamara gorda, porque tropecé con él mientras corría hacia una reunión importante. De ninguna manera pensé que ese hombre se conv...