Un regreso inesperado - PAUSADA -

Capítulo 15

Hola. Acabo de ver que la historia ya ha llegado a 1K!!! Para celebrarlo he decidido subir el siguiente capítulo :)

Soy demasiado pesada, lo sé, pero votar y comentar tanto si os gusta como si pensais que algo se podría mejorar. Os lo agradecería mucho y así sabría lo que mis lectores opinan. Cuanto mas comentarios y votos hayan mas pronto actualizaré.

Ah lectores fanfasma, a ver si empezais a dejar algún rastro eh jajaja ;)

Disfrutar de la lectura❤️

Una vez dijo eso comencé a acariciar su polla suavemente por encima del pantalón mientras él buscaba desesperadamente meterse uno de mis pechos en su boca. Me quitó la camiseta y el sujetador y comenzó a darme besos por la clavícula, provocando que gimiera y me retorciera más en su regazo. Le desabroché los pantalones y se la saqué. Una vez fuera comencé a moverla lentamente haciendo que John respirara entrecortadamente mientras gemía aún chupando y besando mi pecho. Dejó libre mi pecho e introdujo dos dedos dentro de mi vagina. Levanté la mirada de su miembro y vi que me miraba ahogando gemidos. Lo miré a los labios y lo besé con desespero.

- Kat, necesito estar dentro tuyo ya. - Dijo separándose de mi boca. Jadeó cuando comencé a mover la mano muy rápido. - Nena... - Dijo mientras sacaba los dedos y me cogía la mano para que parara con mis movimientos.

Me levanté mientras John situaba su polla en la entrada de mi vagina. Me miró esperando una aprobación. Asentí con la cabeza.

- Hazlo ya, no puedo esperar más. - Dijo sonriendo. Me fui sentando poco a poco en su regazo hasta que su miembro entró del todo. Los dos gemimos de placer.

- Joder Kat, que apretada estás. No sabes cuantas noches he soñado con esto. No lo sabes bien.

Me apoyé en el volante y John aprovechó para comenzar a embestirme. Al principio era suave pero se notaba que deseaba embestirme más duro.

- Más rápido... - Jadeé. Aumentó su ritmo y empezó a acariciarme el clítoris con su pulgar.

- Mierda. El condón. Joder, no tengo en el coche. - Dijo parando en seco sus embestidas.

- No pares ahora, tomo la píldora. - Una vez dicho eso se relajó y volvió a embestirme hasta que nos corrimos los dos juntos. Noté como se descargaba en mí y su caliente líquido llenaba toda mi vagina.

Se apoyó en el respaldo y yo en el volante. Nos quedamos callados hasta que nuestras respiraciones se tranquilizaron. Después salió de mi interior y se abrochó el pantalón. Me miró a los ojos sin ningún gesto. Sabía muy bien que quería decir esa mirada.

- No me mires así. - Dije deviando la mirada hacia la ventana.

- ¿Así cómo?

- Como pidiéndome explicaciones de lo que acaba de ocurrir.

- ¿Acaso crees que no las merezco después de lo que acaba de pasar?

- No me refiero a eso. Es solo que no quiero estropear este momento. Por favor John. Dejémoslo por ahora. - Volví a mirarlo y vi que en su mirada había preocupación. Decidí cambiar de tema. - ¿Dónde vas a dormir esta noche? - Pregunté mientras buscaba mi sujetador y me lo ponía junto a mi camiseta.

- Supongo que en algún hostal, no lo sé Kat. Pero no pienso quedarme en ese piso ni un día más. Y espero que tú tampoco. Podemos ir a vivir juntos, buscarnos un apartamento y empezar de cero.

- ¿Y cuando te vayas a Europa qué?

- Katherine, nunca te dejaría sola. Sabes bien que antes de irme y abandonarte me quedaría aquí contigo.

- Es tarde, debería subir.

- Prométeme que esto no ha sido solo un polvo para tí, solo una despedida. - Dijo acariciándome la mejilla.

- Te lo prometo. Mañana te llamo, ¿vale? Buenas noches - Dije intentando abrir la puerta del piloto. Puso su mano encima de la mía y me giré para mirarlo. Él acercó su otra mano y me atrajo para darme un último y corto beso.

- Ahora sí, buenas noches nena. Espero tu llamada eh.

- Por cierto, puedes quedarte en casa de mi madre si quieres. No tienes por que gastarte dinero. Ten. - Dije dándole las llaves que había cogido de casa.

- Gracias, pero no hace falta. No quiero molestarla.

- Se ha ido con mis abuelos, y no molestas. Ni de te ocurra ir a un hostal John. - Dije señalándole con el dedo índice. Él solo se rió.

Salí del coche y volví a casa. Dios, ¿qué iba a hacer?

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Una vez entré en el apartamento me di una ducha y me puse el pijama. Al entrar en la habitación vi que Bryan se había dormido. Menos mal, porque no tenía ganas de darle explicaciones del por qué había tardado tanto.
Me metí en la cama e intenté dormirme, pero no antes de darle mil vueltas a lo que acababa de pasar. ¿Qué iba a hacer? Claro que quería estar con John y empezar algo con él desde el principio. Aunque había intentado creer que no esa era la verdad. Algo que no se podía negar. Pero ¿qué haría con Bryan?  . Sabía que la forma más fácil de acabar con todo esto era empezar una relación con John, pero no era capaz de hacerle eso a Bryan. Mañana hablaría con John e intentaría solucionarlo todo.

La alarma del móvil me despertó. ¿Qué hacía sonando a estas horas? Apagué la alarma y miré la hora. Las 7:30. ¡Mierda, el trabajo! Lo había olvidado. Salí corriendo de la cama y vi que Bryan no estaba. Había una nota en su lado de la cama.

Katherine voy a correr. Suerte en tu primer día de trabajo. Nos vemos.
Pd: Tenemos que hablar cuando vuelva.

Me metí en el baño y cuando acabé de ducharme fui corriendo al armario para ver que me ponía. Un vestido verde y unos tacones negros estaría bien para un primer día. Me maquillé muy suave y dejé mi pelo suelto. Cogí la americana negra y salí de casa.

Cuando llegué a empresas Lincoln S.L me dirigí al ascensor para subir a la 4 planta, donde el señor Lincoln me dijo que tendría mi despacho. Casi a punto de cerrarse la puerta alguien puso la mano para evitarlo y entró. Era un chico joven, de aproximadamente 1,85 metros, rubio y de ojos azules.

- Hola, perdona pero llego tarde. Tengo una reunión ahora. ¿Eres nueva, no? ¿De quién eres la nueva secretaria? - Preguntó coqueto.

En ese mismo momento solo pude reirme muy fuerte. ¿Se pensaba que por ser mujer debía de ser secretaria? - De nadie, soy arquitecta y hoy es mi primer día como jefa de planta. - Pude ver como se ponía pálido. Me reí por dentro.- ¿Tú eres?

- Sam, Sam Lincoln. Soy el sobrino de Isaac Lincoln, el jefe.