Yo También Me Enamoré.

Capítulo 9

*Punto de vista desconocido*

-¡¿Qué?! ¡¿Es una broma?!-Me dijo, sabía que iba a reaccionar. De esa manera o mucho peor. Pero tenía que estar preparad@ para esto.
-No, no es ninguna broma. Lo que te acabé de decir va en serio. Y lo siento si lo que dije te dolió, pero esa es la realidad.
-No lo puedo creer. Pero, no importa porque yo siempre estaré ahí para ti, para darte apoyo con lo que sea. ¿okay?
-Si, si, muchas, muchas gracias, te quiero.-Siento cómo mis lágrimas caen por mis mejillas, pero estoy feliz, y si, eso es lo que importa. Ella también está llorando, pero ella dijo que me apoyaría siempre. Y eso me dan fuerzas.

*Punto de vista de Lia*

-Ese pendejo, siempre huye, ¡siempre! Estoy tan harta de eso, siempre se va, sin más, sin un hasta luego. ¡Hijo de perra! Pero no te preocupes, tu y yo vamos a solucionar esto juntos. Vamos a la policía ahora, antes de que sea demasiado tarde. ¡Vamos! -Andrés está demasiado molesto. Puedo notarlo. Y tiene razón de estarlo.
-Ese es un completo idiota. ¡LO ODIO!- Está gritando como un loco.
-!Andrés! ¡vamos ya! Empiezo a caminar en dirección al UPC. -Andrés no me sigue, me regreso y lo comienzo a jalar de la chaqueta de cuero que carga puesta hoy.
-Lia, ¿tú harías eso por mi? ¿denunciarlo? ¿por mi?
-Andrés, mira, el es mi ex, el que me hizo daño,y yo quiero que el pague con lo mismo, con dolor, y he estado buscando una venganza y ahora tengo la oportunidad ¿tu crees que la voy a desperdiciar?
-¿Entonces no es por mi? -Me está poniendo nerviosa. Me le acerco, estamos a unos dos centímetros, le cojo la mano, y le doy un beso en el cachete. Se ruboriza.
-Claro que también es por ti.-Tengo ganas de besarlo otra vez. Pero no estoy segura. Me ha encantado sentir sus labios sobre los míos en ésta mañana. Me ha encantado tanto que quiero volver a sentirlos. Y estoy en un debate con mi corazón y mi cerebro.
Recuerdo que mi mamá siempre me decía "La vida es corta Lia, disfrútala" Pero ahora no la quiero disfrutar. Aún no. Y sólo le doy un beso en la barbilla, porque él es más alto que yo. Y además esto es muy romántico.
-Está bien, vamos.

Comenzamos a caminar y en uno de los restaurantes veo un rostro familiar, no puedo distinguir muy bien quién es, parece que es mi hermano, oh vaya, se supone que debería de estar en la clínica con mamá. Está acompañado de alguien pero no puedo ver quién es, está de espaldas, solo le puedo ver el pelo, la curiosidad me mata. ¿Será su mejor amigo? Lo voy a averiguar. Comienzo a caminar más rápido y ¡Demonios! Me vió. ¿Qué le pasa? ¿Está nervioso? ¿Por qué lo estaría? Le dice algo a su acompañante misterioso, él se para, se despiden de con la mano, y se va. ¿Por qué? Joel me hace con señas que me vaya a sentar con él y le digo con señas que no puedo ir. Me despido y seguimos caminando. Esto es extraño.

-¿Y tú no deberías de estar en el cole?-Es Joel. Cómo no.
-Es una larga historia, luego te cuento.-Le respondo.
-¿Ese que va contigo es Mateo?
-No, no es el. Pronto te lo presentaré.
-Ok, bye.
-Bye <3.

-Hey Lia. -Andrés me dice.
-¿Si?
-¿Qué haremos después de ir al UPC?
-No lo sé, vayamos a la plaza a ver una peli, y comemos algo por ahí, mi mamá no sabe que no fui al colegio, así que eso es un punto a favor.
-Está bien. -Sonríe. Y debo de admitir que se ve hermoso.-Oye... no es necesario que lo denunciemos.
-¿Por qué?
-No es algo taaaan grave.
-Sí, sí lo es.
-Creo que estás exagerando un poco.
-¿¡Exagerando un poco!? ¿¡Estás demente!? ¡Es tu carro! ¡Ni si quiera es el mío! Y te parece ¿!que estoy exagerrando!?-Estamos en la pileta de la plaza y estoy haciendo un espectáculo, debo tranquilizame, debo tranquilizarme. No. No debo. Y me vale un pepino. Él se queda en silencio. La gente nos está mirando, y me da mucha vergüenza. -¿Sabes qué? ¡Al carajo con tu carro! ¡Que él se lo lleve y que nunca más regrese! ¡Adiós! -Una vez leí que si una persona no te detiene cuando te estás yendo; es porque no te necesita en su vida. Y ahora me está pasando. Pero no me duele, porque según yo Andrés no me gusta, como ya lo dije prefiero mil veces a Mateo que a él.

Me estoy dirigiendo al restaurante en el que Joel estaba hace algunos minutos. Entro y busco su mesa. Veo a Mateo. ¿Qué hace él aquí? Miro el reloj ¿No debería estar dándome clases de biología? ¿Y él por qué está en la mesa de mi hermano? ¿Ya se conocen? ¿Cómo? Me acerco mucho más rápido a su mesa.

-Hola chicos, ¿ya se conocen? -Les sonrío sin entender nada.
-¿Tú la conoces? -Joel se dirige a Mateo, y Mateo tiene cara de confundido.
-Sí, sí la conozco, ¿y tú cómo la conoces? -Mateo le pregunta a Joel.
-Lia es mi hermana. -Se dirige a Mateo.- Mateo es mi mejor amigo.-Se dirige a mí. Esperen ¿Qué? Esto no me lo esperaba, mi hermano y el chico que me gusta ¿son mejores amigos? ¿desde cuándo?

Cojo una silla de la mesa de al lado y me siento, a mi derecha tengo a Joel, y a mi izquierda tengo a Mateo.

-A ver, conversemos. ¿cómo se conocen? -Los dos se miran. Joel empieza a hablar.
-Verás cuando yo estaba haciendo todos los trámites para entrar a la universidad Mateo estaba de reemplazo, y como todos los que queríamos entrar teníamos que estar horas y horas para conseguir entrar, yo estaba ahí, era la hora del almuerzo y todos nos dirijimos hacia el comedor, estaba llenísimo y justo habían dos sillas desocupadas. Yo me siento a comer en una de ellas, y después de algunos minutos Mateo llega y me pregunta si podía sentarse allí, yo le dije que sí, y desde ese día somos grandes amigos.
-Osea, eso fue como hace unos ¿tres años?
-Sí, más o menos. -Dice Mateo.
-Joel, ¿por qué no me lo habías presentado?
-No lo sé, ¿porque siempre te terminas enamorando de mis mejores amigos? -Ay Dios no, su tono es sarcástico, demasiado, y me da mucha vergüenza porque Mateo sí me gusta. Ay no. Se que me estoy ruborizando, pero intento actuar normal, como si nada.
-De hecho a mí me gusta ella. -Mateo le dice a Joel. ¿Qué? ¿Qué qué what? ¿esto es en serio? No me lo creo.
-Espera, Lia, él es el Mateo de que me hablaste el otro día, el que era caballeroso, y era tu profesor de biología? ¿es él? -Se dirige a mi. -¿eres tú? -Le dice a Mateo.

Silencio incómodo por un largo largo tiempo.

-Sí, soy yo. ¿Algún problema Joelito?