Un regreso inesperado - PAUSADA -

Capítulo 19

Nada mas cerrar la puerta John comenzó a besarme el cuello y abrazarme por detrás. Yo lancé con mis pies los tacones a alguna parte del  comedor y me giré para besarlo en los labios. El abrió la boca para introducir su lengua en la mia después. Me cogió del culo y me levantó, haciendo que rodeara su cadera con mis piernas aún din dejar de besarnos.

- No sabes como me encantas cuando te pones celoso. - Susurré en su boca a la vez que le quitaba la camiseta. Una vez estaba sin camiseta metí mi mano por debajo de sus pantalones para tocar su miembro que estaba endurecido en mi mano.

- Nena, no tengas prisa. Tenemos todo el tiempo del mundo. - Dijo sacándome la mano de sus pantalones. - Quiero disfrutarte toda la noche, y ahora mismo estoy demasiado duro como para que juegues con ella tan rápido.

Me llevó al sofá y me tumbó con cuidado. Se puso encima mío y me desabrochó los pantalones. Me miró el tanga y maldijo.

- Joder, ¿quieres darme un infarto con ese tanga? - No contesté, solo me quité la camisa para que viera que el sujetador iba a conjunto. - Dios, ahora sí que me vas a matar.

Miré hacia sus bóxers, y pude ver como la cabeza de su polla se salía de ellos. Me levanté del sofá y me quité el sujetador. Su mirada fue a parar a mis pechos, y su mano a su entrepierna, frotándola con su miembro. John cerraba los ojos y tesporaba agitadamente mientras frotaba la mano.

- Déjame hacer eso a mí. - Dije acercándome a él. Saqué su polla y me la metí toda de golpe en la boca, chupándola y lamiendo cada centímetro de ella. Sus manos fueron a parar a mi cabeza, que la empujaban para que todo su miembro entrada completamente en mi boca.

- Kat, vamos a la cama. Quiero hacerte mía ya. - Saqué de mi boca su polla y me levanté. Me cogió y me cargó en sus hombros. Yo me reía y pataleaba mientras él se dirigía a la habitación. Un vez allí me tiró sobre la cama y me quitó el tanga. Situó su miembro duro en mi entrada y luego entró de golpe para hacernos disfrutar a los dos de las embestidas hasta llegar al orgasmo.

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Al día siguiente, después de un sexo matutino más que bien decidimos ir a ver Hollywood. Apenas se encontraba a 1 hora de donde vivíamos y John me dijo que nunca había estado allí. Fuimos a ver la señal, y después de hacernos muchas fotos con su móvil - porque el mío me lo dejé en el coche - fuimos a comer.

Yendo en coche para buscar algún sitio para comer vi que tenía 2 llamadas perdidas de mi madre y 10 de Bryan. También tenía 30 mensajes suyos. Una vez llegamos al restaurante salí un momento fuera para llamar a Bryan. Marqué su número y al segundo lo cogió.

- Kat, llevo todo el día intentando contactar contigo. ¿Por qué no lo cogías?

- Perdona, me dejé el móvil en casa. ¿Qué ocurre?

- Tu madre está en casa. Deberías venir, yo no sé que hacer.

- ¿Cómo que está en casa? ¿Qué le has contado?

- No voy a decírtelo por aquí, ven a casa. - Contestó y enseguida colgó.

Entré en el restaurante y cogí el bolso para poder salir. John me cogió el brazo y me miró extrañado.

- Eh, ¿a dónde vas?

Iba a contarle la verdad cuando me acordé de que John no sabía nada de la pedida de matrimonio y menos del 'tiempo que nos habíamos dado Bryan y yo'.

- Me acaban de llamar del trabajo. Tengo que ir a Santa Mónica.

- Vale, ¿pero qué te parece si primero comemos tranquilamente y luego te llevo? Ya hemos pedido y estarán haciendo la comida. - Contestó John calmado. - Venga Kat, comamos y luego te llevo.

- Vale, pero no tardemos.

Una vez acabamos de comer cogimos el coche y fuimos hasta Santa Mónica. Durante el camino iba poniéndome cada vez más nerviosa y John intentaba que me tranquilizara poniendo canciones y cantándolas. Yo en cambio no podía parar de pensar en que había pasado. No había visto a Bryan desde que me pidió matrimonio, y ahora venía mi madre sin ni siquiera avisar. Cada vez estaba más alterada por las razones del viaje.

No le había comentado a John que mi madre había venido porque ella aún creía que seguía con Bryan, y John pensaba que había acabado definitivamente con Bryan.

- Katherine ya hemos llegado. ¿A dónde te llevo? - Preguntó John sacándome de mis pensamientos.

- Llévame al apartamento, quiero recoger unas cosas antes de ir a la empresa. - John no dijo nada, tampoco me miró en todo el trayecto hasta allí.

Una vez llegamos abrí la puerta y me giré a verlo. Estaba con la mirada fija en el volante.

- John. - Lo llamé. Ni se giró, solo apretó más fuerte el volante. - Eh, mírame. - Insistí acariciándole la cara. Cuando por fin conseguí que me mirara a los ojos pude ver como estaba a punto de llorar, como tenía los ojos llenos de lágrimas. - ¿Qué pasa? - Pregunté preocupada.

- No quiero que juegues conmigo Katherine. Y por mucho que pienso que me quieres y que estamos empezando algo, siento que digues anclada a Bryan.

En aquel momento no pude pensar en que él sólo quería que le dijera una vez más que no me importaba nada más en el mundo que él, porque así era, pero no pude hacerlo. Pensé que no conseguíamos avanzar en nuestra relación por mucho que lo intentáramos, y no podía seguir torturándome ni tsmpoco a él.

- Lo siento. - Fue lo único que dije antes de salir del coche.

Llamé al timbre y subí en el ascensor. Una vez allí toqué a la puerta y me abrió Bryan. Cuando me vio su gesto cambió.

- ¿Qué ocurre? - Pregunté extrañada.

- Katherine, yo lo siento, no quería que...

- Katherine Collins, ¿cuándo ibas a contarme que te vas a casar?

¿¿¿Qué???

Hola!!! Vuelvo por aquí jajaja Espero que os guste el capitulo y que voteis, comenteis y esas cosas. Es algo que siempre agradezco y que ne da fuerzas para seguir escribiendo, ya que desde hace tiempo he perdido motivacion e inspiración.

Nos vemos en el siguiente capítulo 😘😘😘