Los 2 seguimos mirando suponiendo que vendría a decirnos algo, que esperábamos que no fuera malo, pero pasó de nosotros corriendo hasta que Carlos le dio un tirón del brazo que hizo que casi se cayera.
-¡¡Carlos!!- exclamó algo borde Carlota.
-Te tenía cogida tranquila, ¿Qué ha pasado?-preguntó serio.
-Eso, cuenta-intervine yo.
-Nada que os interese- contestó deshaciéndose de Carlos.
-No, dímelo- gritó Carlos preocupado.
-En serio que no ha sido nada, es que la gente se alarma enseguida.
-¿Pero que ha sido?-pregunté ya por simple curiosidad.
-Un ataque de ansiedad.
-¿De quién?-pregunté asustada.
-Un señor del que no me han dicho el nombre.
En ese momento un compañero de Carlota apareció a su lado diciéndole que se diera prisa.
-Nos vemos chicos- exclamó ella marchándose con él.
Hubo un incómodo silencio entre Carlos y yo, supuse que los 2 estábamos empezando a pensar lo mismo...
-¿Y si es mi madre?- pregunté incómoda.
-Boba- dijo Carlos entre risas.
-Tonto, te da igual todo, es que haces que me cabree y con razón- respondí enfadada.
-Un señor, que no escuchas.
-Perdón, es verdad, no te enfades- le dije preocupada por su tono de voz y a la vez aliviada.
-No me enfado, pero tienes muy mal genio.
-Ya...Debo cambiar eso...¿Dónde estará mi madre?- pregunté volviendo al tema.
-No sé, ya hemos buscado por muchos sitios y no está.
-Pues volvamos con los chicos...
-Me vas a hacer dar muchísimas vueltas Ali.
-Vamos-dije tirándole del brazo.
Caminamos hasta donde los dejamos la última vez con el padre de Carlos pero no los encontramos.
-Más vueltas no...dijo Carlos en voz baja.
-Se han ido, ¿Qué hacemos?-pregunté alarmada.
-Del edificio no han salido, así que esperemos aquí.
-¿Vamos por los camerinos?
-¡No!- exclamó Carlos algo borde.
-Me sacas de quicio, no quieres hacer nada, te da igual todo.
-Y tú a mi también, nosotros ya no tenemos nada que ver, y los chicos menos aun, no se que estarán haciendo con mi padre.
-¿Qué no tenemos nada que ver?- pregunté dando una patada en el suelo-¡Si son nuestros padres!
-Pero son grandes para saber solucionar las cosas solos.
-Pero tengo que consolar a mi madre-contesté suavizándome me un poco.
-Pero seguro que está mejor. Luego te enfadabas por que decías que era demasiado protectora contigo, así ha salido la hija-dijo Carlos entre risas.
-Puede que tengas razón-respondí asintiendo con la cabeza.
-¿A quien tendrá que atender Carlota?- preguntó Carlos en voz alta.
-A saber tú-contesté aún preocupada.
-Si hubiera sido alguien que nos interesara nos habrían avisado ¿no?
-Supongo que sí, pero sigo sin estar segura..