Capítulo 7

27 5 0
                                    

La alarma no sonó. Carajo. En quince minutos toca la campana, ay no. Me meto al baño, me doy un rápido lavado, me visto rápido, con suerte me peino un poco y me pongo rimel, faltan 3 minutos, con suerte el colegio queda un poco cerca, ay Dios,  no he desayunado y me muero de hambre. Creo que tendré que aguantarme hasta ya mismo. Cojo mi celular, mi bolso, y me me arreglo bien la blusa. Me apresuro a salir de casa. Y maldita sea no me había acordado que mi  bici está averiada, mi día está siendo de la peor forma, no tengo tiempo para taxis, asi que decido correr.

Ya he pasado dos calles, faltan dos más, cuando escucho que la señora de la tienda grita mi nombre, volteo pero no veo a nadie. Sigo corriendo. Miro al frente y ¡pum! Siento que me choco con una persona, me caigo a la superficie de cemento, y los ojos se cierran. Me he desmayado.

*Otro punto de vista*

-¿Lia? ¿Eres tú? ¿Estás bien?- Pero qué me pasa, está inconsiente, ella no me está oyendo, me siento mal, yo soy el culpable de que se haya desmayado. ¿Qué tengo que hacer? ¿Cogerla en mis brazos como el hipócrita que soy? Ella me había dicho que no quería saber nada de mi después de lo que le hice. Pero ahora ella necesita mi ayuda, ella me necesita, y yo seré su súper héroe. Le muevo el cuerpo para que pueda despertar, no lo hace, lo sigo intentando, y... Gracias al cielo, está moviendo el rostro. Me pongo nervioso, no sé por qué, ¿seguiré enamorado de ella? Ay por favor, nunca lo estuve, sólo la enamoré para una apuesta. Me siento mal, sabía que ella sí estaba enamorada de mi, pude haberlo detenido, pero no,  no lo hice, sólo por mi reputación, soy un completo cobarde, un estúpido, miserable, me da pena por ella, sé que aún siente algo por mi, aunque lo niegue una y otra vez.
-¿Qué? ¿Eres tú?-Su voz cálida y enojada me saca de mis pensamientos y... Vaya, de lo que me perdí, está hermosa, y ni siquiera lleva puesto maquillaje apenas y un poco de rimel, estúpido, eso es lo que soy. Un Completo estúpido, quisiera besarla, decirle que aunque no me crea la extraño, extraño todo ella, aunque solo me haya enamorado de su maravilloso cuerpo, hoy en día me puedo dar cuenta que me enamoré de sus ojos, de su mirada y de su voz, pero soy un imbécil, ya la perdí, quizás ya tenga otro y sea feliz, tal vez, no lo puedo asegurar, pero ¿qué estoy haciendo? ¿la estoy besando? ¿ella me está correspondiendo el beso? ¿seguirá ella enamorada de mi? ¿Soy su pasado? ¿o su presente? ¿qué soy yo para ella? ¿qué? Ésta incertidumbre me está volviendo loco. Se siente genial. Pero no. Esto no está nada bien. Me separo de ella, no me siento bien al verle robado un beso.
-¿Estás bien?-Le pregunto.
-Sí. Sí.-Está incómoda, es muy obvia.
-Lo, lo siento.
-¿Qué lo sientes Stefano? Yo que recuerde tú no tienes sentimientos. Tú no sientes nada.-Está enojada, y tiene todo el derecho de estarlo.
-Lia, tú no sabes de lo muy arrepentido que estoy, y sé que no me crees, porque fui un idiota al hacerte eso,  pero he cambiado. Te juro que he cambiado. Te lo juro.
Se está parando y está comenzando a caminar, supongo que va al colegio. Se cayó, es bien chistoso, pero me río en silencio, no quiero hecharle leña al fuego. Me apresuro para ayudarla a levantarla, está pálida.
-No he comido, y el golpe fue fuerte, hoy no iré al colegio, voy a ir a comer a la cafetería. Adiós.
-¿Adiós? Claro que no. Yo te acompañaré, no puedes estar sola. Yo iré. Así digas que no.
-Está, está bien. -Sigue enojada y no sabe lo hermosa que se ve.

Llegamos a Bongiourno, consigo una mesa para dos, y hacemos la orden. Esto es un poco parecido a "cita" pero no. No lo es, por lo menos para ella. Quizás para mi sí. Quizás.

-Y... ¿Ya tienes novio?
-¿Y a ti qué te interesa eso?
-Yo, yo sólo quiero saber que hay de ti. No es nada malo, solo quiero hacer conversa. Tranquila.
-Pues, no, no tengo novio, pero, hay un chico que me está interesando. Es bastante atractivo...-¿Por qué no se calla? ¿Estoy yo celoso? Por favor no. Por suerte se calla. Gracias a Dios.
-Suerte en su relación.
-¿Sabes? No creo que llevemos a ser novios pero bueno, si llegaría a pasar. Gracias.
Sonrío, qué buen hipócrita que soy.
-Se están demorando ¿no crees?-Intento evadir el tema de noviazgos, que suerte que no preguntó por mi.
-¿Y tu ya tienes novia?-Su sonrisa malévola se hace presente en su rostro.
No. Claro que no tengo novia, y mi ego de hombre está por los cielos, quisiera volverla a conquistar, no quisiera mentirle una vez más, y es que ya puedo decir que Yo también me enamoré,  me enamoré de mi ex. No lo puedo creer. Y no quería decirlo, pero lo dije.
-Sí, sí tengo novia, ya llevamos seis meses de noviazgo.
-¿Ah? ¿Seis meses? Pero si hace seis meses recién teníamos días de enamorados.-Ay no. Odio que sea tan inteligente, el café llega, agradecemos, y me sigue mirando, como un búho.
-¿Decías?
-¿Sabes qué? -Se toma su taza rápido.- Lo de guapo lo tienes en lo mentiroso. Tú aún no cambias. Sigues siendo el mismo de ayer.- Se levanta y se va.
-Pero ¡Lia! Ven acá. -Por supuesto,  no me hace y sigue su camino. Me levanto,  pago nuestra cuenta ¿nuestra? No somos algo para decir "nuestra" pero de igual la pago.
Salgo de la cafetería y como un loco me pongo a buscarla, me estoy desesperando, y no la encuentro, cuando.... ¿Qué hace ella subiéndose a un lindo carro? Voy corriendo y... ¿quién es ese? Seguro que es el chico de que me estaba hablando. Por suerte el vidrio está abajo.

-¿Y tu quién eres? Seguro que su pasado.- Dice en un tono medio sarcástico. Lo odio.-Mucho gusto, yo soy su Presente y su Futuro. -Arranca el carro y se van.

La volví a perder.

Maldita sea.

Yo También Me Enamoré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora