La situación es clara. Ker Karraje sabe quién soy.
Me conocía cuando ordenó el doble rapto de To-más Roch y su guardián. ¿Cómo ha conseguido
descubrir lo que he podido ocultar a todo el personal de Healthful-House? ¿Cómo ha sabido que un
ingeniero francés desempeñaba las funciones de vigilante de Tomás Roch? Lo ignoro, pero es
evidente.
Sin duda este hombre poseía medios de información que le habrán costado muy caros, pero que
aprovechó bien. Un personaje de esta condición no repara en gastos cuando se trata de llegar al fin
que desea.
Ahora es Ker Karraje, o más bien su cómplice, el ingeniero Serko, quien va a reemplazarme en
las funciones, que yo desempeñaba cerca del inventor Tomás Roch. ¿Resultarán sus esfuerzos mejor
que los míos? ¡Dios quiera que no, y evite esa desgracia al mundo civilizado!
Nada he respondido a la última frase de Ker Karraje. Me ha producido el efecto de un tiro a
quema-rropa. No me he declarado vencido, sin embargo, como acaso esperaba el supuesto Conde de
Artigas.
¡No! Mi mirada se ha fijado en la suya, que no ha cedido. Como él, crucé los brazos... Y, sin
embargo, era dueño de mi vida. Bastaría una señal suya para que un pistoletazo me tendiera a sus
pies; luego, arrojado mi cuerpo al lago, hubiera sido arrastrado al través del túnel.
Después de la escena referida se me ha dejado en libertad, como antes. No se ha tomado contra
mí medida alguna. Puedo circular hasta el límite de la caverna, que, esto es evidente, no posee más
salida que el túnel.
Al llegar a mi celda, en el extremo de Bee- Hive, presa de las mil reflexiones que me sugiere la
situación, me digo:
- Si, Ker Karraje sabe que soy el ingeniero Simón Hart, por lo menos que no sepa jamás que
conozco exactamente el yacimiento de Back-Cup.
Respecto al proyecto de confiar a Tomás Roch a mis cuidados, pienso que jamás le ha tenido el
Conde de Artigas, puesto que, conocía quién era yo. Me lamento de ello, pues es indudable que el
inventor será objeto de insinuaciones fuertes; que el ingeniero Serko va a emplear toda clase de
medios pa-ra obtener el secreto del explosivo y de su deflagrador, del que hará un empleo terrible en
sus futuras piraterías. ¡Sí! Era preferible que yo continuara siendo el guardián de Tomás Roch.
Durante los quince días siguientes, ni una sola vez he visto a mi antiguo pensionista. Repito que
nadie me ha molestado en mis paseos cotidianos.
De la parte material de mi existencia no tengo por qué preocuparme. Mis comidas llegan con
una regularidad reglamentaria de la cocina del Conde de Artigas, nombre y título que alguna vez le
doy aun por antigua costumbre. Verdad es que yo no soy delicado en cuestión de alimentos, pero sería
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Julio Verne Ante La Bandera
De TodoEl gran pirata Ker Karraje secuestra al inventor francés Thomas Roch. Karraje quiere que Roch construya para él un arma que nombra "El fulgurador Roch". En posesión de esta poderosa arma, Karraje planea la destrucción del mundo.