Callando mi Amor.

El comienzo de todo:

-¿Cuando empezó todo? Realmente no lo sé, me he hecho esa pregunta millones de veces en mi cabeza. ¿Cuando empecé a verlo de ésta manera? Sé que desde siempre lo he querido, siempre necesité de él, pero me negaba a creer que podría quererlo de una manera como ésta, al principio me parecía totalmente imposible y absurdo pero luego pasó.

-Pasó que lo vi reír, bromear y hasta coquetear con él... ¡con él! ¡Con Milo! Los había visto así antes, pero creí que estaba paranoico y veía cosas donde no las había. Al parecer si había algo, enterarme hizo que todo ni ánimo cambiara, me sentí enfadado, sentía la sangre hervir y mi corazón estrujarce. Él jamás había reido de esa manera conmigo, nunca me hizo alguna broma que no fuera hiriente. Entonces... ¿Por qué si podía hacerlo con Milo?

-Después de eso, me alejé. No podía soportar la idea de que Milo se me había adelantado y lo había tocado antes que yo. Sí, fui masoquista al pensar en ello, imaginé cuanta cosa pude sobre esos dos, el como se tocaban, como se besaban, pensar en él gimiendo un nombre que no sea el mío... ¡No! ¡Ya basta! No quiero pensar en eso. Él es mío, me pertenece, por eso le diré, le diré todo. He callado demasiado y no aguanto más esto que siento, se lo diré pronto..

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Ya pasaron dos días y estoy seguro de lo hare. Él está aquí, desayunando frente a mi y no puedo decirle. Se lo que quiero decirle, se cómo quiero decirle, pero... hay algo que me impide hacerlo. Es como si mi lengua no obedeciera la orden de moverse y se quedara inmovil. Pasan unos muy largos minutos y...

-¿Kanon..? -susurré apenas audible, estaba demasiado nervioso- Hay... algo que quiero decirte.

-¿Que cosa? -lo vi arquear una ceja y con una expresión de intriga dejar su mirada fija en la mía haciendo que me quedara helado- ¿Saga, hermano.. estás bien? Te quedaste mudo...

-Lo que pasa es que yo... -balbuceé, se me estaba haciendo difícil decírselo si me estaba mirando- yo... es que verás...

-Vamos Saga, no tengo todo el día para esperar por ti... si debes decirme algo dilo ya.

-Kanon yo te a...

-¡Bum baby! -de repente suena por toda la casa, esa voz.. ¡era él! Dios santo, juro que uno de estos días lo matare a golpes; en peor momento no pudo haber llegado- ¡Gemelos! ¡Llegó el joven más guapo e irresistible de toda Grecia!

-¡Milo! -dijimos a unísono, pero por diferentes razones. Mi voz sonaba como si quisiera matarlo, aunque en realidad si quería. Mientras que la de Kanon mostraba gran alegría-.

-Llegas tarde. Como siempre, Milo.. -le habló Kanon recogiendo todas sus cosas- ¿Habrá alguna vez que no estés tarde?

-Por favor... -resopló Milo en respuesta- Yo nunca estoy tarde, solo llego elegantemente retrasado.

-Ir con una hora de "elegante retraso" no está bien visto, Milo..

-¡Ay por favor Kani! -bromeó él haciendo que apretara mis puños con fuerza. Me parecía ridículo que lo llamara de esa forma. ¡no tenía ningún derecho! Kanon jamás dejó que le dijeran sobrenombres.. ¿Y Milo lo hacía con total libertad? Debía ser una broma- hacerte el correcto no sirve conmigo. Yo te conozco perfectamente y sé que solo vas por que yo estaré ahí. -dijo mientras le sonreía de esa manera tan... de él, y le guiñaba un ojo-.

-No te hagas ilusiones, Milo... -respondió de inmediato Kanon con un leve sonrojo- Tú mismo me pediste que te acompañara por que no querías ir solo.

-Y... ¿a donde irán? -le pregunté a ambos, ya no soportaba esa situación-.

-Vamos a...

-No te preocupes, Saga.. -interrumpió Milo caminando hacia Kanon y pasando su brazo por la cintura de él- prometo traerlo de vuelta pronto... solo vamos a divertirnos.

-Ya vamos... -lo empujó kanon hacia la puerta y saliendo detrás de él- se nos hace terriblemente tarde. Saga... no me esperes despierto.

-Kanon... -susurre y vi como se cerraba la puerta- te amo...