La dura realidad

2.5K 152 12
                                    

-Kanon... -susurré rechazando la taza, no quería tomar café, al menos no en unos diez años- ¿fue... un sueño?

-Parece que si... -me miró confundido- ¿que soñabas?

-Nada... -suspiré y volteé la mirada- ya no importa...

-Parecías feliz, estabas sonriendo...

-Eso es por qué he soñado eso muchas veces y me encantaría hacerlo de verdad... -admití con una leve sonrisa y recordé mi sueño; verlo así, jadeando, gimiendo mi nombre era algo que debía pasar pronto-.

-¿Estabas soñando algo sexy? -preguntó con sonrisa traviesa, solo asentí, si solo supiera- ya veo... ¿alguien que conozca?

-Claro, eres tú Kanon... -quedé helado, me sentí pálido. ¿Yo había dicho eso? No pudo ser, no, eso no salió de mi boca. Miré a mi alrededor, estaba desorientado; cuando miré a mi derecha a donde estaba Kanon y lo vi a él, con su sonrisa cruel- ¿Que pasa Saga? Parece que viste un fantasma..

-Callate, Milo... -siseé molesto- ¿Que estás haciendo aquí?

-Yo lo traje... -soltó Kanon y puso su mano en mi hombro y sonrió apenado mientras sus mejillas se volvían de un suave color carmesí- estábamos muy ebrios... lo siento.

-Anoche fue una locura, debiste haber ido Saga. -balbuceaba Milo acercándose a Kanon mientras este sonreía- conocimos a un par de chicas y parecían quinceañeras ebrias. Pero claro, nada que ver con ellas.. nosotros dos estábamos muy ocupados juntos.. ¿cierto Kani?

-Ya basta, Milo... no tienes que decirle esas cosas. -le reprochó Kanon con la mirada. Me quedé embobado en él, el comentario de Milo lo había hecho sonrojar aun más-.

-Anoche no me decías eso... -susurró acercándose al oído de Kanon y mordiendo un poco su oreja haciendo que diera un respingo- ¿quieres que te lo recuerde?

-¡Ya basta! -apreté mis puños y aparté a Milo de Kanon de un tajo, no lo quería cerca de él. ¿A que demonios se refería?- ¿Acaso... ustedes se...?

-Ufff, claro que si... hasta hartarnos.

-¡Milo, ya basta! -chilló Kanon que ahora parecía tener un tomate en vez de rostro- Saga... lo que dice Milo no es más que...

-Más que la verdad, admitelo Kani... -susurró bajando hasta besar su cuello y morderlo ligeramente dejando una marca rojiza en él- ¿recuerdas? Me tomaste sin miedo, me besaste, me mordiste e hicismos cositas...

-¡Milo ya callate! -Kanon ocultó su rostro con sus manos- ¡creí que lo mantendríamos en secreto!

-Kanon... ¿eso es cierto? -esperé que me dijera lo contrario, quería que me dijera que era mentira. Pero solo se quedó callado-.

-Claro que es cierto... tiene marcas para probarlo.

-Milo... Fuera de mi casa. -sentencié viéndolo, estaba furioso-.

-¿Que? -preguntó con una sonrisa confundido- vamos Saga... no seas ridículo.

-¡¡Que te largues!! -me levanté del sofá, lo tomé del brazo, lo lleve a ratras a la puerta, literalmente lo lancé fuera del departamento y le cerré la puerta en las narices- ¡¡Y tú!! -me volví hacia Kanon, lo levanté del sofá y lo arrastré por el departamento-.

-¡Saga sueltame!

-¡Callate!

Abrí la puerta del baño de una patada, lo metí ahí adentro y le empecé a tirar, rasgar y hasta romper la ropa que llevaba puesta. Giré la llave del agua y lo metí bajo el chorro sin importarme nada.

-¡Maldición Saga, está fría! -gritó trantando de apartarme- ¡Detente, basta! -solo lo miré enojado y él seguía gritandome- ¡Saga, por un demonio que carajos te pasa!

-¡Deja de gritar, idiota! Me aturdes... -quería que se callara, estaba desesperado así que estampe mis labios con los suyos. Basta de juegos, basta de silencio. Era el momento y ya, al sentir mis labios en los suyos abrió los ojos como platos y se negó al principio pero terminó correspondiendome- ya callate kanon...

-Saga...

Callando mi Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora