#Treinta-y-siete

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Rosa caminaba en círculos, Adam había prometido llevarla a casa y aún no venía, se canso de esperar, tomó su mochila que estaba en un banco y emprendió el camino a su casa.

Pronto un auto apareció detrás de ella, por instinto camino más rápido, temía que sea un secuestrador.

- Rose, sube - le dijeron desde el auto, ella reconoció el tono de voz, esbozó una sonrisa y se adentro al auto - lo siento, tuve un percance con Ashley - dijo un poco frustrado.

La chica bufo, sabia que no dejaría fácilmente a Adam. - Tengo hambre - su estómago rugió.

- ¡Vamos por pizza! - y puso en marcha su auto a la pizzería más cercana.

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Punto de vista de Ashley.

Ashley estaba sentada frente a su ordenador, la foto que había tomada la estaba imprimiendo.

Tomó uno de sus portarretratos e inserto la foto en ella, bajo por las escaleras de su casa y lo puso en la pared.

Llamó a Adam, pero él no contestaba, dejó un mensaje de voz.

-Adam necesito que vengas a mi casa rápido - fingió que lloraba - Yo soy la niña de tu infancia - mintió.

Después de un par de horas recibió un mensaje de Adam avisándole que ya iría para su casa.

Ashley se arregló, se puso demasiado rímel en sus ojos y luego de un rato se hecho agua en los ojos.

Al rato llamaron a la puerta de su casa, ella sabía quien era, por lo tanto empezó su plan.

» Finge llorar,
Finge estar destrozada,
Finge conocerlo desde niño,
Finge que él te gusta«

Se lo repetía constantemente, abrió la puerta de su casa y fue ahí donde se abalanzó a los brazos de Adam.

Te Extrañé Tanto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora