-Oye, ¿Estás bien Ali?- me preguntó Carlos abrazándome por la espalda.
-No, no estoy bien...No puedo creerlo aún- contesté llena de rabia.
-Olvidalo, aunque para mi también va a ser difícil...
-No se puede olvidar, todo era tan perdecto...Estar con vosotros en el escenario y que derepente salte la tipa esta diciendo ''Alicia, tengo una sopresa que te va a gustar''...Y empezar la pesadilla,
Tocaron la puerta del camerino.
-¿Chicos, podéis abrir?- preguntó una voz familiar.
-Pasa Dani- grité yo con voz triste.
-Pero no llores...-dijo este nada mas entrar.
-Yo la entiendo, ha sido muy fuerte lo que ha pasado- contestó Carlos por mi.
Dani metió la mano en su bolsillo y de el sacó un pañuelo con el que me quitó todo el rimel que corría por mis mejillas.
-Gracias-le dije con una falsa sonrisa.
-Nada, pero deja de llorar por favor, ya sé que no ha sido una sorpresa muy agradable pero tienes que ser fuerte- me recordó Dani.
-Es que no entiendo como ha podido pasar esto- intervino Carlos sorprendido aún.
En ese momento la puerta volvió a sonar.
-¿Puedo pasar?
-Sí Álvaro- grité intentando poner mi voz normal.
-Ali, tu madre te estaba buscando...
-Dile que ya hablaremos- le ordené girando la cabeza.
-No ocultes que estás llorando- dijo Álvaro sonriendo-Tienes que sonreír por encima de todo.
-Esto la ha tocado demasiado- volvió a responder Carlos por mi después de mi silencio.
-Es que ha dado un discurso...raro- recordó Dani con una leve sonrisa.
-Uno lleno de mentiras, perdona-exclamé enfadada.
-Yo creo que más bien ha sido eso- intervino Álvaro con seriedad.
-¿Cómo está mi madre?- pregunté dando un leve bote de la silla.
-Pues...parece preocupada.
-¿Y mi padre?- preguntó Carlos.
-No he hablado con él.
La puerta volvió a sonar.
-Pasa Blas- grité conociéndo su forma de llamar
-Alicia, el programa quiero disculparse- dijo con cierta prisa.
-Yo ahora no estoy como para hablar con nadie.
-¿No puedes intentarlo?- preguntó Blas.
-No, ¿Por que eso implica volver al directo, no?- pregunté convencida.
Él asintió algo triste con la cabeza.
-Lo siento, pero no- afirmé rotundamente
-Eso sería de locos-intervino Carlos.
-La verdad que tienes razón, ¿Como estás Ali?- preguntó Blas al ver que ya no lloraba.
-Algo mejor...¿Y David?- pregunté sorprendida.
-Es verdad, ¿Dónde está?- añadió Álvaro confuso.
Todos nos miramos encogiendo los hombros, menos Blas que miraba su móvil.
-Está con tu padre Carlos- afirmó por sorpresa.
-Dios mío...-contestó él poniendo las manos sobre la cabeza.
-¿Vamos a verle?- preguntó Dani levantándose de la silla..
-No- respondió Carlos convencido
-No va a creerse nada- le afirmé intentando tranquilizarlo.
-Además está David-añadió Álvaro.
-Venga vamos- dije convencida tirándole del brazo a Carlos.