Un regreso inesperado - PAUSADA -

Capítulo 13

Cuando terminamos de comer fuimos a dar una vuelta por la ciudad. Le enseñé a John algunos de mis sitios preferidos de Santa Mónica, entre ellos las afueras de la ciudad. Nos pasamos la tarde conociéndonos, hablando de la familia, los amigos, los estudios... Descubrí que la poca familia que tenía John vivía en Europa, en Inglaterra. Y por poca me refiero a su padre y su abuela; John me contó que no conoció a su madre, lo abandonó cuando apenas tenía 3 meses.

- ¿Y qué harás estas Navidades? Quedan apenas 2 meses. - Dije mirando el mar. Habíamos ido a Long Beach, me encantaba ese lugar. Por la tarde con el amanecer se volvía un lugar precioso.

- Pues no sé, me quedaré aquí trabajando. En Navidad suele haber más trabajo y pagan mejor. - Contestó bebiendo de la cerveza.

- No seas tonto. ¿Enserio vas a quedarte aquí solo? Todos se van con la familia. ¿Qué harás solo tanto tiempo? - Contesté robándole la cerveza y bebiendo de ella.

- No sé, pero no tengo dinero para viajar a Londres, Kat. Algo haré. ¿Y tú? - Dijo cambiando de tema.

- Pues viajaré a San Francisco. Mis abuelos viven allí y mi madre se mudó con ellos cuando volvisteis. Iré con mi hermano. Oye, si quieres puedes...

- Tranquila, aquí estaré bien aquí. ¿No va Bryan? - Preguntó extrañado.

- Que va, él se va con su familia. Además, un año lo llevé para presentarlo a la familia y fue un desastre. - Dije riéndome recordando el momento. - No les gustó mucho a mi familia. Pero no se lo digas. - lo señalé con el dedo índice.

- Vaya, interesante. - Contestó riéndose y alzando las cejas. - Quiero acabar la carrera de piloto, Kat. - Dijo mirando al horizonte. Aquello me sorprendió, no esperaba aquella confesión.

- ¿Quieres volver al ejército?

- No, no podría en mi vida. Aquello me ha marcado para siempre. Pensé que podría superarlo pero no. Quiero ahorrar suficiente este año y el año que viene terminar el último curso en Florida.

- ¿Florida? Está a 40 horas en coche de aquí. ¿Por qué tan lejos? Hay muchas universidades.

- No hay nada que me retenga para quedarme aquí. - Me miró apenado. - Solo quería que lo supieras, no se lo he contado a nadie más.

- Si es lo que quieres, hazlo. Y John, si necesitas dinero puedo ayudarte. Sabes que no me molesta.

- No, ya sé que lo harías, pero entiendo que Bryan y tú querréis ahorrar para un futuro. - Hice una mueca cuando nombró a Bryan y me miró extrañado. - ¿Que te pasa con Bryan?

- A mí no me pasa nada, es él que ha cambiado mucho desde que volvió. Parece que solo me busque para el sexo. - Me reí incómoda. Esa situación era muy extraña. Hablando con John de la relación con Bryan. - Ayer se enfadó porque no quería cuando él tenía ganas. Se puso un poco agresivo y se fue de casa. No sé donde ha pasado la noche, estoy preocupada.

- ¿Te puso la mano encima? - Noté como formaba un puño con su mano. Lo miré incrédula incapaz de contestar. - Katherine, no me mientas. - Dijo apretando su puño.

- No, no. - Contesté cogiéndole los puños que poco a poco se relajaron. - El problema es que me siento mala persona cuando pienso en todo lo que he hecho. ¿Me entiendes?

- Te arrepientes de lo nuestro.

- No, bueno... Es solo que no se lo merece, él no sería capaz.

Después de la charla decidimos volver a casa. Llevábamos todo el día fuera y debía descansar; al día siguiente empezaba a trabajar. Subimos al coche y empecé a tiritar, hacía mucho frío. John se quitó el jersey y me lo puso encima. No sé cuando me dormí en el coche, pero cuando noté que el coche paró, y John me susurró.

- Kat, hemos llegado. - Dijo John tocándome suavemente el hombro y apartándome los pelos que tenía en la cara. - Katherine, despierta o tendré que cargarte. - Siguió entre risas.

Lentamente me quité el jersey que tenía tapándome el cuerpo y se lo devolví. Me sonrió dejándome ver esos perfectos y blancos dientes. Salió del coche y me estiré. Me froté los ojos y salí cogiendo el bolso. Caminamos hacia el portal y una vez dentro, llamamos al ascensor.

- ¿Sabes algo de Bryan? - Pregunté.

- Te ha llamado cuando estabas dormida. Lo he cogido y le he dicho que estábamos yendo.

- ¿Qué te ha dicho?

- Nada. - Estaba nerviosa, ¿qué pensaría Bryan? - Tranquila, le he dicho que nos hemos encontrado por el centro y que te he traído a casa. No te preocupes - Dijo riéndose. - Te molestas demasiado por lo que podría pensar la gente, sobretodo Bryan.

- No es eso, es solo que tu y yo...

- Somos amigos. Eso es todo Katherine. Joder, deja de darle vueltas al tema. No hay NADA entre tú y yo ¿vale? - Dijo levantando la voz.

- Vale, perdona. - Dije a la vez que se abría la puerta del ascensor.

Entramos en casa y enseguida vino Bryan a saludarnos.

- Kat, te he echado de menos. - Me dijo Bryan al oído. Me abrazó fuertemente. - Perdona por todo lo de ayer, yo no quería ponerme así. Me cabreé y dije cosas que no estuvieron bien.

- Tranquilo. - Contesté separándome de su abrazo. - Voy a darme una ducha. Ahora vengo.

Fui a la habitación y me quité la ropa. Me quedé en ropa interior y cogí unas braguitas y un sujetador de repuesto y salí al baño envuelta en una toalla. Una vez dentro, me deshice de la ropa interior y encendí la ducha. Estuve un buen rato debajo del agua, necesitaba pensar y relajarme un poco. Estos días habían sido bastante movidos. Cuando acabé me sequé el pelo y me puse el pijama. Al salir pude ver como John salía de casa pegando un portazo y maldiciendo. ¿Qué había pasado?

Aquí estoy con un nuevo capítulo. Espero que os guste y comentéis para ver que os parece. Votar si os ha gustado 😘😘

Nos vemos en el siguiente, que tendrá alguna sorpresa.