— ¿Tiene déficit de atención?—preguntó Lip mientras Jason conducía por Dow Town.
Sabía que se refería a mi amigo. Estaba oscuro y no pude ver su expresión, pero su voz no era de enfado.
—No que yo sepa.
— ¿Y está bien de la cabeza?—espetó enseguida mientras entrelazaba sus dedos con los míos.
—Está perfectamente.
— ¿Entonces es simplemente un personaje estrambótico?—inquirió dando un toqué de gracia a su pregunta.
—Sí, supongo que sí, ya te dije que era alguien diferente y especial. Es como único.
—Sí, ya lo he visto—respondió con lo que creo que fue un risita.
Jason aparcó en la plaza de siempre y luego le abrió la puerta a Lip. No me esperé y salí por la misma puerta antes de que Lip la cerrara. Esperamos junto al ascensor en silencio y luego los tres subimos hacia la casa de Lip. El guarda se metió automáticamente en el despacho junto a la puerta. Comencé a dejar mis cosas en la mesita de noche y entonces Ted salió del despacho, nos deseó buenas noches a ambos y se marchó en el ascensor. Supuse que había terminado su turno.
—Ven, tengo una sorpresa para ti—me susurró Lip al oído con picardía. Me temblaron las piernas mientras él me cogía de la mano y me llevaba hasta su cuarto. Cerró la puerta y encendió la lamparita de la mesilla. Hacía calor, por lo que me tomé el atrevimiento de ir hacia el balcón y abrirlo para que entrara algo de fresco. Mi subconsciente me decía que lo iba a necesitar. El chico ya estaba sin camisa cuando yo me dí la vuelta.
— ¿Me va a doler?—pregunté con un poco de miedo impregnado en mi voz. El chico hizo una mueca de no entender—. La sorpresa, ¿va a dolerme?
—Sí—soltó de sopetón haciendo que el temblor de mis piernas fuera a más—. Pero solo al principio.
Me acerqué hasta la cama y me senté temblando, inmediatamente Lip llegó hasta mí y me puso de nuevo de pié.
—No tengas miedo—me pidió como si fuera tan fácil de hacer que de decir—. Yo jamás te haría daño, no al menos un daño que no pudieras soportar.
Le miré a los ojos negros, encendidos de lujuria, mientras el chico me desnudaba completamente poco a poco, mientras disfrutaba de las vistas de todo mi cuerpo y me lo recorría entero con sus hábiles manos.
— Ponte a cuatro patas sobre la cama—ordenó—. Como siempre.
Le hice caso y me subí a la cama de rodillas. Luego escuché como el chico terminaba de desnudarse. Se subió a la cama detrás de mí y me acarició las caderas.
—Pon las manos a la espalda—pidió.
Le obedecí y las coloqué en mi espalda, apoyando la cabeza sobre la colcha. El chico me las agarró y luego me las ató a la espada con el cinturón de los pantalones. Sin decir ni una sola palabra más, comenzó a besarme por toda las espada. La humedad de su boca me hizo estremecerme de inmediato. El chico siguió bajando por mis muslos y sin previó aviso introdujo su lengua entre mis nalgas y comenzó a lamer mi ano lentamente.
—Ah—el primer lengüetazo envió una corriente eléctrica desde mi barriga hasta mi boca. Pero el chico no cesó, es más su lengua comenzó a volverse más ávida y experta mientras humedecía mi entrada.
—No te muevas—ordenó de nuevo. Luego se paró del suelo y me golpeó una nalga fuertemente. Grité de nuevo pero no me moví.
Lo escuché abrir un cajón y sacar algunas cosas. ¿Qué sería?, "Oh, no, por favor, las bolas de nuevo no", pensé. Lip se puso de nuevo sobre la cama y comenzó a untar algo de lubricante. Luego sus expertos dedos untaron mi entrada, el chico aprovechó y me metió el dedo corazón como la vez del baño y me hizo jadear mientras me echaba hacia delante.
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Los Juegos de Bay
Teen FictionBay llega a una nueva ciudad tras graduarse dispuesto a hacer realidad todos los planes que tenía pensado para él. Pero en su primera noche algo se interpondrá en este camino, enseñándole un mundo de juegos y perversiones que no conocía, y dejando d...