Trastorno de identidad disociativo.

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El trastorno de identidad disociativo (TID), también conocido como trastorno de personalidad múltiple (TPM), es hasta hoy uno de los diagnósticos psiquiátricos más controvertidos. Designa la existencia de dos o másidentidades o personalidades diferentes que asumen de forma reiterada el control sobre el comportamiento de la persona afectada. En la mayoría de casos, el trastorno de identidad disociativo aparece junto con otros síntomas, de manera que, con frecuencia, se realiza un diagnóstico erróneo.

Los abusos repetidos durante la niñez se consideran una causa del trastorno de identidad disociativo. El desdoblamiento en dos o más identidades parciales se puede entender como un intento de manejar el trauma vivido. Los afectados arrancan los hechos reales de su memoria. El tratamiento del trastorno de identidad disociativo es, la mayoría de veces, largo. El objetivo es alcanzar la mayor estabilidad posible del afectado. Además de la superación del día a día, lo más importante es el conocimiento y la cooperación de las identidades parciales entre ellas. Siempre que sea posible es aconsejable incluir el tratamiento de los sucesos traumáticos en la terapia del trastorno de identidad disociativo. Muchos afectados rechazan que el objetivo del tratamiento sea la integración y unión de las identidades parciales.

Muchas personas equiparan coloquialmente el trastorno de identidad disociativo y la esquizofrenia de forma errónea. Mientras que en el caso de la esquizofrenia se puede llegar a una identificación con otra persona en el marco de una megalomanía, en el trastorno de identidad disociativo existen dos o más (múltiples) personalidades en una persona. Las personas con un trastorno de identidad disociativo tampoco reaccionan a los mismos medicamentos que se emplean en el tratamiento de la esquizofrenia.

  Entre las causas responsables de un trastorno de identidad disociativo (trastorno de personalidad múltiple) se encuentran los traumas durante la niñez. El 96% de todos los afectados sufrieron repetidos abusos sexualesfísicos durante la niñez (en su mayoría antes de los cinco años) o estuvieron desatendidos, llegando incluso al abandono. En un 80% de estos afectados se han comprobado los tres traumas. En casos de especial gravedad, los niños fueron víctimas de abusos rituales en sectas o cultos. El 4% restante son niños que se despertaron de la anestesia durante una operación. En estos casos, el trastorno de identidad disociativo es mucho menos acusado y existen menos identidades parciales

 Las causas responsables de un trastorno de identidad disociativo (trastorno de personalidad múltiple) provocan la formación de identidades parciales. Se desarrolla un sistema de personalidades parciales y cada una tiene su tarea. Así, por ejemplo, se crean personalidades salvadoras que asumen el papel protector del afectado y evitan las situaciones en las que se podría producir un abuso. Otras personalidades parciales se preocupan, por ejemplo, de que los afectados se las arreglen con las exigencias escolares. El desdoblamiento es un proceso progresivo. Si los afectados experimentan la disociación como un desahogo, el desdoblamiento es cada vez más fácil en caso de traumas posteriores. Dentro de una situación pueden aparecer varias identidades parciales para repartir el sufrimiento. Este mecanismo de protección inconsciente sirve para poder soportar psíquicamente el sufrimiento causado. Sin embargo, en la edad adulta esta estrategia de supervivencia representa una carga para los afectados, ya que el trastorno de identidad disociativo impide el control del día a día.

Un requisito básico del desdoblamiento de identidades parciales es la capacidad psicobiológica para la disociación que es muy marcada, sobre todo, en los niños. En situaciones de especial amenaza, la transmisión de información en el sebloquea parcialmente. Para proteger a los afectados, algunas regiones cerebrales dejan de trabajar; esto protege a los afectados también de los recuerdos de la situación insoportable. Sin embargo, este mecanismo de protección no funciona completamente de manera que, con posterioridad, estímulos aparentemente neutrales (por ejemplo, el mismo papel de la habitación infantil) también pueden provocar pensamientos repentinos que recuerden las vivencias estresantes. En muchos afectados, la disociación provoca en el sistema de las personalidades parciales una gran presión interna. Por eso, los afectados muestran a menudo en el trastorno de identidad disociativo episodios de automutilación para disminuir esta presión y restablecer el contacto con la realidad.

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