EL ADIOS

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Hola a tod@s, es un placer saludarl@s, continuando con mi revisión ya voy en el cuarto capítulo, espero sigan leyendo, gracias y espero sus comentarios para mejorar los agradeceré infinitamente.

Nos leemos.

EL ADIOS

                Esa mañana Draco despertó decidido a terminar su sufrimiento y el de Luna, su día transcurrió normal en sus clases  y en sus típicos encuentros desagradables con sus ya declarados enemigos, cara rajada Potter, sangre sucia Granger y pobretón Weasley, pero para su pesar ni molestarlos le había provocado un dejo de felicidad, en los momentos en que se encontraba con Luna en el gran comedor no podía evitar mirarla a discreción y en verdad que la notaba muy triste a pesar de que ella lo trataba de ocultar pero él la conocía bien, deseaba tanto abrazarla; ya terminadas sus clases se dirigió al bosque prohibido con sus cartas.

                Al estar frente al lago se sentó debajo de un árbol y llamó nuevamente al elfo Dobby, este llegó al instante y con su clásica reverencia y le pregunto lo que deseaba.

                -Dobby es necesario que hagas algo por mí y por Luna, tu sabes el destino que me depara y no puedo realizar lo que se espera de mí y tampoco cuidar de Luna al mismo tiempo... sólo soy un intento de adulto - dijo son tristeza.

                - Dobby hace lo que el amo le diga - respondió el elfo con total desconcierto.

                - Ten - dijo entregando la caja con las cartas dentro - esto es mi mayor tesoro además de Luna y mi madre, debes destruirlas porque yo no puedo y después de hacerlo deberás borrar de mi memoria que alguna vez conocí a Luna y a ella debes hacerle lo mismo debe olvidar que me conoció, así como a los testigos de nuestra amistad - dijo Draco con la voz más firme y fría.

                - Pero amo no pida eso a Dobby por favor, Dobby sabe que usted la quiere y ella a usted, amo no debe por favor no obligue a Dobby, yo lo quiero y eso es muy cruel - dijo el elfo llorando sonoramente y con grandes gritos.

                - Dobby lo harás y no hay discusión, obedéceme, además que esperas que haga Dobby sufrir y que Luna sufra por algo que irremediable me espera, seré un mortífago y lo sabes, no debo amar ni ser amado, seré lo que me padre quiere, sabes las consecuencias de no hacerlo Dobby, ¡HAZLO YA, DEBO PROTEGERLA Y ESTA ES LA ÚNICA MANERA NADIE DEBE SABER LO QUE SIENTO POR ELLA NI YO MISMO! - grito con todas sus fuerzas.

                - ¡Oh amo! Lo haré - respondió el elfo derramando tantas lágrimas como Draco.

                Acto seguido apareció una luz blanca por las manos de Dobby y en ese momento todo recuerdo de Luna en la mente de Draco desapareció y a su vez todo recuerdo de Draco en la mente de Luna también desapareció, así como en las pocas personas que sabían de ellos, en ese instante apareció muy cerca donde Draco aún se encontraba un poco desorientado, un hombre de una gran barba blanca y anteojos de forma de media luna Albus Dumbledore quién tomo por sorpresa la elfo doméstico de los Malfoy.

                - ¿Dobby Dime porque has hecho eso? no medí cuenta hasta que sentí tu energía, sabes que tu acto tendrá ciertas repercusiones, pero tendrás que explicarme todo en mi oficina, pero antes asegúrate que Draco se encuentre bien al igual que Luna - le dijo el director de Hogwarts con un dejo de preocupación en su mirada - te espero en mi oficina.

                - ¿Amo se encuentra bien? - dijo el elfo aun llorando desconsolado.

                - Mmm... ¿Dobby que haces aquí? Claro que estoy bien ¡estas llorando! - dijo con voz entrecortada y con mucha confusión.

                - Amo, usted me llamó y disculpe no lloro estoy...estoy - dijo el elfo con un poco de duda en su voz.

                - Olvídalo, no entiendo porque habría de llamarte, déjame tranquilo no me siento bien - Draco se fue directo a su sala común, se sentó en un amplio sillón ya que no entendía porque se sentía tan triste y vacío, era algo inexplicable, así que decidió no tomarlo más en cuenta y salió en busca de sus amigos ya que casi era la hora de la cena.

                Por su parte Luna se encontraba en su cama, se sentía confundida y con una tristeza y un vacío que no se podía explicar, según ella eso no era usual en su personalidad así que con todo el optimismo del mundo se levantó para dirigirse al gran comedor con sus clásicos saltitos en su andar, ella estaba de un momento a otro extrañamente feliz y disfrutaba de su primer día en Hogwarts.

                En tanto en la oficina del director el elfo Dobby estaba inconsolable, se arrepentía de lo que había hecho y le explicaba al profesor y se golpeaba al mismo tiempo, Albus Dumbledore con la mayor paciencia y tranquilidad escucho del elfo toda la historia desde que los niños eran unos bebes, le contó el próximo y desagradable destino de Draco y finalmente confeso que no había seguido del todo las ordenes de su amo mientras de aplastaba la cabeza en un cajón de un escritorio, le dijo al director que el hechizo sería disuelto con el acercamiento de los chicos si eso se daba, él no quería que su amo fuera infeliz  o malo.

                - Dobby entiendes que lo que hiciste es grave, puede traer muy malas consecuencias si ellos se vuelven a encontrar no sólo los dos recuperaran sus memorias, también Lucius, Narcissa y Xenophilius y los habitantes de la Mansión Malfoy - dijo el director con una voz tranquila y una sonrisa paciente.

                - Dobby entiende, pero era la única oportunidad de Dobby para hacer feliz al amo Draco - dijo el elfo entre sorbos de nariz y golpes en su cabeza.

                - Tranquilo Dobby, ahora pensaré y esperaremos al tiempo, ahora hay algo más que quieras decir, algo sobre un cierto niño con gafas...

                Mientras tanto, en el gran comedor ya se encontraban todos los estudiantes en sus respectivas mesas, Draco sintió una extraña necesidad de mirar a cierta rubia de ojos azules y soñadores con una gran sonrisa, sintió algo en su pecho una corriente paso por su cuerpo pero lo desecho al instante, sólo por un momento sus miradas se cruzaron y Luna sintió una escalofrió recorrer su cuerpo y una presión en el pecho, pero culpo a las criaturas de su mente... así el tiempo paso y ellos simplemente se separaron y se olvidaron.

LA MAGIA DE LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora