#cuarenta-y-siete

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Estaban ahí otra vez,los dos juntos echados cómodamente sobre la cama de Rose, el timbre sonó haciendo que la chica despertará despabilada. No se acordaba que su padre hoy iba a venir a dejar las nuevas maletas para empacar sus cosas.

Bajo a zancadas a su primer piso, no había tenido tiempo de despertarlo, al fin y al cabo sólo dejaría las maletas, o eso era lo que ella creía.

-Hola papá - hablaba con la voz agitada.

-Hola mi pequeña - no dudó de darle un beso en la frente a su hija. - he traído las maletas para tu ropa - y pasó sin ni siquiera pedir permiso, Rose aún no reaccionaba y cuando lo hizo su padre ya estaba en el segundo piso.

Rose subió lo más rápido que pudo a su cuarto y cuando entro Adán estaba empapado.

-¿Qué has hecho con mi bebé? - gritaba molesto el padre de la chica que estaba muy sorprendida.

-pero ... Yo ...no he hecho nada- hablaba trabándose, pues estaba intimidándole la prepotencia del padre de su chica.

El chico corrió las sabanas hacia su lado y cuando lo hizo se notó una mancha roja, ¡era sangre!.

-¡¿Mi hija ya no es virgen?!- le gritó aun más fuerte. Adán había quedado atónito, ¿lo habían hecho? No, no lo habían hecho, en verdad no estaba seguro.

El padre de Rose bajó y volvió a subir con una escoba y empezó a tirarsela al chico y apunta de escobazos el padre sacó al chico de la casa.

-¡Papá!- le gritó con tono de molestia aunque a decir verdad se quería reír- me ha bajado la regla tonto- y tomó la escoba para volverla a poner en su sitio.

-lo siento, creo que me sobrepasé - y se hecho a reír, todo había sudo un mal entendido y el pobre chico lo había pagado bien caro.

Cuando todo volvió a la tranquilidad y Rose se había cambiado, los dos se sentaron en la sala de estar y fue ahí donde vieron una película.

-Hija- musitó , no quería decirle a su pequeña que ya era momento de irse - la tía Mireyla está mal, es momento de irnos pasado mañana ... Los boletos ya están comprados para los tres.

Rose había dejado de meter palomitas de maíz a su boca- esta bien papá- se levantó del sillón y fue donde su habitación donde hace unas pocas horas Adán estaba ahí, abrazándola.


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