24. Me parece grandiosa idea.

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Escuché la ducha abrirse y me desperté, seguía desnudo cubierto solamente por las sabanas y mi vergüenza interna. Sabía que no tenía que sentir vergüenza, joder era mi novia, era natural y lo más normal del mundo.

Pero, por alguna razón, me sentía sucio y usado. Me tallé los ojos y me puse el pantalón de la pijama, miré a mi alrededor, estaban algunos cojines y almohadas en el suelo, algunos juguetes que Leah había comprado hace años atrás para avivar nuestra relación, y la ropa de ambos estaba sin cuidado sobre los muebles o lamparas.

Tomé la ropa y la puse toda en el cesto, tendí la cama y saqué ropa del closet, sentí unos besos en mi espalda unos segundos después y cuando voltee estaba Leah con su toalla alrededor de su cuerpo, "Disfrute de anoche." dijo con una pequeña sonrisa.

"Igual yo." dije devolviéndole la sonrisa, "Creo que mejor me meto a bañar, se nos hará tarde." salí rápido de la habitación y lentamente me acerqué a la puerta medio abierta de Olivia, me asomé y vi que tenía unos audífonos puestos, se había quedando dormida viendo algo.

Me tranquilice un poco y me metí a bañar, salí con la toalla alrededor de mi cintura y llegando a la habitación Leah ya estaba lista para irse, me sonrió y se acercó para darme un largo beso, me alejé un poco, "Se te hará tarde para el trabajo."

"Arruina fiestas." dijo arrugando un poco la nariz, se veía tierna, hace mucho que no hacía ese gesto; ella tampoco era la Leah de Quebec.

Me empecé a cambiar cuando escuché la puerta principal cerrarse y la ducha abrirse, esperé hasta escuchar la puerta de la otra habitación cerrarse para salir de mi propia recamara, me lleve mis botas en mano y empecé a colocármelas para ir por el almuerzo, pero sentí una presencia llegando desde el pasillo, voltee a verla.

"Pensé que despertarías más tarde, iba ir por el desayuno, pero si te parece podemos ir al lugar y de ahí empezar el tour."

"Me parece grandiosa idea." me regaló una gran sonrisa, y sentí una calidez reconfortante y lejana.

Tomé mi abrigo de camino a la salida, "Vamos entonces." bajamos del ascensor y fuimos directo a la calle, "Espero no te moleste caminar, por que aquí caminamos para todas partes, rara vez usamos el auto."

"Hare lo posible." respondió con los ojos demostrando un poco de tristeza, lo que me hizo reír.

Sonrió avergonzada y empezamos a caminar unas cuadras para llegar a una de mis cafeterías favoritas, y no, no era porque el dueño era mi amigo de la infancia, era porque realmente me gustaba... y porque tenía descuentos porque el jefe era mi amigo de la infancia.

"Bonjour, comment pouvons-nous vous aider?" //Buen día, ¿Cómo podemos ayudarle?// dijo el chico moreno que comúnmente nos atendía, ¿Calum?¿Carlos?

"Bonjour, je veux un café et la Tartine d'Eté et oeuf poché, s'il vous plait."//Buen día, voy a querer un café y la tartina de verano con huevo escaldado, por favor// , le dije pidiendo mi orden de siempre, voltee a ver a la chica quien claramente se veía confundida, "¿Tu que vas a ordenar? ¿Quieres pedir tu o quieres que pida yo?"

"No, no te preocupes, lo hago yo..." dijo acercándose al mostrador, "Ye vu..." dijo timidamente, el chico volteaba a verme, era cierto que los franceses odiaban cuando los turistas no hablan francés, pero algunos aprecian el hecho de que lo intentes, respiro hondo y le puse mi mano en su hombro como señal de ayuda, para que supiera que aunque no pudiera estaba aquí si me necesitaba.

"Tu puedes, solo quítate del miedo." la animé, el chico sonrió.

Asintío, "Je veux les pancakes du moment, s'il vous plait." //Voy a querer los pancakes del día, por favor//

"Por supuesto, serían 30 euros, por favor." dijo el cajero en perfecto español, lo miramos sorprendidos, ¿desde cuando el chico hablaba español?, "Aprendí español en la escuela, pero su francés es mejor de lo que se da crédito."

"Por favor, háblame de tú." dijo la chica sacando dinero

"No, no, yo pagaré." dije haciéndole un ademán para que guardara su efectivo mientras entregando mi tarjeta al chico, "Te invitó el desayuno."

"Gracias." dijo cuando nos acomodábamos en una de las mesas

"He venido muchas veces y no sabía que el chico podía hablar español." deje mis lentes de sol en la mesa

"¿Has hablado con él alguna vez por algo que no fuera pedir una orden?"

"No, no lo he hecho, posiblemente por eso, ¿no? Creo que Leah dijo que se llama Zack o algo así."

"Les dejo los cafés y enseguida vuelvo con los platillos." dijo el chico dejando dos tazas frente a nosotros

"Gracias..." empezó Lyv, dejando que el chico terminara con su nombre.

"Caleb." dijo el chico

"Gracias Caleb." el chico se alejo y me miró con una gran sonrisa, "Estabas cerca."

Me reí incrédulo de mi propia ignorancia, "La comida aquí es excelente, por lo cerca que esta comúnmente venimos a almorzar o comer cuando no tenemos ganas de cocinar." di un sorbo al café, "En realidad, hoy pensaba hacer el desayuno, pero pensé que sería mejor mostrarte este pequeño lugar por si querías comprar algún café o venir a escribir algún día que no quieras pasar en casa. El dueño es muy divertido." le regale un guiño, sabía que ella y Jim seguían hablando atreves de los años, incluso sabía que había varias de estas cafetería en Estados Unidos, por lo que probablemente tendría una en Chicago.

Leah me había dicho cuando nos mudamos a París que Olivia se había mudado a Chicago, otra de las razones por las que ya no tenía nada que hacer en mi ciudad natal. Todos mis amigos se había esparcido por el mundo: Sean vivía en Nueva York, Jim vivía en todas y ninguna parte pero la mayor parte del tiempo se la pasaba en Milán o en Londres, Cameron y Gabriel vivían en Los Ángeles, Dan vivía en Nueva York con su esposa, y yo estaba en París.

Era increíble cuanto habíamos crecido y, aunque seguíamos hablando en ocasiones, era triste ver como nos distanciamos no solo física si no emocionalmente de cada uno. Los primeros años de universidad era raro el día que no platicábamos o hacíamos video llamadas, pero estas fueron desapareciendo en el transcurso en que perdíamos tiempo libre para hacerlas.

"Definitivamente es mejor que desayunar en casa." dijo Olivia regresándome al presente.

"¿Como te atreves?" dije haciéndome el ofendido, "Te acabas de perder la oportunidad de si quiera probar mis habilidades culinarias, cariño." sentí pánico al momento en que se me salió la última palabra, pero la chica pareció no notarlo, lo cual agradecí.

Dio un trago a la taza que tenía en manos, "Tendré que vivir con eso." terminó diciendo mostrándome con su sonrisa que estaba tomándome el pelo y bromeando conmigo.

The Choice [PV's Harry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora