41. No sé lo que quiero.

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Llegué después de casi varias horas, le había mandado un mensaje avisándole que le hablaría cuando estuviera por entrar al hotel por lo que apenas mandaba el mensaje. Había decidido caminar para despejar mi mente y sabía que necesitaba tiempo a solas para ordenar mi mente antes de hablar con él.

Apagué la colilla de cigarro que tenía en mano antes de entrar al hotel, subía las escaleras.

Entré al área del bar, no había mucha gente y supuse era por ser entre semana, me senté en la barra y pedí un whisky en las rocas, me entregaron después de segundos y lo pasé en un solo trago.

"Demonios, ¿Qué paso en este pequeño tiempo que los deje solos?" escuché a mis espaldas, volteé a verlo, "¿Qué paso?" dijo ahora preocupado.

"Tenías razón." Dije sintiendo mi garganta cerrarse, mis palabras sonaban rotas, "Tenías razón, y yo soy un idiota."

Miró al bar tender y dijo, "Mettez-le sur l'addition de la chambre 430 et apportez deux verres de... " //Ponlo en la cuenta de la habitación 430 y suban dos vasos de...// me miró, y tomó aire, "Et apportez une bouteille de whisky, s'il vous plaît." // Y suban una botella de whisky, por favor. //

El joven asintió; me señalo con la cabeza para que lo siguiera, me levanté y lo seguí unos pasos atrás hasta llegar al ascensor, "Soy un..."

"No, hasta llegar a la habitación y tomarme un gran trago." Dijo levantando su mano deteniéndome.

Asentí.

Caminamos en cuanto se abrieron las puertas por el gran pasillo y pasamos puertas hasta llegar a la que tenía los números 430 escritos, puso su llave y entramos, me apuntó para que tomará asiento en el sofá, pero tomé la cama.

Suspiró y tomó una de las pequeñas botellas de alcohol tenían en el minibar, la abrió y la tomó de un solo trago. Unos pequeños golpes se escucharon en la entrada de la habitación y se alejó dejando entrar a una chica con una botella, una cubeta llena de hielo, unas pinzas, y dos vasos de vidrio. Dejo todo en el carrito que llevaba, el chico le dio las gracias cuando la chica rechazó la propina y se alejó de la habitación.

"No están bien vista las propinas aquí." Le mencione, volteo a verme y se encogió de hombros, se acercó al carro y sirvió dos vasos de whisky.

"Toma." Me ofreció uno de ellos, lo tomé. "Entonces... eres un idiota, y yo tenía razón." Lo miré, "Nos quedamos en eso, ¿no?"

"Evan." Me miraba fijamente con sus grandes ojos azules, "No sé que estoy haciendo."

"¿Aquí o en general?"

"En mi relación." Dije lentamente

"¿Con..."

"Con Leah." Le interrumpí, "Con... con Leah."

Asintió, "¿Has hablado con ella?"

"Estuve hablando con Lyv, cuando llegamos a casa estuvimos hablando por horas." Asintió mientras escuchaba mi narración a detalle, "Y... le pregunté sobre mi relación con su amiga, con Leah." Tomé un gran trago, "Y me sorprendió darme cuenta de que su respuesta no me gusto."

"¿Te dijo que la dejaras?" pregunto sorprendido

"No, no..." deje el vaso en la mesa cerca a nosotros, "Ese es el problema, era eso lo que yo quería. Quería que me dijera que la dejara, quería que me propusiera..." deje la palabra en el aire

"Alik, ¿Qué me estas tratando de decir?"

"No lo sé." Evan se sentó frente a mi en la cama, lo miré, "He estado tantos años preocupado por el que dirán, por mi futuro, por mi relación, por mis amistades, el trabajo, el pasado y el presente; pero cuando estoy con ella," mi garganta empezaba a cerrarse y sabía que las lágrimas estaban a nada de hacerse presentes, "cuando estoy con ella me tranquiliza, me calma, me da confianza."

"Eso es bueno." Me regalo una sonrisa, "Eso se supone que debes sentir con tu pareja, Alik. ¿Qué tiene de malo?"

"No me refiero a Leah." Confesé y vi su sonrisa caer.

"Debes alejarte de ella entonces, deja a Lyv."

"¿Qué?"

"Eres novio de su mejor amiga," explicó, "¿Cres que ella no se sentirá culpable si sabe que encontraste señales donde no las había?"

"No se de que hablas, no estaba hablando de..." su mirada me detuvo, "¿Por qué lo dices?"

"Alik, no soy ciego, he visto como la ves." Dejo salir una pequeña risa como si hubiera recordado algo, "Como la has visto siempre."

"¿De qué hablas?" negué divertido la cabeza.

"De Quebec, del aeropuerto, de tu graduación, de tus mensajes antes de que te mudaras con nosotros." Dejo su vaso junto al mío, "Recuerdo la primera vez que vi esa sonrisa y ese brillo en tus ojos, esos mismos que estaban presentes hoy en el puesto de flores." Me miraba directamente, "Jamás los vi con Leah."

"Estas inventando cosas."

"Fue cuando fuiste a darle un regalo en su graduación." Dijo ignorándome, "Fuiste hasta donde ella estaba, la mirabas como si fueran las únicas personas en toda esa cancha de americano, mamá incluso pensó que Leah había llegado de sorpresa hasta que vimos que no era con ella con la que hablabas." Se encogió de hombros, "En todos estos años, jamás te he visto tan feliz como ese día."

Un silencio se apodero de la habitación y tomé mi vaso para terminar el líquido, mi garganta quemaba y no podía ver a Evan.

"Cuando supimos sobre lo de Leah, cuando nos contaste entre lágrimas..." voltee a verlo sorprendido.

"Nunca les conté lo de Leah, ¿de qué...?"

"Fue la última navidad en la que no visitaste, unas semanas atrás nos habías contado sobre tus planes de proponerle matrimonio, estábamos felices por ti, porque parecías feliz..." sentí el aire de mi pecho salir lentamente, "Y cuando llegaste sin ella fue sorprendente y sabíamos que algo malo había pasado."

Negué, "No sabes la verdadera razón."

"No creíamos que te había engañado hasta que Jim nos lo confirmo."

Las lágrimas rodaban por mis mejillas, y mi mano fue a dar en mi boca tratando de no jadear.

"Aunque te confieso que nos sorprendió aún más cuando supimos que habías vuelto con ella. Jamás volvimos a verla de la misma manera, y mi amistad con ella se deterioró." Seguía sin poder formular palabras, "Eres mi hermano, no me importa que tantas veces trates de alejarme estaré aquí para ti." Puso su mano en mi rodilla y voltee a verlo, "Créeme cuando te digo que lo único que quiero es que seas feliz, no importa con quien decides serlo, solo se feliz."

"Es que no comprendes," dije haciendo un esfuerzo, "no sé lo que quiero."

"No es a Leah, eso te lo puedo asegurar."

"¿Y si es la última oportunidad que tengo de ser feliz? Tal vez, tal vez puedo aprender a amarla, puedo aprender a perdonarla y... y... puedo...puedo olvidar."

"No lo harás."

The Choice [PV's Harry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora