Te Extrañé Tanto

#Uno

Aquella niña intentó volver al lugar de los hechos, a pesar de su corta edad ella se dió cuenta de lo que había ocurrido.

La señora que se la había llevado, no hacía más que, no darle importancia a la pequeña niña, no se le podía llamar madre a una señora que solo te quiere por dinero ¿cierto?.

Margaret ese era el nombre de la progenitora de la niña, ella muy bien sabía que si pedía la manutención para la niña, ella podía tomar de ese dinero y gastarlo cómo quería.

...

11 años después

Rose ... Rose... Rose ...

Cómo pasan los años ¿no?

Ya no era una niña, ya no , pero aún era menor de edad, y dependía de su madre.

Sí; su madre, con el pasar del tiempo, su madre fue cambiando y llegó a ser de esas madres amorosas.

Rose entraba a un nuevo colegio, tuvo que mudarse por que su madre así lo mandaba.

Margaret, ella en todo esté tiempo se le ablando su corazón, dejo al padre de Rose y su dínero, prácticamente escapando de la, faz de la tierra, sólo hace siete años que no sabía de la persona que la amo o eso decía.

Pasado unos cinco días Rose ya había hecho 3 amigas las cuales sólo hablaban de chicos, a lo cual ella sólo reía.

Rose se dirigía a su casillero y se topó con un chico.

En los pocos segundos lo describió con la mirada.

Tenía esos ojos color miel, unos que a simple vista te encantaban.

Sus labios eran un poco carnosos, de tan solo verlo me volvían loca, que mujer no le gustas que los chicos no tengan carnosidad en los labios.

Su cabellera castaña le daba el toque de la perfección.

<< Calma tus hormonas Rose>>

El la observó por unos segundo, inclinando ligeramente su cabeza, sonrió y siguió su camino, y cuando menos lo note tenia una sonrisa plasmada en mi rostro.

-Así que ya viste al bombón de todo el colegio he - rió Aurora dándome una sonrisa sarcástica-

--Al parecer si -- me encogí de hombros dándole la menor importancia.

Después de unos días yo pasaba por su lado y lo saludaba pero el sólo seguía su camino como si nada...

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