Capítulo 4

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Después de una noche desenfrenada de sexo, en la que, para que mentir, pensé en más de una ocasión en John, me levanté de la cama. Bryan aún se encontraba durmiendo. Apenas la sábana blanca le cubría sus partes. Me puse unas braguitas y una camiseta ancha que me cubría muy poco. Salí sin hacer mucho ruido y me dirigí a la cocina para prepararme un café. Cuando estaba haciendo tostadas para acompañar al café oí como alguien salía de la habitación. Me giré y pude verlo en apenas un pantalón de chandal largo y con el pelo sin hacer. Se veía tan sexy. Pero pensé en lo ocurrido ayer y me olvidé.

- Buenos días.- saludó con la voz un poco ronca mientras se frotaba los ojos. Tenía el pelo dehecho y los ojos hinchazos de recién levantarse.

- Buenos días. ¿Cómo has dormido? - pregunté inocentemente. Él sabíaa lo que quería llegar con eso. Cogí la taza y las tostadas y las dejé en la mesa. Me senté y él hizo lo mismo.

- Sí, aunque de vez en cuando oía ciertos ruidos que me despertaban. Ya sabes, golpes en la pared y algún que otro falso gemido.- contestó riéndose mientras cogía mi taza del café y bebía de ella. Me quedé muda. ¿Cómo se atrevía a decir eso? Y peor aún, ¿cómo sabía que eran falsos? John dejó la taza y me volvió a mirar. Comenzó a reir mas fuerte cuando vio que no contestaba. - Kat, se notaba mucho que no eran reales. No sé como Bryan no se dio cuenta, a lo mejor es que tus gemidos con él siempre son falsos. Pero recuerdo cuando estabas conmigo y...- no le dio tiempo a terminar de decirlo porque le pegué una bofetada y se calló de golpe. Noté como se me humedecían los ojos,pero no iba a dejarle ver que me importaba lo que opinara de mí. Él sabía que había pasado el límite, pero le daba igual, no se le notaba molesto por la bofetada.

- Para tu información los gemidos de ayer eran muy reales. Lástima que no sepas apreciar cuando una mujer disfruta y cuando no. -solté lo más seca posible. Abrió la boca para decir algo pero la cerró enseguida. Le eché una rápida mirada y cogí mi café para desayunar por fin.

*FLASHBACK*
La fiesta era un poco aburrida. El sitio estaba bien, en la casa de un amigo de Lara de Los Ángeles, por lo que había sido invitada y me convenció para que la acompañara. Me vendría bien para olvidarme un poco de lo ocurrido con Michael y con Bryan. Acababa de darme un tiempo con él porque en teoría no podía mantener una relación a distancia, aunque en realidad era porque ya no sentía lo mismo por él. Estos 6 meses me habían cambiado, ya no era la misma. Dejé mis pensamientos a un lado y me concentré en la fiesta, en que esta noche iba a beber y a bailar. Decidí ir a por una copa.

- Lara,voy fuera a tomar un poco el aire. Estoy abobiada.- le dije a mi amiga mientras buscaba el bolso donde tenía el móvil.

- Claro cariño. Si necesitas algo mándame un whatsapp. Ahí fuers esta la barra por si quieres pedirte algo.

Salí de la casa y fui a la terraza, donde estaba el barman acabando de servir una copa. En la barra había un chico de espaldas que conversaba con el camarero. Ambos de reían mientras observaban a una chica rubia que bailaba dentro de la casa de forma muy seductora. Me acerqué y me senté en el taburete que había libre.

- Perdona, ¿me puedes poner una copa? - el camarero no contestaba, continuaba a riendo junto al chico que seguía de espaldas a mí.- Perdona.- volví a repetir agitando la mano en vano. ¿Pero que le pasaba a este chico que ni se dignaba a mirarme? Cogí la copa del chico de espaldas y le lancé todo el contenido al camarero. Se giró de repente con la boca abierta buscando a ver quien había sido.- He sido yo, al fin te dignas a mirarme. ¿Puedes ponerme una copa ya o vas a seguir mirando s esa tía bailar con tu amiguito?

- ¿Pero qué coño acabas de hacer? - gritó el camarero haciendo que el otro chico también se girara. Cuando se dio la vuelta me quedé muda. Si de espaldas ya era atractivo, cuando se giró creí estar en un sueño. Un chico moreno, con el pelo hacia atrás, los ojos azules y la barba de unos días se encontraba en frente de mí. Nada más ver a su amigo mojado de la bebida comenzó a reir mas fuerte aún.

-¿Me vas a poner la copa o no? - volví a insistir. Me estaba cansando. No lo habían contratado para ver a rubias operadas bailar provocativamente.

- Pues ahora, niña, te vas a tener que esperar a que me cambie para poder servirte la maldita copa.- contestó el barman saliendo rápido de la barra y dirigiéndose al interior de la casa. Me giré hacia el chico moreno que me miraba divertido.

- ¿Y tú que quieres? - dije muy tajante. Me miró divertido y se giró de forma que quedamos uno en frente del otro.

- ¿Un mal día? - preguntó jugando con el vaso vacío que hasta hace poco tenía el contenido que estaba bebiendo.

- No, hoy ha sido uno de los buenos - dije soltando una pequeña risa.

- Entonces no quiero verte en un día malo. - dijo riéndose. Me encantaba su risa. Esos dientestsn blancos y los labios carnosos que pedían ser besados y chupados. Se levantó del taburete e inclinándose en la barra cogió una botella de tequila y 2 vasos de chupito. Los llenó y me pasó uno de los chupitos.

- ¿Qué haces? - pregunté observándolo.

- Ya que has tirado mi copa en la ropa de mi amigo me tocará beber algo de mientras. Pensaba que tú también querías beber, lo has dejado bastante claro.

- ¿Y la sal y el limón? - dije mientras alejaba un poco el chupito.

- Eso es para débiles. - dijo mientras levantaba el vaso y lo scercara para chocarlo con el mío. Imité su acción y choqué mi chupito con el suyo. Me lo llevé a la boca al igual que él y me tragué todo el líquido de una. Noté como la garganta comenzaba a arderme.

- Ah, por cierto, no me he presentado. - dijo dejando el chupito vacío en la barra - Soy John, encantado. - se presentó dándome 2 besos.

- Lindsay, mucho gusto. - contesté mientras volvía a llenar los vasos y le tenía el suyo.

*FIN DEL FLASHBACK*

Continuamos desayunando en silencio hasta que apareció Bryan. Cuando terminamos Bryan sugirió ir a dar una vuelta por Santa Mónica para enseñarle la ciudad a John.

Después de recorrer gran parte de la ciudad fuimos a tomar algo al puerto de la ciudad. Allí nos encontramos con unos amigos, entre los cuales estaba Sean, el novio de Lara.

- Sean, ¿sabes si Lara vendrá luego? - le pregunté con la esperanza de que dijera que no. Lara era la única que sabía lo ocurrido con John y no quería que supiera lo ocurrido.

- Sí, tendría que haber llegado ya. Mira, ahí está.- contestó mientras miraba como mi amiga llegaba y se unía al grupo. Saludó a todos y cuando llegó a John se quedó mirándolo extraña. Giró su cabeza hacia mí y yo desvié la mirada.

Genial, ¿podía salir peor el día?

- IMPORTANTE -
Aquí traigo un nuevo capítulo. Lo publico hoy porque esta semana son Fallas en Valencia y no podré publicar hasta dentro de un poco.

Se que puedo llegara ser pesada con lo de los comentarios, los votos y las recomendaciones a otras lectoras. Pero lo hago porque me interesan vuestras opniones, tanto las buenas como las malas. Y es porque siempre son constructivas. Si os da vergüenza comentar aqui, podeis pasaros por mi perfil y mandarme un mensaje privado. Os lo ageadecere de igual modo.

Espero que os haya gustado este capitulo. Nos vemos pronto, y si comentais y votais aun mas pronto. Besos ❤️❤️❤️

Un regreso inesperado - PAUSADA -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora