Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de Discapacidades del desarrollo (en inglés) que pueden causar problemas significativos de socialización, comunicación y conducta. Las personas con TEA procesan la información en su cerebro de manera distinta a los demás.
Los TEA son "trastornos de un espectro". Esto significa que afectan de manera distinta a cada persona y pueden ser desde muy leves a graves. Las personas con TEA presentan algunos síntomas similares, como problemas de interacción social. Pero hay diferencias en el momento en que aparecen los síntomas, su gravedad y naturaleza exacta.
Existen tres tipos de TEA:
Trastorno autista (también llamado autismo "clásico" )
Este es el trastorno en que la gente piensa más frecuentemente al escuchar la palabra "autismo". Las personas con trastorno autista por lo general tienen retrasos significativos en el desarrollo del lenguaje, problemas de socialización y comunicación y conductas e intereses inusuales. Muchas personas con trastorno autista también tienen discapacidad intelectual.
Síndrome de Asperger
Las personas con síndrome de Asperger suelen presentar algunos síntomas más leves del trastorno autista. Pueden tener dificultad para socializar así como intereses y conductas inusuales. Sin embargo, típicamente no tienen problemas de lenguaje o discapacidad intelectual.
Trastorno generalizado del desarrollo no especificado (PPD-NOS, por sus siglas en inglés; también llamado "autismo atípico")
A las personas que reúnen algunos criterios para el diagnóstico del trastorno autista o del síndrome de Asperger, pero no todos, puede que se les diagnostique un trastorno generalizado del desarrollo no especificado. Las personas con este trastorno por lo general tienen menos síntomas y estos son más leves que en el trastorno autista. Los síntomas pueden causar solo problemas de socialización y comunicación.
Los TEA aparecen antes de los tres años de edad y duran toda la vida, pese a que los síntomas pueden mejorar con el tiempo. Algunos niños con TEA dan señales de que presentarán problemas futuros a los pocos meses de nacidos. En otros niños, los síntomas podrían no manifestarse sino hasta los 24 meses o después. Algunos niños con TEA parecen desarrollarse normalmente hasta alrededor de los 18 a 24 meses de edad, cuando dejan de adquirir nuevas destrezas o pierden las que ya tenían.
Una persona con TEA puede ser que:
No reaccione cuando la llaman por su nombre, hacia los 12 meses de edad
No señale objetos para mostrar su interés (señalar un avión que está volando), hacia los 14 meses
No juegue con situaciones imaginarias (por ejemplo, dar de "comer" a la muñeca), hacia los 18 meses
Evite el contacto visual y prefiera estar sola
Tenga dificultad para comprender los sentimientos de otras personas o para expresar sus propios sentimientos
Tenga retrasos en el desarrollo del habla y el lenguaje
Repita palabras o frases una y otra vez (ecolalia)
Conteste cosas que no tienen que ver con las preguntas
Le irriten los cambios mínimos
Tenga intereses obsesivos
Aletee con las manos, meza su cuerpo o gire en círculos
Reaccione de manera extraña a la forma en que las cosas huelen, saben, se ven, se sienten o suenan
Los TEA pueden ser difíciles de diagnosticar, porque no existen pruebas médicas, como los análisis de sangre, para diagnosticar estos trastornos. Para hacer un diagnóstico, los médicos evalúan la conducta del niño y su desarrollo.
Los TEA a menudo pueden detectarse a los 18 meses de edad o antes. Hacia los dos años, el diagnóstico que haga un profesional experimentado se puede considerar muy fiable. Sin embargo, muchos niños no reciben un diagnóstico definitivo sino hasta que tienen más edad. Este retraso significa que hay niños con TEA que no reciben la ayuda que necesitan.
Por: CDC
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Trastornos Mentales.
RandomLas enfermedades mentales son alteraciones de los procesos cognitivos y afectivos del desarrollo, consideradas como anormales con respecto al grupo social de referencia del cual proviene el individuo. Se puede tratar de alteraciones en el razonamien...