-Carlos por favor para- dije seperándome de él.
-¿Por que?- preguntó enfadado.
-He oído algo...-contesté mirando hacia la puerta.
-Y tendré que levantarme...-insinuó Carlos en voz baja.
-Levantate- exigí asustada.
-Que no, que cortas el rollo- dijo entre risas.
-Que no, que vayas
-Que te calles, siempre con los mismo- contestó dándome un beso en la mejilla.
-No Carlos, dejame que ya nos pillaron una vez, y fue por tu culpa, que no me soltabas- dije cruzándome de brazos.
-Uuuis que se ha cabreado la niña- respondió besándome de nuevo.
-No en serio Carlos, que he oído algo- de nuevo me separé de él.
-¿Quieres dejarlo ya? ¡¡Que no hay nadie!! Nuestros padres han ido a pasear, y sabes que tardan mucho- contestó serio- Fíate de mi por favor.
-Vale, pero que sepas que tengo un mal presentimieno.
Carlos sonrió y comenzó a besarme de nuevo, pero yo ya no estaba tan cómoda. Estaba segura de que no estábamos solos en la casa. Segundos después se oyeron unos pasos hasta el salón.
-Como llueve- dijo una voz..
-¡¡Carlos!!- exclamé en voz baja.
-¡¡Que!!- respondió asustándose.
-Creo que es tu padre, y ha dicho que llueve.
-¿Que llueve?- preguntó entre risas- Pero si hace sol, ya hasta oyes tonterias.
-Con las ventanas y las cortinas cerradas no sabes si llueve....
-Calla ya- respondió Carlos interrumpiéndome- No cortes más por favor.
Pero yo seguía teniendo un mal presentimiento, me fiaba más de Carlos que de mi instinto, y no sabía si eso estaba bien. No lo sabía hasta que se abrió la puerta. De repente me entró un escalofrío por el cuerpo y lo primero que se me ocurrió en ese instante fue separarme de Carlos y seguidamente darle un codazo.
-¡¿Qué haces aquí?!- preguntó Carlos sorprendido.
-¡¿Y vosotros?!- respondió su padre más sorprendido aún y a la vez enfadado.
-Se lo voy a decir a tu madre Alicia, te has metido en un buen lío- dijo amenazándome.
-Pero si yo...- intenté seguir la frase pero me interrumpió
-Calla, no sabéis lo que hacéis no tenéis ni un poco conocimiento...
-Papá- dijo Carlos serio- Comprendo que te enfades, pero comprende que yo soy mayor de edad al igual que Alicia.
-Pues no lo parece, no os puedo castigar, pero vamos a cabrearnos mucho con vosotros....
-Dejanos si ha sido un rollo tonto- contestó Carlos subiendo el tono.
Le hice un gesto de silencio, pero el hizo caso omiso
-A mí no me grites Carlos- dijo su padre aún más enfadado.
En ese preciso instante apareció mi madre por la puerta.
-¡¿Que pasa?!- preguntó asustada.
-Te lo contaré en el pasillo.
Con esto el padre de Carlos cerró la puerta, dejándonos solos de nuevo.
-¡¡Te lo dije!!- le grité a Carlos casi llorando.
-Tranquila, no pasa nada- dijo intentando consolarme.
-Todo esto es por tu culpa- respondí lanzándole una mirada de odio.
-No me digas eso por favor- contestó con voz triste- Lo siento mucho de verdad...
-Que mi madre se lo tome bien, por favor...- dije para mí en voz baja.
-Espero que haya cambiado desde la última vez...-contestó nervioso.
-¿Y que debemos hacer ahora?- pregunté sin mirarle a la cara.
-Supongo que esperar, me da miedo salir al pasillo....
-Carlos....Yo es que a tí te mato- le grité en voz baja comenzando a llorar.
-Pero no te enfades conmigo por favor- contestó con un hilo de voz.
-¡¿Que no me cabree contigo?! No pienso hablarte ni confiar más en ti en lo que me queda de vida- dije dándole la espalda.
-No sé lo que me ha sentado peor, que nos hayan pillado o lo que me acabas de decir....- exclamó triste.
-Las 2 cosas han sido por tu culpa.
-Por favor Alicia....-dijo abrazándome por la espalda.
-¡¡No me toques!!- grité marchándome a otro sillón.
Él no contestó, no sé como se estaría tomando todo esto, pero desde luego por su voz parecía que le había afectado bastante lo sucedido y lo que le había estado diciendo. Afiné un poco el oído y también oí a mi madre decir algo enfadada, ¿Estaría enfadada con nosotros o con Manu?...Con nosotros como no...Solamente se comenzaron a escuchar unos pasos hasta el salón, y por los tacones parecían de mi madre. Y efectivamente era ella. Abrió la puerta algo seria, pero a la vez tranquila...Eso era muy pero que muy extraño....Suspiró y nuestra impacientes miradas se fijaron en ella.