—Mira —dijo Elaine señalando un cartel.
Darrell leyó en voz baja lo que este decía.
"La noche que todos esperan. ¿Estás preparado? Invita a tu chica/chico y compra el mejor atuendo porque el baile de primavera se acerca".
Ella bufó.
—Es la estupidez más grande que he visto —se mofó y Josh a su lado asintió.
Los tres le dieron la espalda al cartel y comenzaron a caminar por los pasillos atestados de estudiantes.
Dos semanas habían pasado desde aquella noche. Darrell y Elaine habían compartido algo que muy pocos experimentaban: el saber que tenías a un amigo verdadero. Lo que pasó ese día quedaría solo entre ellos, así como el momento en el que sus dedos fueron entrelazados. Aún recordaban el roce de su piel, la suavidad de la palma de ella contrastando con la aspereza de él.
Después de aquel día, las cosas mejoraron notablemente. Se reunieron dos veces por semana en la casa de los hermanos para ensayar; la canción estaba saliendo bien y todos estaban contentos con los resultados.
La relación entre Josh y Darrell había cambiado de forma radical. Darrell aún no comprendía qué había hecho para que de repente le cayera bien al mayor, mas no se quejaba porque finalmente lo había conseguido, por fin era parte de algo.
—No entiendo por qué es necesario hacer ese maldito baile todos los años... ¿Es que acaso no se dan cuenta que podrían gastar ese dinero en cosas necesarias como, por ejemplo, más implementos para la clase de arte, libros nuevos, sillas...? Dios, son tan inservibles —comentó Elaine mientras caminaban hacia la clase correspondiente. La campana aún no sonaba, así que los pasillos estaban repletos. Empujaron a algunos alumnos para poder andar con más facilidad.
—¿Nunca han ido a un baile? —preguntó Darrell agarrando su mochila para que no cayera.
Elaine negó con la cabeza.
—No, ni a uno solo —contestó segura.
—Ella se siente demasiado femenina si utiliza un vestido —comentó Josh totalmente serio, pero cuando su hermana le dio un golpe en el brazo se lanzó a reír—. ¿Qué? No tengo la culpa de que en otra vida hayas sido hombre.
—Eres un idiota... —refunfuñó ella aunque con una sonrisa.
Darrell iba a decir algo de nuevo, pero de repente alguien arremetió contra él con fuerza hasta hacerlo caer al suelo. Elaine profirió un grito de sorpresa, mas luego se enfureció al ver de quién se trataba.
Rally.
El bravucón agarró a Darrell de la camisa y lo apretujó contra el piso.
—¡Maldito homosexual! —gritó en su cara lanzando saliva. Darrell lo observó asustado sin comprender lo que sucedía—. ¡Por tu culpa me echaron del colegio! —El chico, aferrando su cuello con vigor, lo mantuvo apresado entre su pesado cuerpo y el suelo. No podía moverse.
Darrell seguía sin entender. Solo podía pensar en que si ese chico seguía apretando su cuello de esa manera lo dejaría sin aire. Trató de hablar, pero fue imposible.
—¡Hey, aléjate de él! —exclamó Elaine completamente exaltada.
—¡Lo pagarás, idiota! —Rally, por su parte, ignoró a la chica y siguió oprimiendo el delgado cuello de Darrell.
Un grupo de estudiantes los rodeaba, mirando con atención y una pizca de sorpresa la escena que se presentaba ante sus ojos. Nadie se esperaba lo anterior; creían que la guerra que se mantenía entre Darrell y Rally —creada por este último— había terminado de una vez por todas hace unas semanas cuando Darrell se había enfrentado al mayor.
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Persiguiendo estrellas
Teen FictionElaine ama la música. Al ponerse los audífonos y cerrar los ojos, se aísla del mundo para luego ser solo... ella misma. A Darrell le gusta mirar las estrellas y escribir en su cuaderno lo que ellas le inspiran. Sin embargo, sus letras nunca han sal...